Esteban González Pons: «Si no te burlas de los políticos, los españoles no se creen una novela sobre la política»
El vicepresidente del Parlamento Europeo publica 'Libro de Pecados', un romance lleno de traiciones entre un alcalde y una alcaldesa
Esteban González Pons, vicepresidente del Parlamento Europeo, se ha citado con LAS PROVINCIAS en su faceta de escritor. Acaba de publicar su tercera novela: 'Libro ... de Pecados'. Llega al Mercado de Colón con un ejemplar bajo el brazo. Él, un político, ha escrito una novela situada en una ciudad imaginaria del Mediterráneo. Relata una historia inventada, aunque hija de las que, verdaderas o falsas, el autor ha escuchado a lo largo de su carrera. Está dedicada a los políticos que vivieron su amor sin que la política los destrozase, pero, sobre todo, a los que la política destrozó por enamorarse, a los que se hundieron mutuamente. Es una novela policiaca en la que hay denuncia, corrupción, lobbies, medios de comunicación vendidos y traiciones. Todos los elementos que la convierten en una historia apasionante que González Pons, columnista de este diario, asegura que no es autobiográfica, aunque puntualiza: «Yo no soy Pecados; pero Pecados es como yo». Atentos los lectores.
–¿Por qué 'Libro de Pecados'? A primera vista da la impresión de que se está ante un listado, una guía de pecados.
–Más que una guía, en realidad es un manual de pecados. Pero también Pecados es el protagonista, es un nombre propio. Es un manual de pecados, aquello en lo que la política consiste, pero también las memorias póstumas de alguien que vivió el apasionado romance entre dos alcaldes de una ciudad, entre un alcalde y la alcaldesa que le sucedió.
–¿Dice que la política es un manual de pecados?
–Digo que en la política, como en todas las cumbres, la química y la física se dan en toda su pureza. Y así, la virtud y el vicio en la política los encuentras en estado químicamente puro. No he conocido personas más virtuosas que aquellas a las que he visto practicar la virtud en política, ni pecadores más perversos que aquellos a los que he visto componer malvados perfectos en la política.
–¿Qué cuenta en la novela?
–Es una historia entretenida, divertida. Hay una novela policiaca en la obra. Cuenta lo que pasa en la política cuando se apaga la luz, que es lo que sucede en el periódico o en la oficina, pero aquí lo que está en juego es el poder.
–¿Relato de amor o de poder?
–En el círculo de la política se producen las mismas relaciones que en cualquier otro círculo cerrado. Los políticos, como los que trabajan en un periódico, en un supermercado, en un hospital, en una oficina se enamoran, se desenamoran, se quieren, se odian, se vengan. La diferencia de la política con el resto de escenarios es que el amor convive con el poder y tarde o temprano los amantes tienen que elegir entre amor y poder. Si son verdaderos políticos, siempre prefieren el poder. Es una historia de amor y de poder que a veces en política significan lo mismo.
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–Combina el nombre del narrador, Pecados, con las bajezas de la política. ¿Hay muchas bajezas?
–Hay bajezas y altezas. En sentido literal y figurado. En la política se da lo bueno y lo malo. Me encuentro con personas que desean el mal y lo ejercen, pero también con personas que desean el bien y lo practican. La política está llena de buenas personas y bien intencionadas. Si sólo existiera el mal viviríamos bajo una dictadura. Afortunadamente en Europa, en España y en Valencia existe el bien y existen las buenas personas.

–¿En la política real hay personajes que tienen una novela? ¿Pedro Sánchez qué historia merece, qué género sería?
–Casi todos los políticos tienen una novela, la vida del político es una vida de aventurero. El político se enfrenta a muchas situaciones delicadas todos los días. Sánchez tiene una novela, pero de terror. Esta no sería la historia de Sánchez porque en esta novela hay amor y Sánchez es un personaje que está pidiendo ser llevado al cine por Boris Karloff. Bueno, los jóvenes lectores quizás no sabrán quién es Boris Karloff, pero me entenderán si digo que Sánchez es el malo que falta por salir en la última entrega de 'Strangers Things'.
–¿Isabel Díaz Ayuso?
–Tiene una novela épica, un 'Episodio' de Galdós de los de la primera serie. Bien podría aparecer en el 'Dos de mayo', en 'Gerona' o en los sitios de Zaragoza plantando cara al francés. A Isabel la veo disparando el cañón contra el invasor como Agustina de Aragón.
–¿Y Núñez Feijóo?
–La novela de Feijóo es más reflexiva. Le escribiría una novela de tesis, de esas largas, alemana, en la que todo lo que ocurre tiene sentido y al final el personaje nos da las claves de la propia historia. Es un político compasivo y culto. La suerte que tenemos es que es un político de los que ya no quedan o de los que sólo queda él y en mi opinión España debería aprovecharlo.
–¿Si nos venimos a Valencia, qué historia tienen Carlos Mazón y María José Catalá?
–La de Mazón es una historia de resistencia. Es el personaje capaz de sobrevivir a una peripecia peligrosa. Y María José tiene una novela de época, ella ha devuelto la personalidad a la ciudad. Podría ser un personaje de Jane Austen traído a nuestros días.
–En 'Libro de Pecados' están presentes las traiciones, ¿hay política sin traición?
–No hay vida sin traición. No hay matrimonios sin traición y perdón. No hay amistades sin traición y perdón. En la política sucede lo mismo que en la vida, lo que pasa es que a veces no hay perdón y en el amor de Madelman y Bo Derek, protagonistas de la novela, es un amor cuajado de traiciones, como en el fondo creo que son las grandes historias de amor.
