Un dinosaurio gigante en el país de las maravillas
CaixaForum presenta su programación para la nueva temporada bajo el propósito de contribuir a la transformación social a través de la cultura con exposiciones sobre tesoros paleontológicos y el personaje de Lewis Carroll
Bstiene Álvaro Borrás, director de CaixaForum Valencia, que la entidad, tanto el deslumbrante continente como el dinámico contenido, debe leerse como si fuera un iceberg. ... Es decir, que sobre la superficie descuella su muy interesante programación, que conecta con la sensibilidad valenciana en torno a la cultura, pero que tan importante es también la parte que no se ve: el sustrato que vincula sus actividades con el principio motor de su personalidad. Ese propósito de ejercer como transformador social, que vertebre las inquietudes de la ciudadanía en favor de un mundo mejor, donde la educación y los valores cobren el protagonismo que merecen. Unas palabras que enmarcaron ayer la presentación de su programa para la nueva temporada, la cuarta desde que abrió sus puertas en el Ágora: exposiciones sobre el cosmos legendario de Alicia, la jovencita que viajaba de maravilla en maravilla en la obra de Lewis Carroll, sobre la íntima conexión entre matemáticas y música y sobre el mundo de los dinosaurios: una costosa producción en alianza con el Museo Paleontológico Egidio Feruglio, que envía desde la Patagonia hasta esta orilla del Turia al animal llamado 'Patagotitan mayorum', a saber: una réplica del dinosaurio de mayor tamaño que habitó la Tierra. Un apasionante catálogo de exposiciones, desgranadas como en el cine: por orden de aparición.
Dinosaurios argentinos: viaje al fondo de la Tierra
Valga un dato espectacular para entender la magnitud de esta exposición sobre dinosaurios que aterriza el 16 de octubre en Valencia: sólo el fémur de ese dinosaurio de mentirijillas pesa una tonelada. Los restos auténticos se descubrieron en los confines del mundo: de la Patagonia argentina llega esta muestra que es también una manera de entender nuestra civilización y opera por lo tanto en la frecuencia de onda que Borrás esgrimió en su discurso de presentación, que pivotó sobre los ejes de participación e interactuación. De fondo palpita su compromiso en favor de una programación cultural, en efecto, «para todos los públicos». El mandato que encarna muy bien esta clase de exposiciones, porque enlazan con la extendida conciencia del mundo versión instagram: según esta lógica, el dinosaurio que se plantará en CaixaForum se convertirá en una suerte de Taylor Swift para novatos en paleontología. Un señuelo que haga más excitante la visita a las salas del Ágora, que incluyen hasta el 1 de marzo otros restos muy valiosos, los pequeños huesos fosilizados que se hallaron en el año 2012 en la provincia argentina de Chubut: nuestros desconocidos antepasados. «Ciencia en plural y en mayúsculas», como advirtió José Hidalgo, responsable de las exposiciones de ciencia de la entidad. Puro ADN de La Caixa, apuntó Borrás: «Una exposición para generar comunidad y contribuir a una sociedad mejor».
Ecuaciones y partituras: ruta sonora en siete etapas
Hidalgo también hizo de maestro de ceremonias para presentar la siguiente exposición que llegará a Valencia: una sugerente propuesta que hermana a la música con las matemáticas, organizada según una secuencia en siete etapas que pretende también profundizar en esa misma pretensión de poner la ciencia «con plural y con mayúsculas» al servicio de su papel como agitadora de conciencia ciudadana. La inauguración será el 10 de diciembre; hasta el 23 de agosto los visitantes podrán hacer bueno el mandato de los organizadores: interactuar en los distintos escenarios que irán saliendo a su encuentro hasta identificar su propia banda sonora. Ese cosmos donde las ecuaciones más sofisticadas se desnudan cuando entran en contacto con el pentagrama donde palpita la vida (la naturaleza) y se cristaliza la sugerencia que trasladó Borrás: desacralizar la cultura.
Alicia sí vive aquí: lo extraordinario, lo cotidiano
Feliz no cumpleaños: CaixaForum, en alianza con el museo londinense Victoria & Albert, soplará las 160 velas de una imaginaria tarta que festeja la longevidad de una niña ya anciana, valga la paradoja, de envidiable vigencia. A través de 250 piezas la exposición que traerá a Alicia a vivir a Valencia el próximo mes de abril revisará su capacidad inspiradora, en un recorrido por los grandes movimientos artísticos del siglo pasado, desde el surrealismo a la psicodelia, a través de 250 piezas que indagan sobre su impacto en toda suerte de disciplinas: del cine a la danza, pasando por la moda, como ese icono contemporáneo que sigue siendo. Un tótem popular que emparenta la alta cultura con la escena más mundana, cuyos atributos son, en opinión de Carla Turruella, responsable de exposiciones de arte de la Fundación la Caixa, de una radical contemporaneidad: es rebelde, inconformista, curiosa... Su mirada sagaz sobre la realidad que nos rodea reclamará del público no sólo interactuación: también invitará a la reflexión, como querría su creador, Lewis Carroll, escritor y matemático por cierto. ¿Reflexionar sobre qué? «Sobre el absurdo del mundo». (Turruella dixit).
Ese mundo sintetizado en tres exposiciones que Borrás plantea interpretar como un todo, de acuerdo con un hilo argumental que enlaza esta programación con las tres anteriores y con el espíritu más arraigado en CaixaForum: su convencimiento de que impulsar la cultura «es impulsar a las personas». Una aspiración primordial que ya se está cumpliendo: atraer al Ágora a visitantes pero sobre todo habitantes.
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