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El director del Museo Thyssen, Guillermo Solana, en la Nau de la Universitat. irene marsilla
Museo Thyssen: GuIllermo Solana | Guillermo Solana: «La negociación de un museo Thyssen en la Comunitat la lleva la baronesa. Que yo sepa no se han dado más pasos»

Guillermo Solana: «La baronesa lleva la negociación del museo Thyssen en la Comunitat»

El director del Thyssen, que visita Valencia para impartir una conferencia sobre el historiador Tomás Llorens, asegura que la pinacoteca madrileña «está abierta» a colaborar con el Año Sorolla en 2023

Noelia Camacho

Valencia

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Jueves, 7 de abril 2022

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El director artístico del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, Guillermo Solana (Madrid, 1960) ha estado este jueves en la Nau de la Universitat de València para impartir una conferencia en la que recordar la figura del conservador e historiador valenciano Tomás Llorens, fallecido el pasado mes de junio y quien fuera primer director del IVAM, el Reina Sofía y el mismo Museo Thyssen. Solana, que se considera un heredero de las enseñanzas de Llorens, ha atendido a LAS PROVINCIAS en este viaje relámpago a Valencia, una ciudad que ha visitado con frecuencia y de la resalta espacios como el Bellas Artes o el IVAM.

-¿Qué legado ha dejado Tomás Llorens en el mundo del arte?

-Es la persona más importante en la historia de los museos en España.. En parte porque tenía la formación adecuada y la claridad mental para ello y en parte porque estaba en el momento adecuada en el lugar adecuado. Tuvo la suerte de encontrar políticos que le dieran la capacidad para hacerlo y en un plazo récord, entre 1985 y 1992, puso en marcha tres museos que a día de hoy son claves: el IVAM, el Reina Sofía y el Thyssen. Siempre tenía la preocupación de darle un fundamento histórico a los museos y la obsesión de no dejarse obnubilar por lo contemporáneo.

-Imagino que en usted también dejó una huella importante...

-Todo lo que yo sé de museos se lo debo a él. Yo venía del mundo de la universidad y nunca había trabajado en un museo. El Thyssen está armado en sus ideas, en combinar una colección histórica con una programación de exposiciones que trata de mostrar lo mejor del arte moderno.

«Cuando salió el 'Mata mua', de Gauguin, del museo, y todas aquellas cuestiones de si no volvía o la colección se vendía... Ahora sí respiramos más tranquilos por primera vez en mucho tiempo»

-¿Ha respirado más tranquilo el director del Museo Thyssen después de que en febrero se cerrara el acuerdo entre el Ministerio de Cultura y la baronesa Carmen Thyssen por el alquiler de la colección después de muchos meses de tiras y aflojas?

-Sí. Claro. Los últimos meses han sido más de despejar aspectos legales y burocráticos. Cuando salió el 'Mata mua', de Gauguin, del museo, y todas aquellas cuestiones de si no volvía o la colección se vendía... Pues ahora sí respiramos más tranquilos por primera vez en mucho tiempo. Era un deseo de que esa cuestión se estabilizara. Hay que tener en cuenta que el depósito de la colección Carmen Thyssen se estaba renovando anualmente y, últimamente, cada seis meses. Cuando prestábamos cuadros a otras instituciones de la colección Carmen Thyssen teníamos que advertirles que si cambiaba el estatuto de la colección, tenían que devolver los cuadros. Había una incertidumbre tremenda. Todo eso se ha terminado y todo el mundo está contento: el Gobierno, la baronesa y el museo.

-Hace unos meses se conocieron las negociaciones para abrir una subsede el Thyssen en la Comunitat, concretamente en Alicante e, incluso se habló de que podría abrirse en 2022. ¿Cómo va ese proyecto?

-No sé nada. Porque ese tipo de negociaciones las lleva la baronesa. Es verdad que de la Diputación de Alicante y del Ayuntamiento vinieron al museo, pero este tema lo trata ella. Ellos (los representantes de Diputación y Ayuntamiento) buscaban un depósito de la colección de la baronesa y no puedo decir si se han dado más pasos. No que yo sepa.

-¿Es partidario de que los museos se expandan, de las subsedes?

-No es una expansión nuestra. Es la colección de la baronesa. El Thyssen tiene la colección pública, que es de todos los españoles, y en depósito una parte de los fondos de Carmen Thyssen, que es la parte internacional. Ella ha ido creando, porque no quería tener las obras almacenadas, esos otros museos. Primero Málaga. Después, Sant Feliu de Guíxols que está en proceso, en Andorra también hay un espacio... Pero es su colección. Como tiene mucha pintura andaluza, buscó lo de Málaga. Y como también conserva muchísima pintura catalana, también valenciana, pero catalana mucha, pues en Sant Feliu. Es ella la que lo administra, es la que decide.

«Estamos siempre abiertos a colaborar y hacer muchas cosas. Lo que ocurre es que, en Madrid, al estar la casa-museo de Sorolla, es un hecho que te reprime un poco»

-Ha hablado de pintura valenciana. En 2023 se va a conmemorar el Año Sorolla. El Museo Thyssen ha realizado varias exposiciones sobre el pintor valenciano. ¿Le han contactado para colaborar en la efeméride? ¿Están abiertos a participar?

-El Thyssen ha acogido tres exposiciones de Sorolla, dos bajo mi dirección. La primera, los bocetos de la Hispanic Society, que fue muy innovadora y luego la de Sargent y Sorolla y luego 'Sorolla y la moda', que tuvo un gran éxito de público. Estamos siempre abiertos a colaborar y hacer muchas cosas. Lo que ocurre es que, en Madrid, al estar la casa-museo del pintor, pues es un hecho que te reprime un poco. Ellos son los que tienen la iniciativa. Ya bastantes veces les hemos pedido obras. Somos, por lo menos tres instituciones en Madrid, que estamos muy comprometidas con Sorolla. En los últimos tiempos, Sorolla ha recuperado el esplendor que tuvo en los Estados Unidos.

-Desde Madrid, ¿cómo se ve la vida museística de Valencia?

-Conozco al director del Museo de Bellas Artes, Pablo González Tornel, que nos ha prestado unas obras magníficas para la exposición de trampantojos que tenemos ahora en el Thyssen. Y también conozco mucho a la directora del IVAM, Nuria Enguita, que fue alumna mía en Madrid y la he tratado mucho. Yo creo que la vida museística va muy bien. Valencia es una ciudad que siempre ha tenido una vocación de arte visual enorme y lo seguirá teniendo. Tiene grandes colecciones de arte y hay mucho interés por la pintura. Ahora no tanto, pero yo he venido mucho aquí cuando era crítico de arte. Incluso, he veraneado en Alboraia.

-¿Qué revolución depara a los museos? Se lo pregunto porque hay quien piensa que una de las claves pasa por la perspectiva de género...

-Ya se está haciendo esa revolución. Soy un impulsor muy decidido de la perspectiva de género en el Thyssen y del feminismo en la programación. En toda nuestra conducta. Hay una razón muy básica: las personas que trabajan en el museo son el 90% mujeres. Y de quienes nos visitan, también el 70% son mujeres. Si no fuéramos sensibles a eso, sería absurdo.

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