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Rafael Nadal.
Dudi Sela paga los platos rotos
quinta jornada

Dudi Sela paga los platos rotos

Espectacular partido de Rafa Nadal en Australia, que avanza con paso firme y sin rastro de los mareos padecidos en la ronda anterior (6-1, 6-0 y 7-5)

Miguel Sesé

Viernes, 23 de enero 2015, 00:38

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Dudi Sela se levantó esperanzado, algo que no suele ser habitual cuando te vas a enfrentar a una bestia todoterreno. El motivo era que existía cierta zozobra a la hora de ponderar cómo llegaría su adversario a un encuentro que podía ser un sueño para él, pero también una pesadilla. Y lo que se encontró fue un absoluto tormento. Y es que Rafa Nadal sí fue Rafa Nadal en la noche del viernes (mañana del viernes en España). Después del desfallecimiento que casi acaba con sus aspiraciones en Australia frente al estadounidense Tim Smyczek, el balear sacó lo mejor de sí mismo y se mostró completamente recuperado para aplastar a su rival israelí en tres cómodos sets y alcanzar los octavos de final (6-1, 6-0 y 7-5).

En la previa ya se vislumbraba que el devenir del partido dependería exclusivamente del estado físico del número tres del mundo, y las primeras sensaciones no pudieron ser mejores. Sela, sabedor del monstruo que tenía enfrente, midió sus sensaciones dejando cortas un par de bolas para ver si Rafa estaba bien, si las corría o no y, en definitiva, si iba a tener alguna mínima opción de triunfo. Lo que se encontró enfrente fue aterrador para él, ya que sus ataques fueron repelidos con un derechado inapelable y una contradejada a la que no pudo responder. Desde entonces Nadal guiñó el ojo a su esquina y Sela sólo buscaba el momento de dar la mano, recoger su bolsa y marcharse a casa.

Nadal concedió un juego, sólo uno, y cerró el parcial con comodidad

4-0 en un suspiro

Lo que vino después no cambió en nada el panorama. Rafa era un ciclón que demostraba dos cosas de forma simultánea. La primera, que estaba perfecto. La segunda, que quería permanecer en la pista el menor tiempo posible. El insistente calor, a pesar de jugar en el turno de noche, seguía ahí, y toda precaución era poca. Contra esto, lo mejor de sus tenis. Derechas asentadas que volaban sobre la red como puñales y un revés que corría como en sus mejores tiempos.

Con 4-0 en el segundo, Sela se atrevió a sacar todo su talento en un 'passing' de derecha cruzada colosal. Rafa la vio fuera, y el 'Ojo de halcón' le dio la razón. Fue el único momento de relajación. El israelí abrió los brazos, lamentó lo sucedido y le censuró con una sonrisa la petición a Nadal. 'Déjame al menos una' pareció decir, algo que provocó el aplauso de la grada y la carcajada del balear, que para entonces ya sabía que tenía el partido en sus manos. El segundo parcial se cerró con un 'rosco', y el tercero, ya con todo el mundo mucho más relajado, sirvió para ver que Sela es un tenista dotado de una calidad extraordinaria.

A nada que Nadal se relajó, Sela intentó meterse en el partido. Dispuso el israelí, con tres iguales, de dos bolas de 'break' que habrían podido alargar de forma preocupante el encuentro. Rafa supo que era el último momento de apretar, las levantó con autoridad, sostuvo su servicio y salió de nuevo disparado a cerrar el partido, algo que consiguió con el 7-5 final.

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