El Huracán no tiene ni para beber

La situación de la plantilla de Huracán Valencia es desesperada. Incluso vergonzante para unos profesionales que sienten que los han dejado en la estacada unos nuevos gestores que ni siquiera aparecen por el campo de entrenamiento en Torrent. El equipo volvió al trabajo el pasado lunes pese a que tan sólo han cobrado media nómina de agosto. El domingo tienen un partido ante el Sabadell en la localidad catalana. Ni siquiera saben si van a poder viajar.

«A día de hoy no sabemos quién nos va a pagar el viaje a Sabadell. Estamos totalmente desinformados. Hemos leído que los actuales gestores del club -el Huracán pasó a manos de Carlos Sanchis y un grupo inversor- había traspasado el Huracán a unos empresarios catalanes pero la realidad es que aquí no ha venido nadie», señala Paco, capitán del equipo y que se ha erigido en el portavoz de la plantilla ante la delicada situación.

El conserje del campo es el que abre la puerta cada mañana a la plantilla. Los futbolistas se siguen lavando la ropa para poder entrenar y jugar. Incluso se tienen que pagar el agua de los entrenamientos: «Nos compramos hasta las botellas. Hemos llegado a una situación tan complicada que cada día que pasa veo menos salida a esto».

Los futbolistas ya se están buscando las habichuelas en otros lugares. El primero en salir fue Aridai, que con 27 años reforzará al filial del Valencia que busca remontar en la tabla de Segunda División B. El propio Paco reconoce que llega un momento en el que tienes que mirar otras cosas porque hay una familia que mantener. «Es evidente que buscas salidas en otros equipos. Llevamos sin cobrar desde agosto, donde ingresamos la mitad de la nómina. Así no se puede mantener a una familia».

Los actuales gestores, o por los menos los que lo eran antes de dejar en manos de unos inversores catalanes desconocidos el club, no han hecho frente ni a los pagos de los árbitros que han pasado por el San Gregorio de Torrent. Los últimos arbitrajes se han tenido que pagar con el dinero de la recaudación y de la rifa entre los aficionados que han asistido al campo. Varios jugadores de los equipos punteros de la Comunitat Valenciana como Valencia, Villarreal y Levante han colaborado con camisetas firmadas que han donado para lograr ingresos.

El horizonte es tan irregular que no sería descabellado que el Huracán ni siquiera pudiera terminar la presente temporada. El proyecto, que siempre se dijo que nació con el apoyo millonario de una casa de apuestas por internet, se ha diluido después de perder todas sus opciones de supervivencia en la última ronda de play-off ante el Huesca al final de la pasada temporada. El equipos se ha quedado en dos ocasiones a tan sólo un peldaño de subir a Segunda División. Una ilusión rota que se ha llevado por delante a un club de fútbol y a un conjunto de profesionales, que ni siquiera sabe si el próximo domingo vestirán de corto en la Nova Creu Alta ante el Sabadell.