El Palau de la Música instala una malla para evitar la caída de trencadís

La colocación de una malla, según fuentes oficiales del Palau de la Música, es una medida de precaución para evitar cualquier desprendimiento durante el mes de agosto en el que el edificio está cerrado y sin actividad. Preguntado por este periódico por el origen de los desprendimientos, el auditorio se escuda en trámites burocráticos para no desvelar la causa de la caída del revestimiento cerámico. «La empresa instaladora (diferente a la que suministró las teselas) ha remitido el informe sobre la caída del trencadís al Ayuntamiento y se seguirá el procedimiento oficial correspondiente», aseguran desde el auditorio municipal. «La firma ha ofrecido sus concluisiones al Consistorio y éste las analizará», señalan fuentes oficiales de la institución municipal.

No aclara el auditorio si la reparación correrá a cargo del seguro o a cuenta del presupuesto público, ni cuál es el proceso a seguir para recuperar el trencadís en la cúpula. «La empresa instaladora ha realizado catas y pruebas sobre la zona», señalaron desde el Palau.

El trecandís, según el auditorio, se cayó en «los días de fuerte viento del pasado mes de abril». Y así sigue. Los tiempos de actuación en el desconchado del Palau de la Música difieren de los plazos registrados en Les Arts, donde el 26 de diciembre de 2013 se cayeron unos cascotes. Los desprendimientos obligaron a cerrar el edificio diseñado por Calatrava y suspender las actividades, pero el 14 de enero de 2014, apenas 20 días después de la caída de trencadís, se procedió a a la retirada del revestimiento.

La pérdida del material cerámico del Palau de la Música se aprecia a simple vista. El desconchado se encuentra en el lateral más próximo a la plaza Zaragoza. La falta de trencadís es evidente y se observa fácilmente. Con la caída del trencadís de Les Arts, quedó al descubierto la cúpula de acero. En el caso del Palau, la superficie al aire es hormigón.

La colocación de trencadís en el Palau de la Música fue uno de los lavados de cara más importante que se realizó en el edificio diseñado por José María Paredes e inaugurado el 25 de abril de 1987. El tiempo pasa y el inmueble del auditorio envejece, por lo que el Ayuntamiento decidió invertir parte de las ayudas del Gobierno, concretamente 784.000 euros, en la mejora del auditorio. Una de las medidas más llamativas fue la colocación de trencadís plateado en la cubierta principal. Nueve años después, el revestimiento ha caído.

El trencadís es un elemento habitual en los edificios mediterráneos. Uno de sus principales impulsores fue el arquitecto catalán Antonio Gaudí (1852-1926), que se decantó por estas teselas de mosaico para revestir las superficies curvas de sus edificios.

En Valencia, el trencadís es un elemento decorativo habitual más allá de los edificios del complejo diseñado por Santiago Calatrava. Algunas construcciones emblemáticas de la capital del Turia recurren a este elemento cerámico como motivo ornamental.

Uno de los mejores ejemplos de este tipo de decoración se encuentra en el trencadís de la Estación del Norte, construida por Demetrio Ribes, inaugurada en 1917 y una emblemática muestra de modernismo valenciano. También el revestimiento cerámico está presente en el Mercado Central, donde las teselas del mosaico cerámico ocupan la gran cúpula del edificio.

Pero es en la Ciudad de las Artes y las Ciencias donde el trencadís, un material cerámico típicamente mediterráneo, más se ha empleado y donde también ha generado problemas. A finales de 2013, el trencadís del Palau de les Arts comenzó a desprenderse, diez años después de su colocación. Los informes técnicos apuntaron fallos en el material adhesivo que, al parecer, se dejaba demasiado tiempo a la intemperie antes de colocarse las teselas de la cerámica.