–Bo Derek y Madelman son los personajes de la obra. Lleva el nombre de dos personajes que reinaban en la juventud de González Pons, ¿eran los ídolos del autor de 'Libro de Pecados'?
–El origen del libro está en una conversación con mi editora en la que después del Nobel de Ernaux (2022) coincidimos en que hay una literatura de mujeres en la que a los hombres no se les ve, pero son los culpables. Vimos que nadie había descrito a ese hombre y nos planteamos escribir una novela describiendo a quien no ha sido capaz de ser un compañero a la altura, ni el marido responsable, ni un padre maduro para sus hijos. Así nació Madelman, personaje que ha visto cómo su padre era el rey de la casa y de pequeño le daban un Madelman como modelo de vida, como exigiéndole que el día de mañana llegara a ser explorador, guardia montada del Canadá, capitán pirata, soldado alemán o inglés en la Segunda Guerra Mundial. Hoy ese hombre de mi generación siente que ha fallado porque no ha mantenido el poder de su padre y no ha alcanzado ser el que el Madelman le prometía. Hemos hablado mucho sobre el modelo que Barbie supuso para las niñas de mi generación y poco de lo que el Madelman y el Geyperman suponían para los chicos, algo que ha quedado lejos de lo que hemos llegado a ser.
–¿Y Bo Derek?
–He elegido el nombre porque para los que ahora llaman los boomers, era el ejemplo de la mujer perfecta. La Bo Derek de mi novela es una mujer perfecta, una mujer 10. Es aquello que los hombres soñamos con alcanzar y nunca alcanzaremos.
–¿Hay denuncia o estamos ante una crónica satírica?
–Hay denuncia, corrupción, lobbies, medios de comunicación vendidos... Hay todo lo que se puede encontrar en la política diaria. Por eso no me he atrevido a ponerle nombre a la ciudad en la que suceden los acontecimientos. La he llamado Almarjal, que en español significa ciénaga. Si alguien quiere descubrir qué sitio es, creo que leyendo la novela no se le ocultará.
–¿Muy nuestro ese nombre, no?
–El Almarjal es muy nuestro, sí.
–¿En qué género se puede enmarcar su libro?
–Es novela negra, pero hay que tener en cuenta que el lector español y la lectora españoles exigen cierto grado de caricaturización de la realidad para que exista literatura. Desde el Barroco las letras españolas son la literatura del esperpento. Mis personajes están pasados por el tamiz del esperpento porque de esa manera se hace comprensible al lector español la realidad que describo. Si hubiera escrito una novela como lo haría un norteamericano a un lector español no le resultaría creíble. O te burlas de los políticos, los ridiculizas, o los españoles son incapaces de creerse una historia sobre la política. En España o te ríes o no comprendes la política.
–¿El libro encierra el deseo de poner el dedo en la llaga?
–Sí, y hay un final muy sorprendente en el que triunfa el bien. Creo en el poder transformador de la política.
–¿En qué novela se querría ver Esteban González Pons como protagonista?
–En una de aventuras. Me gustaría ser un 'Ivanhoe', un protagonista de 'La flecha negra', un Ronin Hood o 'El Cid'. Quisiera verme en una novela de capa y espada y aventuras. Ojalá un día la escriba. La próxima en la que estoy trabajando me gustaría que fuera una novela bélica que ocurre en la España de hoy. A lo mejor ahí salgo.
–¿Sale Trump también?
–No lo puedo desvelar. Si lo hago provocaré otra polémica.
–¿Una novela bélica de España cómo puede ser?
–La España vacía se parece cada vez más al Oeste y pide a gritos un buen wéstern. Esos horizontes despejados, esos caminos por los que no pasa nadie, esa figura recortada en el horizonte que no se sabe si es amiga o enemiga. Esos depósitos de droga aprovechando las masías abandonadas, esa Guardia Civil que patrulla esos senderos polvorientos. A la España vaciada sólo le faltan los indios Sioux para ser el Oeste y pide a gritos un wéstern con una chica, un muchacho, unos malos y un tiroteo final.
–Y un salón.
–Y un salón que puede ser el bar del pueblo y ahí es donde voy a situar una novela bélica en una España en la que el Estado se ha derrumbado y hemos sufrido una invasión.
–No quiero pensar en el sheriff.
–Ah, ese sería yo. Lo que está pasando en Ucrania podría suceder aquí, y sobre eso es sobre lo que quiero escribir.
El autor, invitado del Aula LAS PROVINCIAS el jueves 5 de junio
La tercera novela de Esteban González Pons, 'Libro de Pecados', ocupará la mesa de conversación del espacio Aula LAS PROVINCIAS. La cita está programada para el jueves 5 de junio. Será a las 19 horas en la Sala Ausiàs March de Fundación Bancaja (Plaza de Tetuán, 23). El político, escritor y columnista de este diario presentará su novela junto a Jesús Trelis, director de LAS PROVINCIAS, y al columnista y novelista Ramón Palomar.
El encuentro, además, contará con la escenificación de un capítulo de la novela. Eduardo Nogués, Elena Cuervo-Arango y el propio autor de la obra serán los intérpretes de lo que se ha concebido como un tráiler del libro. La dirección de la escenificación ha corrido a cargo de Rafa Cruz y Gretel Stuyck.
Como es habitual en los encuentros Aula LAS PROVINCIAS, los asistentes podrán plantear preguntas sobre la novela a fin de conocer los detalles que les interesen del romance que se desarrolla en medio del ámbito político.
El diálogo está garantizado. 'Libro de Pecados' es una obra repleta de detalles capaces de abrir muchas conversaciones.
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