Órdago de la Fundació en la crisis de la pilota profesional
La entidad convoca el patronato para el 31 de julio | Las instituciones y los patrocinadores de la élite deben decidir si aceptan la nueva gestión de la Federació o plantean una batalla, incluso judicial
La incertidumbre sobre el rumbo que tomará definitivamente la gestión de la pilota profesional se mantendrá, al menos, hasta final de julio. La Fundació ha reaccionado ante el cisma generado tras la firma de un contrato entre la Federació (FPV) y la totalidad de la plantilla de escala i corda para los dos próximos años a partir de enero de 2024. La comisión ejecutiva de este ente ha convocado un patronato extraordinario para el próximo día 31. Esa mañana las instituciones y los patrocinadores deberán decidir su aceptan el nuevo escenario o si prefieren seguir funcionando como se ha hecho en el último lustro.
En la práctica, la Fundació plantea un órdago. Su supervivencia o su liquidación el próximo 31 de diciembre. La FPV lanzó lo que se podría comparar con una OPA al ofrecer a los deportistas, el principal activo de la Fundació, un contrato que, simplificando, ofrece tres incentivos: un aumento del salario (en torno al 10%), seguridad laboral durante dos años y la promesa de un mejor proyecto deportivo.
Desde la Fundació se entiende que la contratación llevada a cabo por la FPV incurre en «varias ilegalidades» (según trasladan literalmente fuentes consultadas), pero no se plantean acudir a los tribunales. Consideran que esto no les compete y, en todo caso, deben ser las instituciones las que tomen el mando.
Es en definitiva la baza que viene jugando la comisión ejecutiva desde que estalló la crisis: que la decisión final corresponde al Gobierno valenciano, que fue el que impulsó la Fundació en compañía de la FPV. Por eso se ha convocado el patronato para el día 31, ya que para entonces se espera que esté constituido el nuevo Consell presidido por el popular Carlos Mazón.
La Generalitat es la institución que más tendrá que decir sobre el futuro de la pilota profesional, pero no la única. La Fundació tiene convenios por los que recibe también dinero público de las tres diputaciones –todavía por terminar de configurar para esta legislatura–, así como de varios Ayuntamientos con los que suscribe convenios. A esto hay que añadir los contratos de patrocinio que se mantienen con entidades como Caixa Popular, Caixabank, Masymas, Enerhi o Baleària. El patronato del 31 se plantea como un órdago o, visto de otro modo, una especie de plebiscito en el que quienes financian la pilota profesional decidan si aceptan que la gestión pase a la FPV en menos de cinco meses.
En la comisión ejecutiva aceptan que si la respuesta es sí la Fundació está abocada a la liquidación y en caso contrario, hay partida. Mientras, los jugadores de raspall aún no han firmado el contrato con la FPV, que cuenta con el aval del mecenas José Luis López. Los deportistas se reunieron el fin de semana con los impulsores del proyecto y pusieron en pausa su decisión final. Quieren ver toda la documentación, entre otras cosas la garantía del empresario, antes de determinar si dan el mismo paso que sus compañeros de escala i corda.
