La goleadora que tenía pósteres de Carles Puyol

Aixa Salvador (Castellón, 2001) vive uno de los veranos más excitantes de su vida. En el horizonte, un nuevo proyecto que todavía no quiere desvelar. Atrás deja una etapa «muy bonita» de nueve temporadas en el Villarreal. Las circunstancias, por el Covid-19 le impidieron tener una «despedida» a la altura de lo que supone el adiós a la que siempre será su casa.

La castellonense creció admirando a Carles Puyol. En las paredes de su habitación colgaban pósteres del exdefensa: «Tenía muñecos de él, cromos, me gustaba mucho». Curioso para una anotadora nata. Se siente «afortunada» por haber podido disfrutar de cerca, en la Comunitat, con grandes goleadoras: «Charlyn en el Levante o Vilas en el Valencia, aquí siempre hemos tenido muchas futbolistas en las que fijarnos las generaciones posteriores».

Compaginó atletismo y fútbol. Hasta que su ambición le hizo decantarse por lo segundo: «Llegó un momento en el que era muy difícil llegar a todo al máximo nivel. No hay una razón exacta por la que me decantase por un deporte u otro, eran pequeños detalles, algo más fácil de sentir que de explicar».

Los últimos años ha disfrutado especialmente con su entrenadora: «Poder haber coincidido con Sara Monforte como preparadora en el Villarreal es algo increíble. Ella aportó mucho al fútbol como jugadora y ahora lo hace en su papel de entrenadora».

Aixa juega al fútbol como también lo hizo su padre y lo hace su hermano, también delantero del equipo castellonense Balompédica La Cueva. De su familia ha heredado mucho más que su pasión: «Siempre nos han inculcado valores como el trabajo y el esfuerzo». Sus padres, junto a sus representantes, han sido su gran apoyo cuando decidió dar el «salto» lejos de Vila-real. En ese cambio se ha cuidado cada detalle: «Desde pequeña he tenido claro que es fundamental seguir estudiando, estoy cursando TAFAD y mis agentes se hicieron cargo del traslado de expediente y todo lo necesario para que continúe mi formación».

Aixa no mira más allá «del trabajo diario» para sumar éxitos. Es la única mujer nacida en la Comunitat que formó en aquel equipo sub-17 que logró, por primera vez para España, un Mundial. Su deseo es que no sea el «último». El futuro es suyo.