El arte de hacer películas, en viñetas

El cine y el cómic se reúnen en 'El cineasta' convirtiendo la historia de una sucesión de fotogramas en una narración dibujada a lo largo de un recorrido de viñetas. El autor de las ilustraciones es el castellonense Pep Domingo, Nadar, y el texto lo firma el francés Julien Frey. Los dos autores se rinden a una pasión: el cine. Y lo hacen a través de un libro que se presenta esta tarde, a las 19 horas, en la librería Bartleby de Valencia. Acudirán Nadar y el también ilustrador valenciano Sento Llobell.

Al séptimo arte y a los artesanos que a lo largo de los años lo han hecho posible le remiten «una carta de amor» que conduce al lector a reflexionar sobre el carácter «efímero del cine, de la cultura», apunta Nadar. 'El cineasta' lleva implícitas muchas reflexiones. Entre ellas, conforme al relato del ilustrador, la búsqueda de respuesta a qué ocurre con las películas antiguas cuando llega un momento en el que ya no es posible verlas.

La historia parte de la experiencia de Julien Frey quien un día, siendo estudiante, conoció al cineasta francés Édouard Luntz, quien afirmaba que su carrera se truncó por culpa de Daryl E. Zanuck, el último magnate de Hollywood. Decía Luntz que tras un complicado rodaje en Brasil en 1968 el productor estadounidense habría hecho desaparecer la película 'Le Grabuge'. Luntz despertó el interés de Julien Frey, quien se dispuso a buscar la obra de aquel cineasta que había conseguido notorios éxitos. Pero se encontró con la sorpresa de que la obra de ese director no se podía localizar.

Tratar de explicar las razones de este suceso circula por las páginas del cómic 'El cineasta' (editorial Astiberri). Entre las razones, cita Nadar, «la cuestión de los derechos sobre las producciones o el hecho de que con el tiempo algunas películas requieren mucho dinero para poderlas recuperar». La obra es una «reivindicación» del cine que llega a manos del lector acompañada del reconocimiento a los oficios y profesiones ligadas al séptimo arte.

Pero eso sí, «no hay nostalgia», dice Nadar. Tampoco un juicio de valor sobre la evolución que han seguido los tiempos. Es así; las cosas cambian. Y lo afrontan con tono «divertido y ameno» dando vida a unos personajes que aparecen junto a la máquina de escribir en el momento de concebir una película, los escenarios de los rodajes y los profesionales que participan en los mismos, los emblemas de conocidísimas productoras estadounidenses, y los caminos de celuloide a lo largo de los que surgen las reflexiones.

Es un cómic en blanco y negro porque a los autores y al editor, el sello Astiberri, pensaron que «iría bien a la historia. El blanco y negro obliga a sintetiza. Permite contar de manera sencilla», puntualiza Nadar a quien acompaña una trayectoria de títulos como 'Papel estrujado', 'El mundo a tus pies' o '¡Salud!'. Ahora sigue en el mercado francés, algo que no le aparta de destacar el buen momento de la ilustración valenciana, que «siempre ha mostrado gran talento y mucha innovación».