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El Valencia Basket y la Euroliga tienen el paso tan cambiado, a lo largo de 25 años, que la situación ya está al límite entre ... el reportaje de investigación y el meme. Repasando la hemeroteca, y el cruce de caminos, hay episodios surrealistas. El último, el mejor ejemplo. En el verano de 2024, tal y como pudo confirmar este periódico, el equipo taronja era el elegido para cerrar la competición cuando la Euroliga pensaba que al Alba Berlín se le terminaba su licencia. Todo cambió cuando los alemanes alegaron que tenían un año extra, firmado en su momento por Jordi Bertomeu, y la Euroliga, para evitar una posible denuncia, claudicó aunque esa tensión ponía fecha de caducidad al proyecto berlinés. Así ha sido, con el anuncio del Alba de que se sale del universo de la Euroliga (incluyendo la Eurocup) y se marcha a jugar la Champions de la FIBA. Señalando, por cierto, antes de cerrar la puerta a las exigencias económicas sobre los clubes no propietarios: «Las condiciones para asegurar una plaza en la Euroliga han cambiado drásticamente en los últimos años. Con nuestros valores y nuestro proyecto, centrado en la sostenibilidad financiera, la colaboración y el desarrollo del deporte, queremos seguir ayudando a dar forma al futuro del ecosistema del baloncesto europeo». El movimiento de salida del Alba Berlín un año después de taponar la presencia del proyecto de Juan Roig, y ahí viene el meme, que no significa que ese hueco generado lo vaya a ocupar el Valencia Basket. No son, para nada, vasos comunicantes.
Lo único cierto, antes de la decisión de si se expande la competición, es que la Euroliga tiene ahora mismo una vacante. El contexto llega con el proyecto de Juan Roig sin decidir el camino a tomar, si seguir en el lado de la Euroliga-Eurocup o marcharse con la BCL, una vía que abre a medio plazo la opción de disputar la competición europea de la NBA. Más aún teniendo en cuenta que, como avanzó LAS PROVINCIAS, la competición donde Adam Silver es comisionado está monitorizando el proyecto del Valencia Basket con la llegada del Roig Arena. Es cierto que la entidad taronja está negociando desde hace varios años con la Euroliga, con hilo abierto de comunicación entre Motiejunas y Enric Carbonell, pero los últimos movimientos del torneo no gustan en Hermanos Maristas. En concreto, la subasta en la que se están convirtiendo las wildcards subiendo el precio sin que lleguen a cambio ingresos. Algo, los ingresos, que sigue en manos de los clubes propietarios y donde el resto, si no acaban clasificados por encima del puesto 14, no ven un euro.
En la última ocasión en la que el Valencia Basket disputó la Euroliga con una invitación, en la temporada 2023-2024 tras la renuncia del Gran Canaria, el canon fue de 500.000 euros en formato de depósito que después se devolvió, tal y como se refleja en las cuenta de resultados de esa temporada. El pasado curso, el canon para las invitaciones se elevó a 1.000.000 de euros. Ahora, con Dubai como una de las opciones, la cantidad se está multiplicando aunque podría ser diferente para cada participante. Es decir, proyectos como el del emirato o el del Hapoel Tel Aviv, que tienen un año asegurado por ganar la Eurocup pero también quieren estabilidad, están dispuestos a pagar 15 millones por tres años de licencia. Un precio fuera de mercado para el Valencia Basket.
La gran duda para la entidad taronja llega en el caso de no acceder a la Euroliga esta temporada, puesto con el Unicaja, La Laguna Tenerife o Alba Berlín en la BCL, sólo el paso del Valencia Basket ya aseguraría un nivel similar, o más alto, al de una Eurocup sin los taronja o el Hapoel Tel Aviv. Más aún en un escenario donde el Gran Canaria o el Joventut también están haciendo cuentas para decidir si dejan la Eurocup. En la vía de la FIBA, además del aliciente de tener un acceso a la competición futura de la NBA en Europa, el ganador de la competición puede ingresar, dependiendo de los resultados de la fase previa, más de 1,5 millones. En la Eurocup, con un nivel deportivo similar, los ingresos medios «son de 100.000 euros y si ganas la competición sube a 400.000», tal y como declaró el director general taronja, Enric Carbonell, en una entrevista en este periódico el pasado 6 de febrero. En la última participación del Valencia Basket en la Euroliga el club ingresó 230.000 euros quedando en el puesto 13 de la competición. En la reciente Final Six de la Euroleague Women de Zaragoza, donde Rubén Burgos fue elegido como mejor entrenador de la temporada, Enric Carbonell coincidió con Jorge Garbajosa, presidente de FIBA Europa. Con las dos vías abiertas, puesto que la entidad de Juan Roig aún no ha decidido que vía tomar, todo detalle es importante.
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