

Secciones
Servicios
Destacamos
La sexagésima edición de la Fira del Llibre está en marcha, ha abierto este jueves sus puertas. La de 2025 es una feria muy necesaria. ... La dana golpeó muy fuerte al sector, ya sean libreros o editores. Y no sólo eso, el año 2024 se cerró con índices de lectura poco optimistas. Hay muchas esperanzas puestas en la Fira del Llibre que los libreros no dejan de reconocer que se plantea como una cita de «recuperación» por la que pasarán seiscientos autores.
El certamen llega acompañado de cifras que abren la puerta a que los deseos se cumplan. Hay más casetas, se ha pasado de 120 a 135 casetas ocupadas por 91 expositores. Este aumento lleva al presidente del Gremi de Llibrers, Juan Pedro Font de Mora, a ofrecer el primer apunte de una recuperación necesaria. A su juicio es una prueba de que «hay interés de las librerías y también de las editoriales por participar en la cita de Valencia».
Entre las casetas que se han instalado en los Jardines de Viveros hay algunas llegadas de fuera de la ciudad. De Madrid, de Alicante y hasta de Andalucía, un dato que lleva a Font de Mora a señalar que esta circunstancia demuestra que «desde fuera de la ciudad se ve que está funcionando». Es una prueba de «la recuperación del libro», como también lo es el hecho de que las librerías apuesten por estar en la Fira, puesto que acudir a uno de estos certámenes reclama un esfuerzo de inversión para los propietarios de los establecimientos.
La librería Vuelo de Palabras, que lleva año y medio abierta, cuenta con un puesto por primera vez. «En la feria hay que estar» apuntan desde la caseta, al mismo tiempo que recuerdan que son una librería de barrio, otro factor que llega para confirmar la necesidad de la feria, como un medio útil para impulsar los establecimientos que van naciendo fuera del circuito del centro de la ciudad. En los últimos años varias librerías han abierto en los barrios en busca de nuevos públicos.
Qué duda cabe de que el hábito lector es el mejor aliado de los libreros y de los editores. Y ante ello, hay que detenerse en el índice lector que se dio a conocer al cierre de 2024. El resultado no era muy halagüeño para la Comunitat. Según ese balance, los valencianos leemos menos que la media española. Además el estudio también prueba un descenso respecto al de 2023. Y el índice de lectura en el tiempo libre sitúa a los valencianos por debajo de la media española.
El documento del Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España 2024 de Conecta para la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) sacaba a la luz que los españoles que leen en tiempo de ocio suponen el 65,5 por ciento. Este porcentaje supone que por primera vez se superaba la barrera del 65 %, mientras que los valencianos que leen en su tiempo libre representan un 63,8 por ciento.
Es otra de las cuestiones que confirma la necesidad de la Fira, así como la consideración del certamen como un instrumento para avanzar en la recuperación del sector. No obstante los libreros apuntan que «las estadísticas hay que cogerlas con pinzas». Son palabras de Paco Ivars, propietario de la librería Berlín, quien a este comentario añade que hay que tener en cuenta que durante la pandemia se dispararon los índices de lectura y con posterioridad se fueron estabilizando sin que considere que hay malos resultados.
No obstante advierte de algunos riesgos a los que se tienen que enfrentar tanto libreros como editores y que son «el exceso de novedades, se publican 80.000 libros al año» y la competencia que las redes sociales suponen para la lectura. Una prueba más de la necesidad de la Fira del Llibre si se la quiere ver como encuentro para incitar a tomar un libro entre las manos y ponerse a leer.
En los Jardines de Viveros se han instalado cinco de las diez librerías que resultaron afectadas por la dana. Todas necesitan la Fira en el camino de recuperación que han emprendido y que les va a conducir a la reapertura en mayo. «Estamos en la Fira del Llibre por una cuestión de visibilidad, para que la gente sepa que vamos a abrir», advierte el responsable de Librolandia. Para estos establecimientos en estos momentos pesa más la necesidad de que el público conozca que siguen en marcha que el beneficio económico que puedan obtener por las ventas. También Giullermina Spiekermann, propietaria de Pasarella de Picanya, incide en esta cuestión: «Estando en la Fira queremos decir que seguimos abiertos y que estamos muy ilusionados en que la reapertura será maravillosa».
Varios factores demuestran que la Fira es muy necesaria. Y al mismo tiempo las cifras que la acompañan hablan de una recuperación cuando este certamen, que contará con un millar de actividades, cumple sesenta años.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Hallan muerta a la mujer que se cayó ebria estando con un bebé de 1 año a su cargo
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.