El verano menos rentable de la plaza de toros de Valencia: sin música ni toros

No habrá actividad musical ni tampoco taurina. Ni Feria de Julio, ni Feria del Nou d' Octubre ni desencajonada ni ningún tipo de festejo. La actividad taurina regresará, si las obras no sufren ningún tipo de demora, en marzo de 2026 con las Fallas.

Este periodo de inactividad, que supone una pérdida de ingresos por el arrendamiento de la plaza y la venta de tickets, tiene su motivo en la renovación integral de la luminaria. Estos trabajos, que ahora se encuentran en fase de protocolo de seguridad del andamiaje, cuentan con una inversión que asciende a los 1,2 millones de euros.

La plaza de toros es un recinto con un aforo de 10.000 personas. Su céntrica ubicación la perfila como uno de los espacios más atractivos. Allí han actuado Bob Dylan, Julio Iglesias, Raphael, Maluma, Miguel Ríos, Sabina, Alejandro Sanz, Dani Martín....

El coso ha sido escenario de eventos de diversa índole. Porque la plaza de toros no solo acoge recitales de música pop, sino que también ha sido escenario de grandes eventos como los cuartos de final de la Copa Davis entre España y Alemania; de espectáculos deportivos como el 'pressing catch'; de conciertos de bandas, etcétera.

La decisión de poner en marcha las obras de mejora, que, según fuentes de la Diputación ha sido consensuada con Nautalia (la empresa que gestiona actualmente el coso), persigue incrementar la seguridad de la plaza y mejorar la visibilidad de los diferentes espectáculos que se celebran en la instalación. Las actuaciones también contemplan realzar los elementos ornamentales del recinto.

Esta iniciativa está marcada por un imperativo legal: la necesidad de cumplir con la normativa europea que atañe a recintos públicos. Si los trabajos, que acaban de comenzar, no se encuentran con imprevistos importantes, la plaza de toros de Valencia estará lista en febrero de 2026.

El proyecto de renovación de la iluminación de la Plaza de Toros de Valencia supondrá, entre otras mejoras, la sustitución de los actuales focos de luz que iluminan el ruedo por unos nuevos equipos de ArenaVision Led. La nueva iluminación del albero contará con hasta cinco niveles de luz preestablecidos, alcanzando un nivel luminoso óptimo para las retransmisiones de televisión en alta definición. Tener diferentes niveles permitirá adaptar la iluminación a cada tipo de evento.

Los trabajos en las gradas también incluyen la sustitución del falso techo de cañizo por pladur en la segunda andanada (naya), la eliminación de la bandeja eléctrica perimetral, y la recuperación de la viga perimetral de madera.

Se llevará a cabo la renovación de toda la iluminación tanto de los pasillos como de las escaleras del interior de la plaza. Estas mejoras aumentarán significativamente la seguridad de todos los asistentes, cumpliendo así con la legislación comunitaria. Además, se resaltarán diferentes puntos singulares ornamentales, destacando el valor patrimonial del edificio.

Por último, se va a acometer la instalación de detectores de incendios debajo de la cubierta. Estos dispositivos estarán conectados las 24 horas del día al Centro de Coordinación de la Diputació de València.

Construida en 1859, la Plaza de Toros de Valencia, propiedad de la Diputación, es un inmueble de cuerpo poligonal de cuarenta y ocho lados, de 17,5 metros de altura y 52 metros de diámetro interior, de estructura portante y acabados de ladrillo visto. En 1983 fue declarado Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural. La última gran reforma tuvo lugar en 2010, cuando se amplió la distancia entre los asientos de toda la gradería, ganando en comodidad para el espectador, pasando de los 16.851 a los 10.500 espectadores que caben en la actualidad.

Un proyecto anunciado pero en el que todavía no hay plazos es en la ampliación del Museo Taurino. Como avanzó LAS PROVINCIAS, está previsto que en el interior de la plaza, desde los tendidos, se construya un túnel voladizo de cristal que permita el paso desde la plaza hasta el museo. Tanto el coso como la sala expositiva pueden ejercer como atractivos turísticos de la ciudad, máxime cuando se encuentran en un lugar céntrico de máxima afluencia de visitantes dada su proximidad con el corazón mismo de la capital.

El museo ganará espacio sobre la propia plaza y el acceso al mismo se encontrará donde ahora están las taquillas, que a su vez pasarán a situarse en la fachada frontal de la plaza a la altura de donde ahora se encuentra el pasillo por el que los vehículos acceden a la plaza.

El periodo de ejecución que inicialmente se contempla es de cinco años, pero aún está todo por ejecutar.