Danza y dolor

De un espectáculo breve de calle nace esta pieza larga estrenada en Alicante en marzo. Se trata de una reflexión sobre el dolor partiendo de la experiencia del bailarín. Pero también sobre el tiempo, porque con los años va siendo más amargo al producirse lesiones que merman la expresión artística. Pero siempre se pueden superar con sacrificio e ilusión y continuar la trayectoria.

Todo comienza como si fuese un espectáculo de cabaret o club, con cortinillas doradas al fondo, y números de Zúñiga y Huertas a su mejor estilo donde parece moverse hasta el último músculo corporal. Pero ese ejercicio gozoso a ritmo de swing provoca dolor y lesiones, aunque se añadan cada vez más protectores, cascos y rodilleras. Como antítesis, la joven Rosanna Freda anunciará al final que dada su juventud todavía no ha sufrido problemas pero que es consciente de que llegarán.

El riesgo es encomiable en la danza. Este espectáculo lo tiene y escapa a lo convencional. Huertas, Zúñiga y Turull, y posteriormente Freda, ofrecen coreografías donde el contacto corporal, tan necesario como las caricias, entra en lo peligroso y en los límites físicos. La plástica diversificada y el efectivo texto de Xavi Puchades redondean un espectáculo sobresaliente y sensitivo.