Por qué la Super Bowl es tan importante en Estados Unidos

Otro año más, y ya van 53 ediciones, llega la esperada final de la Super Bowl que este domingo 3 de febrero enfrentará a los Patriots de Nueva Inglaterra, campeones de la Conferencia Americana (AFC), contra Los Ángeles Rams, campeones de la Conferencia Nacional (NFC).

El pasado año, 103,4 millones de telespectadores vieron la final de la National Football League (NFL) entre el New England Patriots y los Philadelphia Eagles, que finalizó con la victoria de los últimos (33-44). Así, año tras, año millones de personas observan en vivo y en directo el que está considerado como el mayor evento de los Estados Unidos. De hecho, mientras ves con familia o amigos cómo el equipo rueda por el campo, es habitual disfrutar de diversos snacks y refrescos. Tanto es así, que esta fecha es el segundo día de mayor consumo de comida en América.

La Super Bowl es la final del campeonato de fútbol americano, realizado por la National Football League (NFL) y reúne a los campeones de la Conferencia Nacional (NFC) y la Conferencia Americana (AFC). La competición se celebra todos los años en cada primer domingo de febrero.

En su día, la competición empezó como un simple juego de fútbol que sólo atraía a los aficionados a este deporte. Según cifras de la NFL, el primer Super Bowl, celebrado en 1967, tuvo una audiencia televisiva de 52 millones de espectadores. Con el paso de los años y el cambio de formato, la final de la Super Bowl ha dejado de ser un simple evento deportivo para convertirse en un gran show. Solo hay que tener en cuenta el nerviosismo con el que se vive quién será el artista encargado de amenizar el partido durante el medio tiempo.

Una tradición musical que se remonta a los años 60 cuando ya se utilizaba el descanso en los partidos de fútbol americano para que un artista saliera a la pista y animara el evento. La imagen prototiopo de los campos universitarios en los que las animadoras amenizan la competición es ya un tópico en América.

La Super Bowl no iba a ser menos. Primero comenzaron utilizando bandas locales, luego pasaron a los montajes, más tarde a las celebridades y al final llegaron a los cantantes. La imagen del 2017 de Lady Gaga descolgándose hasta aterrizar en el escenario fue casi tan esperada como la victoria de los New Engalnd Patriots.

No todo siempre fueron aciertos y es que en 1992 la NFL registró una pérdida de 20 millones de espectadores, debido al poco interés del público por ver el aburrido medio tiempo. Así que, en 1993 fue Michael Jackson el encargado de animar al público, además del artífice, que consiguió que el rating de audiencia subiera como nunca lo había hecho. Esta fue entonces la fórmula del éxito de la NFL. Desde entonces, por la final del partido más esperado del año, han pasado artistas como Prince, The Rolling Stone, Katy Perry, Madonna, Beyoncé, Bruno Mars, Coldplay, Janet Jackson o Justin Timberlake.

Pero además, en una competición organizada por los Estados Unidos de América, no podía faltar el valor de la economía y el juego que articulan las empresas. Los espectáculos de medio tiempo e incluso la publicidad también son considerados como uno de los factores que atraen a las personas que no están muy interesadas en el evento deportivo, pero que están interesadas en los anuncios publicitarios de televisión o en la actuación de algunos de sus cantantes o bandas favoritas. En esta fecha se dan los anuncios más caros de la historia, tan solo un comercial de 30 segundos puede valer 6 millones de dólares, sin incluir la campaña de marketing que llevan a cabo las empresas para generar expectación entre el público.

Otro factor, es que nadie compite con el Super Bowl. Ningún otro evento está programado para la hora de la Gran Final de la NFL, por lo que no existe la competencia desleal.

Para muchos estadounidenses, sean o no fervientes deportistas, la Super Bowl más que una gran final hecha por y para la competividad deportiva, es también considerada como una fiesta nacional en los Estados Unidos. No solo por los resultados, las victorias o el cambio de alineación, sino por la atmósfera festiva que despierta entre los espectadores.