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La artista Soledad Sevilla (Valencia, 1944) ha recibido hoy la Medalla de San Carlos que concede la Facultad de Bellas Artes de la Universitat Politècnica ... de Valencia. La creadora, que está en posesión de los más altos reconocimientos -Premio Nacional de Artes Plásticas, Premio Velázquez y Medalla de Oro a las Bellas Artes- ha compartido conversación con LAS PROVINCIAS. Habla de arte, de su hacer creativo y de la vinculación que mantiene su obra con la ciudad del Turia. Tras recibir la distinción inauguró la muestra 'Soñé con un espacio' en la sala Josep Renau de la Facultad de Bellas Artes.
-¿Qué supone la Medalla de San Carlos que ha recibido de la Universitat Politècnica en Valencia?
-Es importante, es un reconocimiento. Primero es una sorpresa, estas cosas siempre llegan cuando no las esperas. Como hace tantos años que no estoy en Valencia es muy, muy importante. Es una mirada de un pasado, de un momento, de unos años aquí, vivencias que ya informan todo tu futuro. Todo lo que pasó aquí es lo que después me ha hecho.
-¿Todo eso está en su trabajo?
-En mi obra, en mi personalidad, en mi manera de ser.
-¿Valencia habita en la obra de Soledad Sevilla, en qué?
-Sí, sí, absolutamente. Por ejemplo, últimamente estoy haciendo una obra a partir de un cuadro de Eusebio Sempere, que es de la tierra. Es una serie, más que sobre, a partir de Sempere que estará en el Reina Sofía donde tendré una retrospectiva.
-Cuando han pasado muchos años desde que comenzó, ¿qué ha cambiado?
-Lo primero, la acumulación de conocimiento y experiencia. Luego, una renuncia a cosas, no tener expectativas concretas. Siempre he dicho que lo único que me importaba era lo que pasaba dentro de mi estudio. Y eso es muy importante, y ahora, mucho más. Ya he hecho todo.
-Ese estar dentro del estudio hoy ya no se entiende, vivimos muy hacia afuera. ¿Entre los artistas se mantiene ese concepto?
-No se entiende para nada. Hoy lo primero que hace el artista es estar ante una pantalla. Hay una actividad y un dinamismo que es lo opuesto a estar trabajando en un estudio en soledad. En mi generación pensábamos que la soledad era buena para el arte y nos ayudaba a desarrollar con mayor precisión.
-¿Con el distanciamiento de la soledad o de la introspección, el arte ha perdido?
-No creo que pierda. Cada momento tiene lo suyo. El arte está por encima de los artistas, es algo muy importante, necesario para la humanidad, para el equilibrio espiritual. Ahora la representación formalmente es de otra manera, pero el arte estará y será igual de importante, bello y necesario que siempre.
-Conjugar el cálculo y la actividad creativa, como hizo en sus inicios, sería como mínimo atrevido.
-Sí, ha sido un movimiento, una ilusión que nos hemos hecho los artistas. Cuando empecé con el grupo Antes del Arte, la propuesta era que arte y tecnología funcionarán a la vez. En ese momento la tecnología no era la de hoy.
-¿Fueron visionarios con respecto a la llegada de la tecnología?
-Bueno, sí. De hecho empecé con José María Yturralde en el Centro de Cálculo de la Universidad Autónoma de Madrid y sólo había un ordenador, un IBM que estaba en una habitación. Era enorme, necesitaba tener una temperatura, luz y humedad determinadas para funcionar. Ese era el ordenador que había en toda la Universidad.
-¿Sigue pintando?
-Sí, sí, todos los días. Ahora estoy con la serie 'Esperando a Sempere'.
-Ha dicho que Valencia habita en su obra, ¿ocupa Valencia un lugar importante en el mundo del arte?
-Desde el punto de vista de que haya un reconocimiento de sus creadores, ni más ni menos importante que cualquier otro momento o ciudad. Ahora está todo muy globalizado, ya no hay diferencias.
-¿En favor del trabajo creativo, claro?
-Sí. Lo otro, en el fondo es un poco provinciano. La pintura de todos, universal. Independientemente que luego se puedan hacer estudios sobre los valores que puedan tener los artistas de una tierra. Pero es algo más importante, general.
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-¿Para una trayectoria como la suya vocación, ilusión o esfuerzo?
-Las tres cosas. Vocación, lo que más, esfuerzo y mucha ilusión.
-¿Son los valores que habría que transmitir a los jóvenes artistas?
-Diría que eso es lo que tienen que tener. He dado clases en la Facultad y veía enseguida los artistas que se iban a mantener y los que no aun teniendo talento. Tenían talento, pero les faltaba vocación. Estos siguen, pero no están en activo y produciendo después de treinta años.
-¿Qué le sugiere el Museo de Bellas Artes de Valencia?
-Me sugiere ir a verlo. Hace tiempo que no he ido.
-¿Qué importancia tiene este espacio?
-Los museos tienen muchísima importancia, contienen el conocimiento, el arte, la emoción anterior al presente. Me parecen mágicos, maravillosos.
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Laura Garcés
-¿Y el IVAM?
-En arte contemporáneo uno de los grandes centros. Ha irradiado creadores y situaciones artístico muy importantes.
-¿Mantiene el nivel?
-Todos los museos tienen subidas y bajadas. Creo que se está recuperando. Tuvo muy buen momento, después pasó una crisis y creo que ahora Nuria Enguita lo está haciendo muy bien.
-En 2019 hizo para la fachada del IVAM un mural a partir de los azulejos de la iglesia de El Patriarca. ¿Si ahora tuviera que hacer una pieza inspirada en Valencia, qué escogería?
-Cogería la que en aquel momento dejé. Sería un trozo de tejido de un traje de fallera. Esa tela de flores tiene fuerza artística, es fantástica. Estuve entre esas dos posibilidades y me decidí por los azulejos. La otra la deseché y sigo pensando que la quiero. Creo que sería un buen cuadro si me diera por pintar flores, pero estoy en algo más geométrico. No sería una serie, pero sí un motivo, un elemento.
-¿Tiene el tejido de fallera fuerza para convertirlo en obra de arte?
-Sí, pero ahí está la mirada del artista.
-¿Qué echa de menos en el universo de la cultura en España?
-Muchas cosas. No las podría enumerar, pero tengo la sensación de poca cultura, de cultura pobre. Cuando veo en la tele esos programas de cine me pregunto ¿por qué no hay programas sobre arte de esa trascendencia? Las artes plásticas están dejadas, nadie se ocupa de ellas.
-¿Es necesario que los gobiernos colaboren con el arte, es mejor dejar al arte libre o hay que encontrar la medida?
-Un Gobierno nunca me ha ayudado, ni falta que hace. No tienen que ayudar. Otra cosa es que apoye con becas, más museos, exposiciones. Todo tiene que ser más independiente.
-¿Por qué se hizo artista?
-Desde el primer momento me interesó y tuve el empujón de la ayuda de mi madre. Ella descubrió mi talento y me llevó al estudio de unos amigos que daban clases y allí empecé. Ellos recomendaron a mis padres que estudiase Bellas Artes.
-Su madre fue pionera, supo señalar el talento.
-Sí, sí. Y no crea que lo tuvo fácil, no trabajaba fuera. Era ama de casa, madre de seis hijos.
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