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Vista de la huerta de Alboraya.
Regeneración de tierras de cultivo abandonadas

Regeneración de tierras de cultivo abandonadas

La Diputación de Valencia promueve la creación de un novedoso banco de parcelas agrícolas sin explotar y aptas para el cultivo de carácter público

efe

Domingo, 28 de septiembre 2014, 12:53

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La Diputación de Valencia ha promovido la creación de un novedoso banco de tierras agrícolas abandonadas y aptas para el cultivo, de carácter público, que facilita el contacto entre los propietarios de las parcelas y las personas interesadas en su explotación.

Se trata de un registro administrativo municipal que tiene el doble objetivo de crear nuevos bancos de tierra en municipios donde no existan y desarrollarlo en los que ya dispongan de él, como ha explicado a EFE el diputado de Medio Ambiente, Salvador Enguix.

Esta iniciativa 'piloto de creación y desarrollo de bancos de tierras va a comenzar a desarrollarse en las localidades de Gestalgar, Benifaió y Beniarjó, y, posteriormente, se pretende ampliar al resto de municipios que estén interesados.

"Existían ya iniciativas de este tipo pero en general no habían acabado de funcionar. La Diputación pretende darle un impulso y abarcar más territorio para que sea más efectivo", ha indicado Enguix.

La Diputación proporciona los recursos materiales para la promoción de los bancos de tierras como paneles y jornadas y folletos y carteles, y habilita puntos de información provincial para atender consultas ciudadanas, además de informar a través de la web.

Según Enguix, al abandono se llega por la jubilación del agricultor o la sucesión de la propiedad entre generaciones, unida la falta de conocimientos para llevar a cabo los cultivos, la falta de herramientas y maquinaria o de tiempo de dedicación, además de por una posible pérdida de rentabilidad.

El jefe del departamento de Medio Ambiente de la Diputación, Salvador Deusa, ha explicado a EFE que los abandonos incrementan el riesgo de incendio, de plagas de roedores y de degradación ambiental y disminuyen la calidad del paisaje y la superficie agrícola útil.

Entre los beneficios de volver a cultivar las tierras están los paisajísticos, "tan potenciados por la Unión Europea", y los de frenar el cambio climático, ya que los cultivos "absorben el dióxido de carbono y evitan su emisión a la atmósfera", según Deusa.

Además, si los campos están cultivados se producen otros beneficios "tangibles" como evitar el riesgo de incendios y las plagas, además de las ganancias económicas que genera y las oportunidades de empleo.

El banco de tierras municipal constituye un registro de parcelas con capacidad agrícola, que supone una alternativa frente al abandono de estos terrenos porque según el diputado, "hay que poner imaginación para frenarlo".

Los terrenos aportados al banco de tierras pueden encontrarse en estado de abandono o en producción y se ofertan, principalmente, para su arrendamiento a personas interesadas en cultivar tierras y los acuerdos entre las partes sobre los aspectos económicos, el plazo de arrendamiento y otras condiciones, son libres.

Además, permite a los propietarios el ahorro de los costes de mantenimiento al estar cultivadas las tierras.

Las personas interesadas en cultivar tierras en el municipio pueden consultar fácilmente la oferta disponible, bien sean superficies medianas y grandes, o bien, suelo agrícola para pequeños huertos de autoconsumo o de ocio.

Es el propio Ayuntamiento el que crea el registro administrativo que constituye el banco de tierras y facilita el contacto entre propietarios e interesados en cultivar las tierras aunque ni el consistorio ni la Diputación intervienen en los acuerdos que se alcancen entre las partes.

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