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Doornekamp celebra la victoria taronja.

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Doornekamp celebra la victoria taronja. J. Signes

Y ahora, a por el Real Madrid

El Valencia Basket tumba al Unicaja y se mete en su séptima semifinal de la ACB | Siete puntos seguidos de Labeyrie enloquecen a la Fonteta y certifican la primera remontada taronja en una serie de playoff que arrancó 0-1

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Martes, 4 de junio 2019

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Tercer partido de cuartos de final del playoff de Liga Endesa. El Valencia Basket recibe en la Fonteta al Unicaja a las 21 horas.

El conjunto taronja se la juega al todo o nada tras empatar la eliminatoria el domingo por 69-76 en el Carpena.

Jaume Ponsarnau cuenta con: Van Rossom, Sastre, San Emeterio, Dubljevic, Will Thomas, Guillem Vives, Antoine Diot, Rafa Martínez, Alberto Abalde, Doornekamp, Louis Labeyrie y Mike Tobey.

El técnico del Unicaja, Luis Casimiro, tiene en sus filas a: Alberto Díaz, Milosavljevic, Fernández, Witjer, Lessort, Salin, Dani Díez, Shermadini, Waczynski, Brian Roberts, Guerrero y Carlos Suárez.

Sigue minuto a minuto el partido de playoff de Liga ACB en lasprovincias.es.

LA PREVIA de J.C. Villena

Ganar o comenzar las vacaciones. El famoso dicho del playoff, aplicable al Valencia Basket en el segundo partido de su serie ante el Unicaja, en esta ocasión será para los dos equipos. Con el 1-1 conquistado por los hombres de Ponsarnau el domingo en el Carpena, tras la sufrida victoria por 69-76, un equipo saldrá esta noche de la Fonteta haciendo la maleta para viajar mañana a Madrid, el jueves comenzará la semifinal frente al conjunto de Laso en el WiZink Center, y el otro pondrá punto y final a la temporada. En el bando valenciano, todos los gestos al abandonar Málaga, en un vestuario que no celebró nada puesto que no se quiere perder un gramo de concentración, evidenciaron que el listón de exigencia sigue siendo el máximo y que la plantilla sigue con su sueño de luchar por el doblete.

La Fonteta tiene que ponerse hoy la camiseta. Como ocurrió en los dos partidos de las semifinales y final de la ACB en 2017 contra el Baskonia y el Real Madrid. Cuando la Fonteta quiere, gana partidos. Así de claro. El Carpena también, o al menos lo intenta. El domingo, cuando el Unicaja estaba cerca de besar la lona (16-32 en el segundo cuarto) la reacción de la grada equilibró las fuerzas y desquició hasta las señalizaciones en pista. El orgullo de San Emeterio en el último cuarto evitó el desastre. Hoy le toca a la Fonteta, a la famosa caldera.

Los precedentes en el baloncesto sirven para analizar tendencias pero bien hará el Valencia Basket en no confiarse en lo que dice la historia con un 1-1 en las 96 eliminatorias de cuartos de final del playoff que se han disputado con el actual formato. En las 38 ocasiones en las que se llegó a un tercer partido, en 29 (un 76,3%) ganó el conjunto que actuaba como local y sólo en 9 la cosa terminó en 1-2. La última de ellas la pasada temporada, cuando el Gran Canaria dejó sin Euroliga al Valencia Basket tras vencer en el tercer partido al entonces equipo de Vidorreta por 89-92. Hay un precedente que hoy la Fonteta quiere vengar. La única ocasión, en un formato a tres, en la que los valencianos levantaron un 0-1 inicial para jugarse el pase delante de su público fue en abril de 1993. El Pamesa logró empatar el cruce frente al Natwest Zaragoza pero perdió el partido decisivo en la Fonteta por 70-74, con una lección magistral de Pepe Arcega, a lo San Emeterio en el Carpena, controlando el partido con 23 puntos. Hoy, 16 años después, hay que vengar aquella afrenta.

Si algo ha quedado claro en los dos primeros partidos de la serie es que los pequeños detalles han marcado la tendencia. El Unicaja necesitó batir su récord de triples anotados en un partido de playoff, los 16 del viernes, para llevarse el primer punto mientras que el domingo se atascó con un 6 de 27. El Valencia Basket deberá cerrar el rebote defensivo, 14 capturas en ataque de los de Casimiro con 6 de Lessort en el segundo partido, para poder correr. Ese poder en la pintura de los malagueños neutralizó la ventaja que tienen los taronja debajo del aro. Dubljevic se dejó el domingo la ceja izquierda luchando con las torres del Unicaja y Tobey comenzó a mostrar su versión de antes del playoff. La única duda física, la reconoció ayer Ponsarnau, la encarna un Will Thomas que lo ha jugado todo en las últimas dos temporadas y que llega con la batería bajo mínimos.

