Salva Palau doma su potente zurda

Como en todos los deportes, cuando algo se sale de la norma es más complicado de afrontar. Una condición como puede ser el brazo dominante puede determinar el juego y en la pilota valenciana eso se hace patente en los zurdos. Salva Palau es uno de los pilotaris zurdos en el circuito de escala i corda, pero no acababa de encontrar la estabilidad necesaria para dar un salto con las figuras. El verano pasado acarició su primer título profesional con el Trofeu Diputació d'Alacant. El nieto del mitico Juliet de Alginet vuelve a aspirar a todo en dicho torneo, gracias al control que ejerce sobre su potente izquierda y por la ambición de derribar la puerta definitiva para entrar en la rueda de los campeonatos importantes.

«Me siento más seguro. Es cierto que a veces se me cruzan los cables, aunque últimamente lo llevo mejor», comenta Salva Palau sobre su rendimiento más cercano. Un carácter que relucía cuando las cosas no salían como quería. «He aprendido a controlar mis impulsos gracias a mis compañeros», detalla el de Alginet. Los últimos resultados demuestran que está en un punto de madurez que le otorga una estabilidad para tener mayor confianza. «Creo que haré un buen papel en las semifinales y si hay suerte volveré a la final», apostilla.

Todo ese enjambre de emociones hace de Palau un rival a batir, sobre todo por la herramienta más poderosa que posee: una zurda que dispara como un cañón. «Ahora domino más la potencia en mi golpeo. Las lesiones en el codo provocaron que mi mente esté alerta. No desplego el brazo tanto como antes, busco posturas para no hacerme daño y me centro en colocarlas en el sitio, así tampoco van tantas bajo la cuerda», puntualiza el resto.

Con todo esto llega Salva Palau a las semifinales del Trofeu Diputació d’Alacant. Será el próximo jueves en Ondara cuando se vea si, al menos, repite el éxito del año pasado. Palau peleará junto a Pere contra Giner y Carlos, precisamente el resto que le birló el título en 2021. «Tengo esa espinita guardada, ahora ya sé de qué trata jugar una final. Me gusta el trinquet porque tengo buen recuerdo de la edición pasada donde gané a Puchol II. También descubrí que el aire favorece el golpeo desde el resto”, manifiesta el de la Ribera Alta.

Además, el verano es buena época para Salva. «La apertura de las galerías hace que haya una vía de escape para cerrar quinzes y muestre todo mi potencial. Creo que me da ventaja», confiesa el alginetí. Un periodo donde Palau trata de reivindicarse para ser elegido en campeonatos importantes como la Copa. “No siento presión por ello. Hay grandes restos, pero creo que estoy capacitado para competir con los mejores», opina Salva Palau, la zurda de oro que al fin tienen control. Se verá en Ondara.

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