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La Fonteta está apurando tanto sus sesiones de baloncesto que cada vez que hay una opción de que sea la última de algo, el ambiente ... en el pabellón es tensión. Extraño. Porque nadie sabe si hacerse una última foto por si acaso con el vecino de asiento. Esa sensación, que también se palpaba en el tercer partido de la semifinal de la Eurocup contra el Hapoel Tel Aviv, continuó hasta que un tercer cuarto histórico del Valencia Basket, con un 34-8 que llevó el duelo contra el Gran Canaria a un 78-49 con sólo diez minutos por delante que dejaba todo claro. Siempre ocurre en una serie corta casi sin descanso entre los partidos, que los dos equipos sabían que de la Fonteta se iba a salir con un 1-0. Un triunfo que, además, servía de alivio para todos esos aficionados que sintieran los nervios de esa posible última vez. Al partido 1.004 de la Fonteta le seguirá como mínimo el 1.005 y el 1.006 se asegurará si los taronja logran cerrar la serie este miércoles en el Gran Canaria Arena.
Para la hemeroteca, las cosas como son, que hubiera sido el último de la Fonteta sería algo terrible puesto que hubiera supuesto no cerrar una de las peores rachas como local de la historia del club. El Valencia Basket comenzó el playoff encadenando cinco derrotas seguidas en casa en los cuartos de final por el título, entre las temporadas 2022 y 2024. Para encontrar, hasta la de este lunes, la última victoria en la Fonteta en postemporada había que viajar a junio de 2021 (78-73 frente al Baskonia). En plena pandemia y sin casi público. Para encontrar una con el ambientazo que se vivió contra el Gran Canaria había que escarbar hasta junio de 2019, con un 79-76 frente al Unicaja. Todo eso quedó borrado.
En un triunfo coral, como siempre lo es en Valencia Basket, Jean Montero tenía muchas ganas de reivindicarse sobre la pista. El dominicano es un competidor y no le gustó perder la carrera del MVP. No sólo con Marcelinho Huertas, el ganador, sino con Ante Tomic que quedó segundo en la votación. Saltó a la pista con el mismo fuego que siempre en la mirada pero con ganas de demostrar. Sus 15 puntos al descanso ya habían merecido varios cánticos corales de «¡MVP, MVP!» por parte de la grada. Lo que más sorprende del dominicano es la tranquilidad con la que asume que va ir aniquilando defensas rivales cuando entra en combustión. No hay que olvidar que en su carnet pone que tiene 21 años. Ese momento de locura del dominicano fue clave cuando el Gran Canaria apretó en el segundo cuarto y el primer partido de la serie se decidió en lo que se habló en el vestuario al descanso. El 44-41 era un aviso tan claro de los de Lakovic, y más teniendo en cuenta los precedentes de la temporada, que no cabía otra que salir al tercer cuarto con la intención de no hacer prisioneros. El 11-0 de salida (55-41) fue el primer aviso de un huracán de baloncesto, tanto en ataque como en defensa, que se llevó por delante el encuentro. El parcial de 34-8 en el tercer cuarto llegó con una estadística espectacular para los taronja; con 7 de 11 en triples, 4 de 5 en tiros de dos, 13 rebotes, 7 asistencias y 4 recuperaciones que permitieron un 50 a -3 de valoración en esos tres minutos. ¡53 puntos de ventaja sobre el rival!
El triunfo de los de Pedro Martínez, el número 26 de 35 partidos disputados en la ACB, llegó con la misma contundencia estadística con la que han dominado la temporada regular. El que posiblemente, y casi podríamos quitar ese freno de mano escrito, es el mejor equipo estadístico de la historia de la ACB (en una misma temporada ha batido los récords históricos de rebotes, triples anotados, asistencias y valoración) sumó en estos cuatro apartados del juego 43, 16, 16 y 111. Los 16 triples, en el juego del Valencia Basket parece que no cuestan meterlos, se quedaron a dos del mejor registro de la historia de un partido de playoff en la Liga Endesa que tiene el Barça con 18 desde 2023. Si los taronja llegan lejos esta temporada en la lucha por el título es una marca que oposita a ser aniquilada.
Sería injusto no analizar el partido de jugadores como De Larrea o Jones. El pucelano, por impacto en la pista y trascendencia del choque, se marcó una puesta en escena tremenda. Más allá de sus 10 puntos y 7 rebotes. Que también lo fueron. Con su decisión de quedarse al menos un año más formándose en España, de la mano de Pedro Martínez, es normal que Scariolo no pueda disimular la sonrisa cuando le preguntan por el base. Jones no lo está pasando bien este curso. Es algo normal, puesto que tuvo que subirse al tren en marcha tras su lesión en un equipo que ya iba lanzado y con un ritmo de juego que, las cosas como son, no es el que mejor se adapta a sus características. Aunque sufrió en su primera rotación, completó un trabajo serio (13 puntos, 5 rebotes y 16 de valoración) y el mejor +/- en pista de su equipo con +27. En un escenario de playoff ganador del Valencia Basket una versión del base de Garland cercana a su 'prime' se antoja como muy importante para dar relevos de calidad a Badio y Montero.
El arte de saber sufrir
Cuando Montero calentó la muñeca, en el 17-9 llevaba los mismos puntos que el Gran Canaria, el Valencia Basket comenzó a asentarse en el parquet poniendo su habitual velocidad de crucero cuando logra cerrar el rebote y correr (22-11 y 26-15 al final del primer cuarto con un 4 de 5 en triples). Aunque lo más vistoso del encuentro fue el espectacular tercer cuarto, el saber apretar los dientes en el segundo donde el Gran Canaria impuso su estilo para ganarlo 18-26 fue igual de clave para viajar a Las Palmas con el 1-0 de la serie. El equipo de Lakovic logró que los taronja jugaran demasiadas posesiones en 5x5 y ahí, cuando no se alterna con velocidad, el motor del Valencia Basket suele gripar unos minutos. Lo aprovechó el equipo amarillo para acercarse en el marcador (32-30) pero sin lograr culminar la remontada. A ello contribuyó Sentina, recuperado de su torcedura de tobillo en el duelo contra el Breogán, con dos triples tras rebote ofensivo (37-32 tras el segundo) y un arreón de Badio que permitió a los valencianos defender, al menos, que se marchaban por delante al descanso (44-41). Cuando Jones subió, con un triple, el 81-49 Jones en el arranque del último cuarto (y la renta llegó hasta el 85-69) de pico los dos banquillos cerraron mentalmente el primer partido. Pedro Martínez aprovechó ese tramo para poner en pista a Soriano, que un gran Costello descansara, y testar algunas opciones tácticas para el futuro.
Valencia Basket: Montero (21), Badio (7), Puerto (4), Pradilla (3) y Reuvers (8), quinteto inicial, De Larrea (10), Jones (13), López-Arostegui (5), Ojeleye (3), Sestina (8), Soriano (5) y Costello (11).
Gran Canaria: Albicy (3), Thomasson (6), Brussino (7), Shurna (-) y Tobey (11), quinteto inicial, Kljajic (3), Homesley (5), Pelos (12), Salvó (13), Conditt IV (4), Samar (2) y Diop (8).
Parciales: 26-15, 18-26 (44-41), 34-8 (78-49) y 20-25 (98-84).
Árbitros: Caballero, Torres y Fernández.
Incidencias: 6.668 espectadores.
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