Marc se proclama campeón en el individual en una final para la historia (60-55)
El pilotari de Montserrat saborea la máxima gloria de la pilota valenciana tras caer en las dos últimas conclusiones que llegó | De la Vega acaba exhausto y con rampas en los compases finales
Marcos Sánchez
Valencia
Domingo, 22 de junio 2025, 16:37
Impresionante es la palabra que define la final entre Marc y De la Vega. Marc se proclama campeón de la máxima competición dentro de la ... pilota valenciana en una disputa que ya está en los libros de la historia, porque ambos pilotaris han brindado un magnífico partido, con jugadas inverosímiles, golpes imposibles y todo pese a las altas temperaturas. Así, el de Montserrat consigue este trofeo tras caer en otras dos finales. Por su parte, De la Vega ya ha perdido tres finales; aun así, seguirá intentándolo siempre que pueda.
La sensación que corría en el ambiente antes de que empezase la final es que se estaba ante uno de esos días grandes, sabiendo que se iba a presenciar historia, porque, frente a frente, estaban los dos mejores pilotaris de esta temporada en el Campeonato Individual - Trofeu President de la Generalitat de escala i corda: Marc y De la Vega. De la Vega y Marc. Todo un año de esfuerzo concentrado en un único partido, en un espacio-tiempo de dos horas y algo más, donde uno de ellos, por fin, conocería el sabor de la gloria y palparía el trofeo de campeón. Ambos habían llegado en las dos últimas ediciones a la conclusión de esta competición; sin embargo, nunca habían sido los vencedores. Es por eso que esto fue un aliciente más para que los dos pilotaris salieran con el cuchillo entre los dientes, pero con la mente fría, sabiendo que se podía convertir en una final muy larga e igualada.
Y tanto que lo fue, porque el partido se alargó hasta las dos horas y ocho minutos, donde ambos pilotaris lo dieron absolutamente todo, pese al sofocante calor que se cernía sobre el trinquet de Pelayo, que hizo que, en los compases finales, le diera una rampa en el gemelo a De la Vega, agotado por el cansancio y el esfuerzo físico. Un De la Vega que empezó un tanto dubitativo frente a un Marc lleno de confianza y determinación, que, nada más salir, conseguía tres juegos seguidos para ponerse 30-15 y asestar un golpe de moral a su rival.
Sin embargo, con el paso de los minutos, el de Almussafes se fue adaptando a lo que Marc proponía en primera instancia y sacó partida de su punto fuerte, que es ser ambidiestro, y así podía contrarrestar las buenas voleas y el un bot i braç poderoso del de Montserrat.
Ahí pudo parar la sangría de golpes y puntos de Marc y, poco a poco, y como era normal en una de las finales más igualadas de los últimos años, De la Vega iba recuperando terreno al de Almussafes, desquiciándolo, sacando golpes imposibles o aprovechándose de los propios errores de su rival. Así llegaron al 40-40. Y vuelta a empezar, como si nada hubiese sucedido, como si estuviesen en el minuto uno de la final. Todo igualado de nuevo. Ahí es cuando los pequeños detalles podían marcar la diferencia en una contienda tan sumamente pareja.
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Marc, dos horas antes, en la reballada y amparado por la diosa fortuna, ganó el lado del saque en el sorteo, y siendo el trinquet de Pelayo una pista dauera, supo sacarle partido más adelante. Marc seguía tomando la iniciativa, yendo igual o un juego arriba que De la Vega. Ha sido en el 50-50 cuando ha podido sacar ventaja de esto último, y es que el de Montserrat era consciente de que su rival, De la Vega, sumaba en el dau, pero tenía que ir con todo y hacerlo en el resto.
Ahí es cuando ha habido un punto de inflexión, un punto clave del partido, porque, con De la Vega en el dau, 55-50 y 0-30, Marc estaba a dos puntos de proclamarse campeón. Sin embargo, el de Almussafes ha demostrado su fortaleza mental, no ha dudado, ni se ha desesperado, y ha conseguido sacar el juego adelante para levantar al Trinquet de Pelayo y poner el 55-55.
Llegaba el momento del juego decisivo. Marc se ponía 30-0 y con opciones de llevarse la final, todo en medio de una rampa a De la Vega en el gemelo, que lo ha condicionado en esos dos últimos puntos. Aun así, el de Almussafes sacó fuerzas de flaqueza, pese a estar en las últimas físicamente. Sin embargo, el ímpetu de Marc fue demasiado, que, tras conseguir meter su golpe en la grada del resto, que le daba la victoria (60-55), extenuado pero feliz, caía sobre las losas de Pelayo, sabiendo que, por fin, el título sería suyo.
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