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Jones se eleva para lanzar ante la defensa del Real Madrid. acbphoto/mariano pozo

Derrota del Valencia Basket en la Copa entre el honor y el cabreo (86-85)

El equipo taronja se marcha de Badalona tras caer contra el Real Madrid y enfadado con el arbitraje. Jones tiene el tiro de la victoria, donde recibe falta de Yabusele no señalada, y el equipo blanco sigue siendo una bestia negra en el torneo para los de la Fonteta

Juan Carlos Villena

ENVIADO ESPECIAL BADALONA

Jueves, 16 de febrero 2023, 23:37

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Respiró hondo. Varios segundos. Negó con la cabeza y se coló un leve suspiro en el audio de la sala de prensa. Después de todo eso, contestó a la pregunta sobre el arbitraje sufrido ante el Real Madrid donde, sin esconder su enfado, supo escoger sus palabras. La secuencia fue de Álex Mumbrú y resume a la perfección el sentimiento con el que el club, entero, se marchó del Olímpic y de la Copa. Con una mezcla de honor por la forma en la que compitió hasta el último segundo y de la lógica sensación que queda cuando pierdes de un punto un partido tan físico como el que abrió el torneo de Badalona y la estadística refleja un 37-17 en tiros libres anotados y un 15-24 en faltas. Con 86-85 en el marcador, y el último balón para Jones, el marcador local debería haber subido a 16, puesto que hay una falta de Yabusele en el cambio de ritmo del de Garland, que no quiso que el gesto de pedir la falta le restara concentración para el tiro final. Lo falló, tampoco acertó tras el rebote y el Real Madrid se llevó el partido. Un partidazo, incluso con sus errores, deslucido por ese regusto amargo diez días después de que el Valencia Basket elevara una queja formal a la ACB por el arbitraje sufrido en el Palau contra el Barça.

La Copa es mucho más que baloncesto. El gesto de la organización de incluir la imagen de Javier Pérez Palomo en la presentación del Valencia Basket, justo después de Mumbrú (el histórico seguidor taronja era un acérrimo defensor del trabajo de los entrenadores) fue muy emotivo. Javier falleció el pasado mes de septiembre a los 57 años y hubiera cumplido en Badalona su Copa número 25. Su mujer, Julia, y sus hijos Sara y Charly, asistieron al partido. El baloncesto, para los amantes de la pelota naranja, es lo más importante de las cosas menos importantes de la vida. La historia de la entidad valenciana con el torneo sigue siendo de amor y odio. El título del 98 cumplirá antes de la edición de 2024 los 26 años de vigencia, el Real Madrid sigue siendo el equipo maldito para los taronja y, aunque se cayó con honor, la entidad encadena por primera ver tres años cayendo en cuartos.

Los errores propios castigaron a los de Mumbrú antes del dramático final. Cuando el Real Madrid subió su máxima renta (3-15) el Valencia Basket estaba en un 1 de 10 en triples y la lucha en el rebote (la baja del lesionado Webb III fue clave) ya evidenció que iba a ser un agujero. Pese a todo, y esa es la parte por la cual puede salir reforzado el equipo pese a la derrota para lo que resta de temporada, los de la Fonteta le levantaron de todos los golpes, con la ayuda de una afición que llenó de taronja las gradas del Olímpic dejando una gran sensación, para volver a meterse en el partido. Ahí, la enseñanza de los partidos al límite en la Euroliga ha servido para formar una coraza como grupo que hace que siempre compitan hasta el final. Algo que cuando llegan los momentos importantes de la temporada, resulta clave.

Los taronja estuvieron sólo por delante 36 segundos en el partido. La última vez, en un 79-81 tras tiros libres de Harper. Ahí, el parcial arrastrado desde la máxima renta blanca en los siguientes 25 minutos de partido, era de 48-66. Ahí, tras ese 79-81, llegó el momento clave del partido. El Valencia Basket no supo estirar la renta para añadir una mayor dosis de presión a una rotación blanca que Chus Mateo fue reduciendo al máximo mientras iba avanzando el partido. Un estirón del Real Madrid, con un triple de Deck que hizo mucho daño tras dos rebotes ofensivos y una canasta de Hanga, llevó el marcador hasta un 85-81. Con 85-83, López-Arostegui falló un triple que hubiera vuelto a dar una ventaja a los taronja ya entrando en el último minuto. Hanga subió el 86-83 y Jones, el mejor de nuevo de su equipo con 20 puntos, anotó la que iba a ser la última canasta del partido (86-85).

Aunque Radebaugh anotó la primera canasta (0-2), el Valencia Basket se contagió del frío ambiente en el arranque, los partidos inaugurales suelen ser así, pero es que en esta ocasión también se vieron demasiadas butacas blancas en el primer choque. Ahí, pese a los malos porcentajes, el 21-13 del primer cuarto comenzó a evidenciar que el Real Madrid tampoco estaba en una de sus mejores tardes en cuanto al acierto. Al descanso, 41-34 dejó claro que había dejado pasar la oportunidad de tumbar a un rival que había firmado un 4 de 18 en triples y en un partido donde la valoración al paso por vestuarios era de 55-32. Después, pasó todo lo que pasó. Mumbrú, en esa rueda de prensa donde hizo eternos los segundos antes de hablar sobre el arbitraje homenajeando al gran Jesús Quintero, se permitió ironizar cuando fue preguntado sobre lo que tiene que hacer el club después de haberse quejado de forma formal hace menos de dos semanas con un nulo efecto: «Intentar llegar seis o siete arriba a los últimos segundos». Lo peor del partido, sin duda, la lesión en la rodilla de Llull. El balear abandonó el pabellón en muletas.

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