Ernesto Sevilla y Joaquín Reyes: edad, cuándo se conocieron y la anécdota de la orina en un botellín de cerveza

'El Hormiguero' continúa la semana con la presencia de invitados de primera linea que capturan la atención de las audiencias. Este martes es el turno de Ernesto Sevilla y Joaquín Reyes. La pareja de cómicos acude al plató de Antena 3 para presentar su nueva película de comedia, Sin Cobertura'.

En su visita compartirán divertidas historias, hablarán de su longeva relación de amistad y demostrarán una vez más porqué forman uno de los tándems más queridos de la comedia española.

Ernesto Sevilla (47 años) y Joaquín Reyes (50 años) son amigos desde hace años y forman uno de los tándems cómicos más queridos del país. Naturales de Albacete, han desarrollado una carrera conjunta marcada por un estilo de humor muy particular, basado en lo absurdo, lo irónico y lo cotidiano. Juntos han demostrado una química inigualable sobre el escenario y frente a las cámaras.

La relación entre los dos cómicos empezó en su niñez ya que los padres de ambos compartían profesión, maestros en Albacete. De la ciudad manchega pasaron a Cuenca y de allí, a Madrid. Ernesto fue el primero en entrar en 'Muchachada Nui'. Consiguió convertirse en guionista y enseguida recomendó a Joaquín como monologista.

Los dos cómicos han participado en proyectos en común desde el año 2002. Programas de humor como 'Museo Coconut' o 'Regreso a Liliflor' y películas como 'Spanish Movie' o 'Camera Café'. Además, tambien protagonizaron un show llamado 'Viejóvenes'.

Ernesto ha confesado en varias entrevistas que el mejor método que tiene para calmar los nervios antes del escenario es tomarse una buena cerveza. «He tenido que beber muchas cervezas para evitarlos y poder salir al escenario a actuar», desvelaba en una de ellas. Pero esta pasión le ha jugado malas pasadas.

La pareja de amigos suma cientos de anécdotas. Durante una actuación en la Sala Galileo de Madrid, Ernesto estab en el escenario y Joaquín quiso ir al baño. Por no desaparecer en mitad de la actuación, tuvo que orinar en una botella de cerveza. Cuando Ernesto terminó de actuar se fue directo al camerino, cogió la botella y le pegó un trago. Sin saber la realidad sobre el contenido de la misma.

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