Casero: «Hay un presente muy difícil en el ciclismo nacional por dejadez»
El valenciano, ilusionado con las novedades y la participación en la Volta a la Comunitat, espera que el deporte elimine el «nubarrón» del dopaje
El pasado 30 de septiembre, se cumplieron 20 años de la Vuelta a España conquistada por Ángel Casero. El último gran hito del ciclismo valenciano. Ahora, el de Albalat dels Tarongers pedalea de otra forma: dirigiendo la Volta a la Comunitat Gran Premi Banc Sabadell.
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–Dentro de cuatro meses, se celebrará la Volta. ¿Cómo va la organización?
–Es la vuelta de la Vuelta. 2021 ha sido excesivamente complicado, sobre todo por el Covid. Y la complicación vino cuando hubo que suspender y aplazar al mes de abril, coincidiendo con muchas más competiciones. Nos quedamos un poco fastidiados. Pero todo vuelve a su época natural, tenemos la fecha del 2 al 6 de febrero. El 6 de febrero, coincidirá con el cuarta Vuelta Féminas, con los mismos premios que si fuera de chicos. Total paridad. Prácticamente tenemos el recorrido cerrado a falta de un par de detalles de alguna población.
–¿Alguna novedad?
–Este año no vamos a tener crono, vamos a tener como novedad el 'sterratto'. Va a ser un camino que va a unir dos puertos de montaña con final en alto en la provincia de Alicante con rampas del 16-19% y con esos tres kilómetros de tierra con piedras. Es la novedad que están llevando las grandes vueltas, como el Giro de Italia y la Vuelta a España. Es un terreno desconocido incluso para los ciclistas de la zona. Esperemos que salga todo bien.
–¿Está ilusionado con el nivel de los corredores?
–Estamos completamente seguros de que vamos a tener una participación como la que se esperaba en febrero de 2021. Habría sido la mejor participación, porque hasta entonces habíamos tenido como máximo 12 equipos World Tour. El límite es 15. Y en febrero de 2021 teníamos 15 equipos World Tour para venir y a tres les tuvimos que decir que no tenían cabida por la limitación. Sólo un 70 por ciento de los equipos participantes pueden ser World Tour. Esperemos en 2022 llenar también el cupo.
–Su objetivo consiste en que la Volta alcance la categoría de World Tour. ¿Es optimista?
–Es el último escalón que nos faltaría para afianzar un carrera internacional y tener la obligación todos los equipos World Tour de participar. Estamos más que satisfechos en la categoría ProSeries, pero nuestro objetivo es el World Tour. Este ha sido un año muy complicado con Ayuntamientos que todavía no sabemos si nos van a pagar o no y esponsors que han pasado momentos muy complicados durante la pandemia. Esperemos que en 2022 todo eso quede olvidado y se cumplan todos los pronósticos.
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–Faltan figuras en el ciclismo nacional. ¿Qué ha ocurrido?
–Tenemos un presente muy complicado y yo creo que ha sido por dejadez. Se hablaba más de dopaje que de deporte y desgraciadamente también se hablado mucho de accidentes de tráfico porque ocurrían muchos. Cuando tienes un hijo en edad de irse por la carretera, hay mucha gente que se lo ha pensado y eso ha evitado que tengamos más ciclistas. No se le ha dado el apoyo por parte de las federaciones. Hemos vivido la época de Induráin, Valverde, Contador... Teníamos corredores y estábamos dejando la base. Hay exprofesionales que montaron escuelas y eso ha ayudado a que ahora mismo haya muchos ciclistas. Tenemos a Joan Bou, que ha salido de la escuela de Quique Gutiérrez. Y con Juan Ayuso, estamos deseando que tenga un crecimiento pausado y bueno para que luego pueda darnos muchas alegrías. Creo que es un tío sensato y está en un equipo que le van a dar tranquilidad. Es cierto que ha habido unos años de descuido y ahora lo estamos pagándolo no teniendo figuras internacionales.
–Hablaba de accidentes. ¿Ha aumentado la seguridad?
