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Lopetegui, desolado tras el quinto gol del Barcelona en el clásico del 28 de octubre. Toni Albir (Efe)
El 'annus horribilis' de Julen Lopetegui
Resumen 2018

El 'annus horribilis' de Julen Lopetegui

El técnico vasco se quedó sin dirigir un Mundial con España por fichar por el Real Madrid y apenas pudo saborear lo que significa entrenar al equipo blanco

Javier Varela

Madrid

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Sábado, 29 de diciembre 2018, 00:13

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Si hay alguien que tiene ganas de tomarse las uvas para despedir el año 2018 ese no es otro que Julen Lopetegui. El entrenador vasco ha vivido este año montado en una montaña rusa de emociones y ha pasado en cuatro meses y medio de ser seleccionador nacional y estar a punto de disputar el Mundial de Rusia a la lista del paro, pasando por una breve etapa como entrenador del Real Madrid. Pocas veces un preparador perdió tanto en tan poco tiempo como Lopetegui en este 2018, ya que se quedó sin dirigir un Mundial con España -su selección- y apenas pudo saborear lo que significa entrenar al Real Madrid, el equipo de su vida.

Lopetegui fue presentado como entrenador del Real Madrid el 14 de junio de 2018, dos días después de ser anunciado como tal a través de un comunicado que cayó como una bomba en la concentración de la selección y un día después de ser destituido como seleccionador nacional. «Aquí nadie puede estar fuera de las reglas del equipo; aquí no estamos para guardar las apariencias sino para defender los valores de la selección», justificó entonces Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol. En aquellas horas tensas entre el Madrid y la Federación, el club arropó a Lopetegui, al que presentó como una víctima de la soberbia de Rubiales. Una confianza que se fue perdiendo en pocos meses a causa de los resultados obtenidos.

Al Madrid llegó entre lágrimas. «Ayer (por el día de su despido de la selección) fue, desde la muerte de mi madre, el día más triste de mi vida», dijo en su presentación. Aunque enseguida se puso en 'modo madridista' al confesar: «Hoy es el día más feliz de mi vida». Pero en el Real Madrid la alegría la marca si el balón entra y se conquistan títulos y Lopetegui llegó con la complicada tarea de hacer olvidar a Zinedine Zidane, que había ganado tres Champions consecutivas en apenas 30 meses en el cargo, como en su día llegó a la selección con una papeleta similar tras dejar el puesto Vicente del Bosque, que había llevado a La Roja a la conquista de un Mundial y una Eurocopa.

Lopetegui posa sonriente junto a Florentino Pérez el día de su presentación como entrenador del Real Madrid.
Lopetegui posa sonriente junto a Florentino Pérez el día de su presentación como entrenador del Real Madrid. JuanJo Martín (Efe)

Su andadura en la 'casa blanca' comenzó con una derrota en la Supercopa de Europa que, guste o no, ya marcó su devenir por el Real Madrid. En ese banquillo sólo se permite conseguir victorias y títulos y la 'era Lopetegui' comenzaba con un borrón. El resto de sus 138 días al frente del equipo blanco no fueron precisamente felices. Pocas veces se le vio sonreír en esas semanas.

Cristiano, Courtois y Vinícius

Porque desde el primer día que se puso el chándal del Real Madrid, las dificultades en el camino fueron constantes. Lopetegui tuvo que ver como invitado de piedra cómo salía del equipo su máxima estrella, que dejaba a la plantilla sin un referente y sin goles. El club decidió no sustituir a Cristiano Ronaldo y el técnico no quiso levantar la voz y 'tragó' con la planificación de Florentino Pérez. Tenía el apoyo del sector español del vestuario, pero desde la directiva las exigencias llegaban con nombres y apellidos: Courtois y Vinícius. El primero llegó para sentar por decreto a Keylor Navas y el segundo para ser una estrella emergente que, con el paso de los partidos, se ha demostrado que no era tal (de momento). Su personalidad hizo que ni uno ni otro tuvieran los minutos que le pedían desde la zona noble y ese fue el principio de su fin. Los resultados fueron la puntilla y terminó como en la selección, saliendo por la puerta de atrás.

Si su llegada al Real Madrid se gestó en Krasnodar, su salida del equipo blanco se remató en Barcelona. En el Camp Nou. La derrota sonrojante ante el eterno rival fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de Florentino Pérez para dar carpetazo a un nuevo proyecto fallido. Los números estaban en contra de Lopetegui porque el equipo madridista había sumado uno de los últimos 15 puntos, estaba a siete del Barcelona y navegaba por la competición en novena posición. Aquella derrota fue la puntilla definitiva a un entrenador que ya venía tocado de antemano. Además de la falta de victorias, acumuló cuatro encuentros seguidos sin ganar y sin marcar, algo insólito en la historia moderna del club blanco. El despido de Lopetegui se convirtió en parte de la historia de la presidencia de Florentino Pérez, por ser el más tempranero de un entrenador. Porque a Rafa Benítez le destituyó un 4 de enero y a Wanderlei Luxemburgo un 5 de diciembre.

Lopetegui, cabizbajo el día en que el Levante asaltó el Santiago Bernabéu.
Lopetegui, cabizbajo el día en que el Levante asaltó el Santiago Bernabéu. Rodrigo Jiménez (Efe)

Y si de la selección salió acusado de traición, en el Real Madrid no le trataron mejor en su adiós. «Existe una gran desproporción entre la calidad de la plantilla, con ocho nominados al Balón de Oro, y los resultados obtenidos», se despachó el club blanco en un comunicado, haciéndole el único responsable de la situación del equipo. Aquel fue el punto y final del sueño de Lopetegui de entrenar al Real Madrid y el último borrón de un año para olvidar del técnico vasco.

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