Bruno Squarcia, el pionero del Valencia Basket que triunfa en Madrid
El manchego de nacimiento jugó en el primer equipo del club tras su fundación en 1986. El actor regenta dos locales de restauración en la capital donde siempre presume de su pasado en la Fonteta: «Fue uno de los periodos más felices de mi vida»
La familia taronja tiene el orgullo de tener a un enviado especial en Madrid. Bruno Squarcia (Albacete, 1963) formó parte de la primera plantilla de la historia del Valencia Basket tras su creación en 1986 puesto que formaba parte del equipo que defendió por última vez la camiseta de la sección de baloncesto del Valencia C. F., que fue a la que se le compró los derechos para inscribir a la nueva entidad. El exjugador, con sangre italiana, es propietario del restaurante Ouh Babbo que está muy cercano al Teatro Real. Actor y hostelero, regenta también una tienda especializada en productos italianos llamada Brunetti. Desde esos dos negocios, su corazón de baloncesto late para toda Madrid puesto que uno de los aspectos de los que más presume es de su legado en el club. «El Valencia Basket significa uno de los periodos más felices de mi vida porque cuando jugué en el club el baloncesto no tenía mucha tradición en la ciudad», resume para este periódico antes de dar un servicio de comidas: «Formar parte de la plantilla del primer equipo que tuvo el club en su historia fue un orgullo y un sueño realizado».
Bruno Squarcia comenzó a jugar a baloncesto en el colegio El Pilar de Valencia pero su gran salto llegó en su primer año de senior cuando fichó por el Llíria donde recuerda que en el pabellón antiguo «no nos ganaba nadie». Desde allí dio el salto al Valencia C. F. de la mano de un histórico como Bayarri y esa experiencia previa a la fundación del club que en 2025 está disputando su tercera final de la ACB le permite poder evocar a la Fonteta antes de 1986: «El primer recuerdo que tengo de la Fonteta me lleva a cuando jugábamos con la sección de baloncesto del Valencia porque jugábamos allí los partidos. Cuando se fundó el actual club, en la primera temporada de aquel Valencia Hoja del Lunes que es donde yo jugué, que luego se convirtió en el Pamesa, los partidos de casa los jugábamos en La Canaleta de Mislata. Aquel era un baloncesto de compromiso total. Hace poco contacté con Ron Crevier que era aquel jugador canadiense que medía 2.10 y en esa época era un espectáculo. De aquel equipo he tenido contacto con Paco Guillén, Pallardó o Lluch».
«Vivir en directo la primera victoria en un partido de la final de la ACB, habiendo jugado en el Valencia Basket, fue un recuerdo maravilloso. Fue una explosión de felicidad», evoca cuando se le recuerda la final de 2017. Squarcia fue comentarista en Intereconomía Valencia y volverá a repetir este domingo ocho años después en el segundo partido de la final: «Ahora volvemos a tener esa ilusión de nuevo con Pedro Martínez. Traerlo de vuelta ha sido un gran acierto y el actual estilo es más explosivo, único y está batiendo récords. Es verdad que tiene un peligro, como vimos en el primer partido de la final, y es que si no estás inspirado en el triple puedes ser más vulnerable pero cuando están inspirados pueden ganar a cualquiera». Squarcia amenizó durante la pandemia con su gran voz a los vecinos de Arturo Soria y López de Hoyos, cantando desde el balcón enfundado con un chándal retro del Pamesa de 1986.
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