Un Pogacar insaciable gana la etapa reina
El esloveno salta en el último puerto a doce kilómetros de meta y deja atrás a un mejorado Vingegaard en el Dauphiné
I. C. González
Sábado, 14 de junio 2025, 21:34
Tadej Pogacar tiene una mentalidad insaciable. Después de su exhibición de la víspera, que le permitió vestirse de amarillo en el Dauphiné y marcar ... territorio a sus principales rivales, el esloveno volvió a demostrar este sábado que corre unos cuantos peldaños por encima que el resto y que incluso es capaz de dosificarse en pleno ataque para gastar las fuerzas justas. Esta vez saltó a 12 kilómetros de meta, en el inédito Valmeinier 1800, cuando sus compañeros del UAE ya habían ejecutado su habitual trabajo de desgaste en las rampas previas.
Pogacar aceleró con unos cuantos golpes de pedal y solo Vingegaard, para quien el Visma había diseñado una estrategia muy ambiciosa, pudo seguirle. Pero solo al principio. Poco a poco el esloveno impuso su ritmo y subió el puerto solo, como casi siempre. El danés le vio marcharse y prefirió marcarse su propio 'tempo' para no perder demasiado en el final en alto. El líder de la prueba llegó a tener más de veinte segundos de ventaja sobre el nórdico, pero en el kilómetro y medio final redujo los vatios y la ventaja se quedó en catorce. A 1:21 entró el alemán Florian Lipowitz, que cada día que pasa da muestras su extraordinario potencial. Pogacar, en cualquier caso, tiene la edición número 77 del Dauphiné en el bolsillo, la antesala de la batalla del Tour de Francia que comienza el 5 de julio.
Fue la tercera victoria parcial del balcánico en la presente edición del Critérium y la 98 de su carrera profesional. Todo apunta a que la gran ronda gala verá en unas semanas el centenar de triunfos de un ciclista que se supera prueba a prueba. El UAE había tomado el control del pelotón desde el inicio de la jornada. Sin embargo, el Visma de Vingegaard tenía la obligación de moverse y lo hizo en la subida a la Madeleine, de categoría especial. En cuanto la carretera se puso cuesta arriba, los movimientos no cesaron y se formó una escapada impulsada por un grupo de quince corredores. Todos ellos llegaron después juntos a Croix de Fer.
Fueron kilómetros para completar las estrategias y también para situar las piezas en el camino hacia el Valmeinier, el que iba a decidir al ganador y ordenar la clasificación general antes de la etapa epílogo de este domingo. A doce kilómetros de meta Pogacar dio un golpe en la mesa. Miró a Vingegaard de reojo y se lanzó a por la victoria con una cadencia implacable. La etapa final, de 133,3 kilómetros, discurre entre Val-Dárc y Plateau du Mont-Cenis. Será una nueva jornada de alta montaña con dos puertos de primera categoría.
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