–Yo creo que hay más concienciación. Ahora mismo hay mucho más respeto. Han sido muchos años también de trabajo por parte de la DGT y además tenemos que aprender a convivir. Bajo mi punto de vista, no tenemos que ir cada uno por nuestro carril. Tenemos unas instraestructuras creadas desde hace muchísimo tiempo, podemos convivir perfectamente todos y tenemos que respetarnos. Antes venía un coche por detrás, te pitaba y pasaba rozándote. Ahora son muchísimos menos los coches que se arriman tanto.
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–¿Ha sufrido muchos sustos?
–Accidentes no he tenido. Pero en dos o tres ocasiones me ha tocado tirarme al arcén porque veía que me comían. Me cabrea mucho cuando veo a la gente que va con los auriculares o hablando con el móvil. Creo que no son conscientes del peligro que ello conlleva. Y además, tienes que ir con mil ojos para salir a la carretera. Todo eso está mejorando.
–¿Hay padres que descartan inscribir a sus hijos en escuelas de ciclismo por los estigmas del dopaje y los accidentes?
–Sí, conozco a padres que apuntan al niño al fútbol porque está en un sitio cerrado y ahí no le va a pasar nada. Aquí tenemos un velódromo maravilloso en el que se podría haber hecho muchas más cosas, haber llevado allí las escuelas. Ha habido muchos padres que han tenido miedo porque ha habido muchas muertes y eso te para bastante.
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–¿Es complicado eliminar la sombra del dopaje?
–El cementerio está lleno de valientes. Siempre hay alguno que se la juega. Siempre habrá alguno que estará haciendo alguna cosa incorrecta. Pero para eso están los controles antidopaje y los análisis. Ahora está todo mucho más controlado, quizás excesivamente controlado porque cuando un ciclista profesional duerme fuera de casa tiene que decir dónde duerme o dónde va a estar cenando. Todo eso esperemos que ayude a quitar ese nubarrón que había encima del ciclismo.
–En otros deportes no ha habido tantos escándalos. ¿Fallaba el sistema en el ciclismo?
–Hay casos de futbolistas que estaban diciendo abiertamente que se hacían transfusiones y en el ciclismo una transfusión es dopaje. Creo que el tratamiento no es el mismo. Somos deportes distintos y los que marcan las pautas son la UCI y la FIFA. Ahora está muy bien porque los ciclistas tienen un pasaporte biológico. Han cambiado los métodos, pero cada federación toma decisiones sobre qué es dopaje y qué no.
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–¿El auge del uso de la bicicleta en ciudades como Valencia alimenta el interés por el ciclismo?
–Hay mucho usuario que ha cambiado su manera de hacer deporte y ahora utilizan mucho la bicicleta ya no sólo para moverse dentro de la ciudad, sino para hacer deporte. Se han vendido muchísimas bicicletas, las tiendas están vacías. El Covid ha hecho que la gente haga un poquito más de deporte. En la Comunitat hay muchísima afición al ciclismo de carretera y de montaña. Y cuando viene cualquier carrera, hay muchísima gente. Todo ayuda a que aumente la afición al ciclismo.
–¿Qué le parece la red de carriles bici creada en Valencia?
–Yo me muevo mucho en bicicleta. Yo lo veo bien porque al final al usuario de la bicicleta lo estás motivando para que haya menos contaminación. Luego ves barbaridades como que la gente va en contra dirección, hablando por teléfono... No veo bien que vayamos todos sin casco por la ciudad. Eso tiene que evolucionar y deberíamos ir todos más protegidos. En general está muy bien el uso de la bicicleta en la ciudad. Es una ciudad plana. Y salvo en junio, julio y agosto, cuando hace mucho calor, puedes ir prácticamente todo el año. Llueve cuatro días al año. Mejor imposible.
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–¿Hace falta mayor regulación?
–Debería haber un seguro obligatorio para las bicis y los patinetes. Estamos todos vendidos.
–¿Qué siente como director de la Volta?
–Hace ya 20 años que gané al Vuelta a España y llevo seis a los mandos de la Volta a la Comunitat. Le decía a los anteriores organizadores: «Me gustaría estar 37 años como habéis estado vosotros». O sea, que todavía me quedan 30. No sé si serán muchos (ríe). Disfrutas mucho, ves a antiguos compañeros. Espero estar muchos años a los mandos. Para mí ha sido un reto poner en marcha este proyecto y lo estoy pasando muy bien.
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