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Valencia Basket-Unicaja. Primer partido de cuartos del playoff. EFE
El Valencia Basket contra las cuerdas

El Valencia Basket se asoma al abismo

El Unicaja deja sin argumentos a los taronja en la Fonteta aprovechando las lagunas defensivas de los de Ponsarnau

JUAN CARLOS VILLENA

Valencia

Viernes, 31 de mayo 2019

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Arrancan los playoff de Liga Endesa para el Valencia Basket con un enfrentamiento con el Unicaja en cuartos de final, a las 19:15 horas en la Fonteta.

Con el playoff comienza también el sueño taronja de alcanzar el doblete: EuroCup y Liga. Díficil pero no imposible y sin presión ya que el objetivo de jugar la próxima Euroliga está conseguido. Jaume Ponsarnau recupera a Mike Tobey, que se perdió las dos últimas jornadas por una luxación en el hombro izquierdo, pero no a Matt Thomas que sigue recuperándose tras pasar por el quirófano.

El técnico del Valencia Basket dispondrá de: Van Rossom, Doornekamp, Sastre, Dubljevic, Will Thomas, Abalde, Labeyrie, Antoine Diot, Tobey, Vives, San Emeterio y Rafa Martínez.

El entrenador del Unicaja, Luis Casimiro, cuenta con: Alberto Díaz, Fernández, Waczynski, Wiltjer, Lessort, Sasu Salin, Dani Díez, Milosavljevic, Shermadini, Brian Roberts, Guerrero y Suárez.

Sigue minuto a minuto el partido de ACB en lasprovincias.es.

LA PREVIA de J.C. Villena

El Valencia Basket arranca esta tarde ante el Unicaja en la Fonteta su vigesimocuarto playoff por el título de la ACB, los últimos doce de forma consecutiva. La gran diferencia con respecto al último, muy importante, es que lo hará sin la tensión de no haber alcanzado aún el objetivo más importante de la temporada. El pasado año, ante el Gran Canaria, ese exceso de presión fue una combinación letal después del 1-0 para acabar perdiendo en la prórroga del tercero algo más que una eliminatoria de cuartos de final. La Euroliga se cerró de par en par frente a los amarillos pero hoy la Copa de Europa ya está asegurada para la Fonteta. Todo lo contrario que para su rival, el Unicaja, que llega a la cita con la ambición de eliminar al equipo que no le permitirá jugar con los mejores equipos de Europa el próximo año. Los dos enemigos íntimos, uno de los duelos con más morbo de la ACB moderna, vuelven a verse las caras.

Tanto ha cambiado el prisma del playoff para el Valencia Basket que el objetivo es un órdago a la grande. Con el billete para la Euroliga en el bolsillo, la plantilla taronja sueña con el doblete desde la misma noche que levantaron el trofeo de la Eurocup. Un deseo tan legítimo como complicado, obvio, pero que explica el balance de 8-1 de los hombres de Ponsarnau en el último tramo de la Liga Regular. Lejos de bajar los brazos y la intensidad 'con el trabajo ya conseguido' el vestuario quiere dar guerra en las eliminatorias por el título. El primer escollo no permitirá despistes puesto que el duelo entre el cuarto y el quinto vuelve a ser, como dicta la lógica, el más igualado.

La hemeroteca recuerda que el Unicaja tiene el balance favorable, 3-2, en las cinco eliminatorias por el título que han disputado ambos equipos. Todas ellas han deparado duelos con mucha intensidad en la pista. Los taronja se llevaron el último por la vía rápida, un 2-0 en los cuartos de final de 2016 con una exhibición de Hamilton en el Carpena en el segundo partido, aunque los malagueños ya saben lo que es profanar la Fonteta, donde han ganado al menos un partido en las otras cuatro series. No en vano, el balance en el pabellón de Hermanos Maristas en playoff es de 5-5. Un dato más para mantener siempre la guardia alta frente al Unicaja, como la cifra que recuerda que los andaluces han perdido sus últimos 15 partidos fuera de casa en el playoff y que su última victoria fue, precisamente, en la Fonteta, para poner 0-1 los cuartos de final de 2010 (82-83) en un duelo con un final muy polémico que elevó la tensión en la zona de vestuarios.

La gran novedad en el Valencia Basket es la recuperación de Mike Tobey tras superar su luxación ene el hombro mientras que Matt Thomas seguirá de baja. Los doce jugadores que están actualmente sanos serán los que disputen la primera ronda. En caso de pasar a semifinales el cambio de normativa de esta temporada aún le da un margen al escolta americano tal y como reza el artículo al respecto en las bases de competición de la campaña 18-19: «Se permiten altas y bajas de jugadores que ya habían sido inscritos (es decir, en ningún caso nuevas incorporaciones) en el periodo entre la finalización de los cuartos de final y el inicio de las semifinales, así como entre la conclusión de las semifinales y el comienzo de la final. El plazo para realizar estos cambios finaliza a las 20h del día previo al primer partido de semifinales (plantilla definitiva para toda la serie) y de la final (ídem)».

Los dos equipos llegan en una dinámica similar (5-1 en los últimos seis partidos) gracias, en el caso andaluz, a la recuperación del capitán Carlos Suárez, ausente en la dolorosa derrota del Unicaja la última vez que pisó la Fonteta el pasado 24 de abril (96-57). El equipo de Luis Casimiro ha realizado movimientos desde entonces, rescindiendo el contrato de Boatright tras el regreso de Jaime Fernández y Alberto Díaz, fichando al pívot Rubén Guerrero activando la ficha de Salin, recuperado de una distensión en el gemelo, y dando de baja a Okouo. Es decir, presentan un equipo más compacto que hace un mes. El Valencia Basket tratará de hacer valer los precedentes ante el Unicaja en casa (9-1 en los últimos diez partidos) para viajar mañana a Málaga con la opción de finiquitar en el Carpena.

