Bernal: «Echamos en falta esas pequeñas salas de conciertos donde tocar en Valencia»

–Muchas bandas han sufrido las consecuencias de la pandemia, que ha sido brutal para la industria musical. ¿Cómo os ha afectado a vosotros?

–Es verdad que empezamos como grupo en 2019. Éramos una formación bastante amateur. Sacamos algunas canciones en plataformas... Pero no estábamos involucrados al cien por cien. Antes de la pandemia, nos dimos cuenta de que debíamos invertir tiempo y dinero. Y llegó la crisis sanitaria y nos vino muy bien sobre todo para la parte compositiva. Cuando salimos de la situación y el confinamiento, entramos a grabar el disco.

–Imagino que no es fácil, no sólo por las circunstancias sino por estar empezando en la industria musical...

–La parte más complicada del proceso es saber cómo funciona esto, la búsqueda de apoyo para poder sacar un disco, editarlo... Fui muy difícil encontrar a alguien que confiara en un proyecto nuevo. Pero lo conseguimos.

–¿Cómo se define Bernal? ¿Qué ofrece al público?

–Tenemos una broma interna en la que decimos que hacemos música para nuestro bajista Eduardo. Aunque no lo tenemos muy claro y cada uno tenemos nuestros estilos de preferencia. Nos han incluido en esta nueva ola de emo pop rock. Nos agrada esa etiqueta. Lo que sí podemos decir es que nuestros directos están llenos de energía, con letras muy coreables.

–¿Y cómo es el disco?

–Bastante íntimo en algunos aspectos. A nivel instrumental es muy potente y las letras son bastante directas, sin mucha metáfora. Buscamos que tuviera un sentido. También visualmente. Por eso nos hemos rodeado de gente muy profesional.

–¿Es complicado intentar labrarse una carrera desde Valencia?

–Nada más salir el disco nos dimos cuenta que tuvimos un mejor recibimiento en Madrid que en nuestra propia ciudad. Allí hay más grupos que se pueden asemejar a nosotros y el boca a boca es más potente. Además recibes un 'feedback' mayor porque hay más salas, más medios... Pero ahora la onda expansiva ha vuelto a Valencia. Así que no nos planteamos movernos de aquí. Nos gusta Valencia.

–¿Echáis algo de menos en la industria musical valenciana? ¿Faltan oportunidades para los nuevos grupos?

–Echamos en falta esas pequeñas salas donde tocar. Hay salas muy guays, festivales y una cultura importante pero la pandemia ha afectado a esos espacios pequeños que se han visto obligados a cerrar o a cambiar el formato. Esas salas de pequeño formato pero con un buen sonido están desapareciendo. En las grandes tienes que llenar el aforo. En muchas es de doscientas personas y la sensación es distinta.

–¿Os incomoda la etiqueta de grupo emergente?

–Es una afirmación que tiene una doble lectura. Por un lado puede hacer que la gente se fije por pensar que puede ser interesante. Pero por otro, se puede asociar a ser novatos. Nos da un poco igual.