José Quiles: 'hambre' de gloria
El boxeador valenciano llega a estos Juegos Olímpicos con el objetivo de redimirse tras Tokio 2020
Carles Baixauli
Martes, 30 de julio 2024, 00:09
Un privilegiado. Un agraciado. Así se considera José Quiles Brotons (Elda, 26 años). En primer lugar, por dedicarse a lo que más le gusta, a ... lo que le apasiona, el boxeo. También, por reunir grandes aptitudes y condiciones para brillar en los cuadriláteros. Pero, sobre todo, por asegurarse su presencia en los Juegos Olímpicos de París con mucha antelación.
Quiles amarró su pasaporte en junio de 2023, cuando alcanzó las semifinales de los Juegos Europeos. Aunque días más tarde no pudo redondear su hazaña con el triunfo en la final, aquella medalla de plata en Polonia le alejaba de la angustia y le acercaba a la tranquilidad. Un año entero para para planificar unos Juegos Olímpicos.
José Quiles siempre ha expresado sus ganas de revancha tras la decepción experimentada en los Juegos de 2021. En Tokio, tuvo muy mala suerte. Dos meses antes, se vio obligado a pasar por el quirófano tras romperse el bíceps del brazo izquierdo. Llegó muy mermado y falto de preparación. Como consecuencia, cayó derrotado, y con claridad, en el primer combate.
Ahora, el escenario es radicalmente distinto. El púgil alicantino aterriza pletórico en París. Incluso, no faltan las voces que le consideran como una opción de medalla para la delegación española. Quiles no rehúye la responsabilidad. Es más, la asume con naturalidad. Sobre todo, porque si subiera al podio, convertiría en realidad su sueño: sacar a Elda a la calle y compartir el éxito con sus conciudadanos.
El deportista eldense no sólo se enfrenta a sus rivales en el ring. Antes, Quiles tiene que lidiar otro combate. En este caso, con su propio cuerpo, con la báscula. Habitualmente, el púgil FER ronda los 63 kg de peso. En estos Juegos, va a competir en la categoría de menos 57. José lleva midiendo cada alimento y cada cuantía que ingiere desde mayo. «Las prescripciones de mi nutricionista son intocables. Intento ser extremadamente disciplinado y riguroso. No diré que paso hambre, pero tampoco quedo muy saciado… (risas).
Sin embargo, lo peor llegó a principios de julio. A falta de un mes para los Juegos, aún se me ajustó más la dieta. No podía permitirme ni un yogur. Y en los dos o tres días previos al pesaje, control estricto del agua y mucho sudar… Es lo que tiene el deporte de élite y, en concreto, los deportes de contacto, que están divididos por categorías de peso. Ya me tomaré la revancha después de los Juegos. No pienso perdonar una buena pizza, un buen chuletón y todos los helados que pueda», comenta, con una mezcla de humor y resignación», el púgil alicantino.
José Quiles forma parte del Proyecto FER, programa de becas a deportistas de la Comunitat Valenciana impulsado por la Fundación Trinidad Alfonso. Se inició en el boxeo a los 12 años. «Mi hermano mayor lo practicaba y quise seguir sus pasos». Ese fue el origen de una carrera que, hasta la fecha, ha vivido momentos esplendorosos.
Entre otros: la medalla de bronce en el Europeo absoluto de 2017, en Ucrania; otro bronce en el Europeo sub-22 de 2018, en Rumanía; la medalla de plata en el Europeo absoluto de 2022, en Armenia; la plata anteriormente mencionada en los Juegos Europeos de 2023, en Polonia; y la 5ª plaza en el Campeonato del Mundo de 2023, en Uzbekistán.
Tras quedar exento en la ronda de dieciseisavos de final (se disputaron el pasado domingo), el púgil eldense entra en acción este miércoles en los octavos de final. En realidad, el sorteo no le ha sido especialmente favorable. Su camino es diabólico. Mañana, se enfrentará al kazajo Makhmud Sabyrkhan, campeón del mundo en 2023 en menos 54 kg.
Si se clasifica, en cuartos le espera otro oro mundialista, el uzbeco Abdumalik Jalokov, vigente campeón universal en este mismo peso de menos 57 kg. Cabe recordar que en el boxeo hay dos bronces. Es decir, pasar a semifinales garantiza subir al podio. «Si lo consigo, se lo dedicaría, sobre todo a mis padres. Les debo mucho. Con ellos, el chuletón de celebración sabría mucho mejor. Y por supuesto, obligaría al Presidente de la Federación Española, a Felipe Martínez, a cumplir su promesa de bañarse en el Sena», apunta, para finalizar, Quiles. El boxeador tranquilo.
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