Arón Canet reaparece para asentarse como mejor novato
«Cuando me pongo el guante aún noto dolor», admite el de Corbera de cara a un GP de Europa para el que aún no se descarta a Marc Márquez
Cuando el Mundial de motociclismo celebró el último GP de Europa, Arón Canet aún no había nacido. Según la web de MotoGP, se tuvo lugar en 1994 en Montmeló y ganaron Luca Cadalora (500cc), Dirk Raudies (125) y Max Biaggi (250), el team manager del valenciano en su última temporada en Moto3, la pasada. De acuerdo con la guía de la FIM (Federación Internacional), la postrera cita con esa denominación fue en el mismo escenario pero un año después. Ganaron Haruchika Aoki (125), Álex Crivillé en la categoría reina, y repitió Biaggi en la intermedia.
Un cuarto de siglo después, la escudería de Moto3 del expiloto italiano transita en el anonimato tras pelear por el título en 2019 con Canet, que ha sido la gran sensación con su irrupción en Moto2 en este Mundial tan extraño por la pandemia. Una caída en el warm up de Le Mans en que casi se destroza el dedo («creía que lo había perdido», afirmó) dejó al valenciano fuera de combate en el GP de Francia y en el doblete de Aragón.
Ahora Canet vuelve en casa y, aunque aún no está al 100% –«Cuando me pongo el guante aún noto dolor, llevaré uno especial este fin de semana», aseguró ayer–, lo hace con ambición: aún lidera con holgura la clasificación de 'rookies' de Moto2, con 61 puntos por los 34 de otro valenciano como Héctor Garzó y los 32 de Marcos Ramírez.
La vuelta de Canet quedará eclipsada sin duda en el caso de que Repsol Honda anuncie hoy el regreso de Marc Márquez tras la lesión por la dura caída que sufrió en Jerez. Está previsto que hoy se sepa oficialmente si corre él o Bradl. Lo que está claro es que el GP estará pasado por agua, la menos hasta el sábado.