Cuando el Unicaja se puso anoche por primera vez por delante en el partido, a ocho minutos del final, gracias a un parcial de 4-18 (60-61) el fantasma de la final de la Eurocup de 2017 sobrevoló por la Fonteta. No era para menos. Se notó en la pista, con unos segundos de miedo que transportaron a todos los presentes a lo ocurrido hace algo más de dos años. Incluso el 'malo' de la película era el mismo, un Carlos Suárez que desquició a todo aquel, en la pista y en la grada, que llevara alguna prenda taronja. Pero el deporte, y la vida, siempre abre oportunidades al que las busca. Aquella fatídica noche, el Valencia Basket perdió la Eurocup porque no logró encontrar a su juego interior mientras el partido enloquecía. Anoche, el guión fue totalmente distinto.

Un mate sideral de Abalde, que casi tumba la canasta, encendió una mecha (66-61) que acabó por prender Labeyrie. Con 66-64, el francés encadenó un triple más adicional (70-64) y otro triple (73-64) que puso patas arriba a una Fonteta enloquecida con el francés. Mientras el galo repartía besos con los brazos extendidos al cielo, los 7.848 espectadores se arrancaron con un ¡MVP, MVP! que sonó a catarsis. Sí, el Valencia Basket aún se vio abocado a sufrir hasta los últimos segundos por un triple de Roberts (77-74) y Abalde tuvo que cerrar el pase con dos tiros libres... pero siempre se recordará el pase a semis por la locura de Labeyrie, sus besos a la grada y la adrenalina flotando en Hermanos Maristas. Fue un momento mítico.

Lo ocurrido en el vestuario tras la victoria fue el mejor símbolo de lo mal que ha gestionado la ACB, y su televisión oficial, las semifinales. La plantilla taronja reservó fuerzas, teniendo en cuenta que en menos de 48 horas arrancará su semifinal, con viaje de por medio, frente a un Real Madrid que lleva descansando desde el domingo. Los otros dos semifinalistas lo harán el viernes, tras cinco días. «Vamos a ir a jugar una semifinal sin entrenar». Así de claro lo resumió Ponsarnau.

El físico será clave en la séptima semifinal de la historia del Valencia Basket en la ACB. Conviene ponderar el momento, ya que es la sexta en ocho años. La primera tras remontar una serie que comenzó 0-1.

Valencia Basket

Vives (9), Sastre (2), San Emeterio (12), Will Thomas (8), Tobey (17) -cinco titular- Abalde (11), Labeyrie (9), Diot (-), Van Rossom (8), Dubljevic (3), Rafa Martínez (-) y Doornekamp (-)

79

-

76

Unicaja

Jaime Fernández (6), Roberts (12), Milosavljevic (8), Wiltjer (9), Shermadini (14) -cinco titular- Alberto Díaz (3), Dani Díez (5), Waczynski (7), Lessort (4), y Suárez (8)

  • PARCIALES: 25-10, 17-21 (42-31), 16-20 (58-51) y 21-25 (79-76)

  • ÁRBITROS: Martín Bertrán, Peruga, y Castillo. Sin eliminados

  • INCIDENCIAS: partido correspondiente al tercer y último partido de los cuartos de final disputado en la Fuente de San Luis ante 7.848 espectadores

La última décima de la primera parte liberó la tensión de una serie de playoff durísima. Diot lanzó al límite, pidió falta de Dani Díez y al levantarse del suelo se encaró con el jugador del Unicaja. Con la primera parte ya a cero los banquillos se liberaron. En dos segundos los 24 jugadores se arremolinaron en un par de metros cuadrados. Muchas cuentas pendientes, gestos y retos cara a cara. El de Lessort con Vives se forjó el domingo en el Carpena. Al final, Suárez y Abalde emergieron para sellar la paz cerca de la zona de vestuarios, mientras al capitán malagueño le tocó pagar la ira de la grada al ser el último en abandonar el parquet al tener que atender a Movistar Plus. Eso sí, soltó un pequeño dardo: «Es normal, estamos en playoff y pasan estas cosas. No pasa nada. Hoy los árbitros no están pitando y es así, no como en el último cuarto del domingo que lo pitaban todo». Por cierto, el marcador era 42-31 presagiando un segundo tiempo muy caliente.

El Valencia Basket saltó al partido dispuesto a marcar territorio. A base de defender. El ADN del club en los años de éxito. Con el mejor Tobey de la temporada en ataque, ocho puntos seguidos, los taronja amasaron una renta de quince al final del primer cuarto (25-10). A Casimiro ya le habían pitado por entonces una técnica, la segunda nunca llegó.

El conjunto malagueño ganó los siguientes tres cuartos, el dato es objetivo, pero el Valencia Basket logró controlar el partido. También lo es. Los hombres de Ponsarnau supieron gestionar una renta, sin perder la concentración menos en el único momento en el que el Unicaja se puso por delante, pero con un trabajo serio que le llevó, de forma merecida, a la semifinal. Los visitantes arrancaron el segundo cuarto con un 0-7 (25-17) pero dos triples de Vives y una canasta de Tobey devolvieron el marcador a su lugar original (34-20 y 40-26).

En el inicio de la segunda parte los dos equipos subieron el listón defensivo. El Unicaja volvió a recortar desde el 54-41, con un parcial de 6-20 para poner el 60-61. Fue el momento del paso al frente de Dubljevic, San Emeterio y Labeyrie. Siete veces semifinalista... y ahora a intentar tumbar al Real Madrid.

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