Toda película que se precie tiene que tener un villano. No es peyorativo, es lo que le da salsa a los guiones. Ayer para el Valencia Basket fue Milosavljevic. El serbio parecía un actor de reparto al descanso, con 4 puntos y 6 de valoración, pero se merendó la segunda parte. La exhibición del alero en esos dos cuartos, donde tumbó de forma consecutiva a Doornekamp, San Emeterio y Sastre, terminó en un auténtico clínic de cómo leer los espacios y las ventajas creadas por un primer bloqueo central que Jaime Fernández controla como nadie. Sus puñales, 24 puntos en la segunda parte (17 de ellos en el tercer cuarto de los 25 de su equipo), elevaron su valoración a los 30 y su efectividad a un 6 de 7 en triples. El 16 de 33 global del Unicaja desde más allá del arco fue clave para ganar un partido fuera de casa en un playoff tras 15 derrotas. El destino es caprichoso, la última victoria como visitante de los malagueños fue precisamente en la Fonteta (82-83 en el primer partido de los cuartos de final de 2010). La Fonteta, cuando sonó la bocina final, fue justa. Pese a la lógica decepción la afición se negó a pitar a su equipo. El de anoche será el último partido en Hermanos Maristas si mañana los taronja no logran empatar la serie. Honores a un equipo que este año fue campeón y que ha devuelto la música de la Euroliga a Valencia.

«He decidido no apostar por él en la rotación. Es cierto que con el daño que nos han hecho los aleros me he podido equivocar al no ponerle». La frase la pronunció Jaume Ponsarnau tras el partido al ser preguntado por la ausencia de Abalde como último recurso ante la exhibición de Milosavljevic. No es normal esa sinceridad cuanto te acaban de plantar un 0-1 en un playoff, con lo que es ponderable. Sí, a la rotación taronja le faltó explorar en la profundidad del gallego tras la hemorragia en el triple, los 16 del Unicaja fueron su mejor marca en un partido por el título, y no estirar a nueve (casi un cuarto entero) los minutos en pista de un Diot que quiere pero no puede. Cuando tienes delante a Fernández, Díaz y Roberts cualquier detalle es decisivo. La inoperancia de Will Thomas, con un -10 en el ratio del +/-, unido al gris regreso de Tobey tras su lesión en el hombro terminó decantando la balanza para un Unicaja que leyó, y secó, el daño que el Valencia Basket le hizo en la pintura al Baskonia hace una semana. El mejor ejemplo fueron Lessort y Guerrero, que calentaron el lomo a Dubljevic durante todo el partido para acabar desgastando al mejor interior taronja.

Valencia Basket

Van Rossom (15), Sastre (6), San Emeterio (9), Will Thomas (12), Dubljevic (10) -cinco titular- Labeyrie (2), Tobey (6), Vives (11), Rafa Martínez (4) y Doornekamp (3)

78

-

85

Unicaja

Jaime Fernández (10), Waczynski (16), Milosalvjevic (18), Wiltjer (10), Lessort (4) -cinco titular- Alberto Díaz (3), Salin (-), Dani Díez (-), Shermadini (6), Roberts (-), Guerrero (-) y Suárez (8)

  • PARCIALES: 27-30, 16-10 (43-40), 17-25 (60-65) y 18-20 (78-85)

  • ÁRBITROS: Peruga, Aliaga y Torres. Sin eliminados

  • INCIDENCIAS: Primer partido de los cuartos de final de la Liga ACB disputado en el pabellón de la Fuente de San Luis ante 7.649 espectadores

Pese a todo, el Valencia Basket se agarró cuando parecía que se iba caer (62-76 con el punto 25 de Milosavljevic). Un parcial de 8-3 (70-79) metió por última vez a los valencianos en el partido, más por corazón y por empuje que por baloncesto, pero los tres ataques seguidos fallados con el marcador sin moverse, una discutida falta en ataque de Van Rossom sobre Díaz y un triple de Fernández (71-82) facturaron la victoria, merecida, de camino a Málaga.

El Valencia Basket luchará mañana contra su historia, nunca ha levantado una serie que comenzó perdiendo 0-1 en la Fonteta, y el mejor camino para encontrarlo será revisar el trabajo de ayer en el segundo cuarto. Tras la borrachera anotadora del primero, 27-30 en el marcador y 37-35 en la valoración, los dos técnicos buscaron equilibrar el juego en la defensa. Lo lograron los taronja, dejando en 10 puntos al Unicaja en el segundo cuarto, donde la presencia defensiva de Labeyrie fue fundamental, jugó el cuarto entero, bien secundado por Dubljevic, Doornekamp, Van Rossom, Sastre y Vives. El problema es que tras el 43-40 con el que se llegó al descanso se varió ese rumbo, en la pista y en el banquillo, y el equipo malagueño no desaprovechó el regalo, con Milosavljevic de mariscal, para poner patas arriba la Fonteta.

El equipo de Casimiro dejó claras sus intenciones desde el 45-43, con un parcial de 7-17 que hicieron saltar las alarmas (52-60). San Emeterio contestó (56-60) pero Milosavljevic siguió castigando hasta el 56-65 cuando se acercaba el toque de campana del tercer cuarto. Dos canastas seguidas de Will Thomas, su mayor incidencia en el partido, dejó el primer punto en el aire (60-65). Pero Unicaja ya había visto la sangre y se trabajó un merecido triunfo con el que viajar al Carpena.

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