Nate Sestina se queda en el Valencia Basket
El de Pensilvania cumplirá su segundo año de contrato. Con su confirmación se cierra una plantilla taronja de 14 con la que comenzará Pedro Martínez la primera temporada del Roig Arena y que está abierta a algún refuerzo durante el curso
Nate Sestina cumplirá su segundo año como jugador del Valencia Basket, es decir el contrato completo que firmó el pasado verano hasta junio de 2026. ... Ha sido una de las decisiones más meditadas del mercado por todos los estamentos de la entidad taronja, puesto que había muchas aristas que considerar a nivel táctico y de confección global de plantilla, pero tras evaluar todas las variables se ha decidido, tal y como ha confirmado este periódico, mantener la continuidad en el contrato y no efectuar el corte que en este caso no figuraba en ninguna cláusula temporal sino que, en caso de haberse ejecutado hubiese sido una rescisión pura y dura. Como la que llegará, por ejemplo, con Ethan Happ si la entidad no encuentra ninguna salida a modo de cesión. Es el mismo caso que el de Bozic, aunque con el croata se está negociando su marcha al Covirán Granada tras la decisión de la ACB de repescar al equipo nazarí tras no aceptar la inscripción del Baloncesto Sevilla. El acuerdo es casi total a falta de pequeños flecos, donde el Valencia Basket quiere al menos ahorrarse del salario de la segunda temporada que tenía firmada con Bozic lo que el croata cobrará en su nuevo destino en la ACB.
Sestina, al marcharse de vacaciones, fue el primer conocedor de la situación y de los motivos que llevaban en ese momento al club a reflexionar sobre su futuro. Ahora, que ya recibido la comunicación del Valencia Basket de que su contrato sigue vigente en su segunda temporada, ya sabe todo los aspectos que tiene que mejorar en el curso 25-26. Sus virtudes están claras, firmó un 41,4% en triples en la ACB el pasado curso y un 87,5% en tiros libres, pero el pobre 2,8 en rebotes y sus lagunas defensivas, tanto a nivel individual como en la concepción táctica de la defensa de equipo hicieron saltar las dudas. Pedro Martínez no pudo ocultar en muchos momentos de partidos su desesperación por esos errores defensivos del exjugador del Fenerbahce.
El de Pensilvania regresó a casa, donde se ha casado hace pocas fechas, sabedor de que podía salir del club pero con el convencimiento, así lo mostró a todos sus superiores, de que si el club le daba esa segunda oportunidad no se iba a arrepentir. Ahora le toca demostrarlo en la pista. Haber dejado esta decisión para el final permitió al Valencia Basket valorar todos los aspectos. Ahora, con Nate Sestina confirmado, se ha cerrado una plantilla de 14 jugadores con la que Pedro Martínez comenzará la primera temporada en el Roig Arena. Dependiendo de cómo vaya el curso se valorará subir a 15, tras evaluar las necesidades o los eventuales problemas físicos. Ahí también residía uno de los aspectos a favor de Sestina. Con una pretemporada que se presenta muy complicada, contando sólo el Eurobasket el técnico taronja se expone a seis bajas que pueden estirarse hasta mediados de septiembre, tener a Sestina permite que no cojee tanto la pintura en una fase tan importante de un curso como es la pretemporada. Con Costello disputando el Afrobasket con Costa de Marfil y Pradilla y Sima con muchas opciones de estar en la lista final de España, antes de tomar la decisión de confirmar a Sestina, Pedro Martínez tenía sólo la seguridad de tener a Neal Sako y Nate Reuvers para comenzar el trabajo el lunes 25 de agosto.
Sestina ya se marchó de viaje de novios con la confirmación de que cumplirá su segundo año en el Valencia Basket. Otro factor importante en la decisión. Tras un aterrizaje complicado desde el baloncesto turco, por la complejidad táctica que supone el cambio de estilo que propone Pedro Martínez en los dos lados de la pista, un segundo año ya sin partir desde cero permite abrir la puerta a esa mejora. Como ocurrió con Nate Reuvers, tras una primera temporada que también dejó muchas dudas. El técnico siempre ha estado muy contento con la actitud del jugador en el trabajo del día a día. También el club con su implicación. Todo son detalles pero el americano fue de los que más sufrió el golpe tras perder la Liga con el Real Madrid, sabedor de que podría ser su último partido sin poder despedirse de una afición que siempre le ha mostrado su apoyo.
Consciente de que le podían cortar, no dudó en retrasar varios días su vuelo de regreso a Estados Unidos para estar en la comida de despedida de la temporada y compartir mesa, además de con sus compañeros, con las tres personas que tenían que decidir sobre su futuro. Ahora, podrá seguir contagiando su energía y carisma en pista, y mejorar en el rebote y en la defensa, en el Roig Arena.
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