Ver fotos
Un Berlanga de y para todos
El homenaje organizado por la Generalitat se convierte en una reivindicación de la mediterraneidad y genialidad del cineasta
El 12 de junio de 2021 bien podría pasar a los almanaques como un sábado berlanguiano. Y no sólo por conmemorarse el centenario del nacimiento del cineasta valenciano sino por el homenaje que la Comunitat le rindió en distintos puntos de su geografía. Desde la música (la partitura de 'Bienvenido, Míster Marshall') que sonó en tres plazas de las ciudades de Valencia, Alicante y Castellón hasta la proyección de imágenes en la fachada del Ayuntamiento de Valencia, pasando por el acto central: el homenaje en el Palau de la Generalitat.
Actos que sirvieron para reivindicar la genialidad del cineasta valenciano y su legado, una obra que compone «un plano secuencia de la historia de nuestro país», desde la guerra civil hasta la democracia, que recorre «como ningún documental o telediario» todos los «lugares que definen España», en palabras del presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, Mariano Barroso, que participó en el evento organizado por la Generalitat.
Por este acto central, que se prolongó una hora, desfilaron recuerdos, humor irónico, música (cuatro bandas sonoras a cargo de Carpe Diem Brass Quinteto) y secuencias de algunas de las películas de Luis García Berlanga. Por primera vez en su historia, el Saló de Corts del Palau albergaba una pantalla de cine en la que se visionaron fragmentos de varios largometrajes, desde la inicial 'Esa pareja feliz' hasta 'París Tombuctú' con la que finalizó un repaso en el que no faltaron 'La vaquilla', 'El verdugo', 'Plácido' o 'Bienvenido, Míster Marshall' y su eterno «Yo, como alcalde vuestro que soy...».
Noticia Relacionada
100 años de Berlanga
Blanco y negro y color que sirvieron para enlazar las intervenciones de varias personalidades, como el mencionado Mariano Barroso, para quien el cineasta valenciano es «enciclopedia de nuestra historia». «Pocas veces una figura aglutina tantos acuerdos entre todos los sectores», a nivel social, ideológico y cultural, porque «nadie se atreve a cuestionar a Berlanga», resaltó el presidente de la Academia. A su juicio, «necesitaríamos un puñado de luises para ser capaces de mirarnos a nosotros mismos».
Barroso también recordó la celebración de la próxima edición de los Premios Goya en Valencia y avanzó que, por ese motivo y «con toda probabilidad», la exposición sobre Berlanga que actualmente acoge Madrid recalará en la capital del Turia.
Antes de esta intervención tomó la palabra la comisionada de la Generalitat para el Año Berlanga, Rosana Pastor, que ensalzó la mediterraneidad de Berlanga y su obra, como también hizo la actriz Mónica Randall. «Rosana, querida, me has hundido lo que quería decir», bromeó, por lo que centró sus palabras en evocar recuerdos y anécdotas de sus vivencias con Berlanga, como un viaje a México en el que la esposa del director, María Jesús, acabó preparando un arroz.
«El sueño de cualquier actor de mi generación era trabajar con él. Era como tocar el cielo», resaltó. Su intervención, por cierto, fue de las más aplaudidas por los asistentes a un acto marcado todavía por las restricciones vigentes antiCovid.
También tomó la palabra el actor Àngel Fígols, que incidió en la capacidad del cineasta para retratar «aquellos personajes fracasados» pero «llenos de vida y dignidad», cuando «lo que no tenía sentido era la realidad».
«Necesitamos una mirada berlanguiana que destense, que relaje ciertas actitudes catastrofistas»
ximo puig
También el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, reivindicó la figura del director valenciano y la necesidad de acercar su obra a los más jóvenes. «Hay que redescubrir al artista total y darlo a conocer entre los jóvenes», aseguró en un discurso que arrancó con una frase de 'Bienvenido, Míster Marshall'. «Os aseguro que para pagar esto ni un céntimo ha salido de las arcas públicas. Porque en las arcas jamás ha habido un céntimo», recitó Puig y bromeó al considerarlo «una alusión anticipada a la infrafinanciación autonómica que hoy padecemos».
Asimismo, el jefe del Consell se preguntó «qué película rodaría ahora Berlanga» tras un año de confinamiento en casa y apeló a que haya más humor en la sociedad. «Este país necesita una mirada berlanguiana que destense, que relaje ciertas actitudes catastrofistas», aseguró porque «pase lo que pase, el humor nos redimirá».
Mientras, uno de los hijos del director, Fernando García Berlanga, pidió «conseguir que la gente más joven se acerque a su cine, lo conozca y reconozca su figura». Desveló que, como padre, el cineasta «siempre intentó que en casa hubiera un pedacito de Valencia» y les inculcó un carácter «abierto, desinhibido y expresivo», ser «persistentes en las ideas» y, en definitiva, «ser un poco falleros», «amantes del ruido» y «enemigos del arroz con leche». «¡Viva Berlanga!, ¡Viva el imperio austrohúngaro!», exclamó al finalizar.
Ruta Berlanga
Mientras eso sucedía en el Palau, el Ayuntamiento ponía en marcha dos días de ciclos de visitas gratuitas de la Ruta Berlanga, un recorrido por la Valencia del cineasta, que dejó su huella plasmada en lugares «emblemáticos» de la ciudad: cines, cafés, tertulias o librerías.
Además, el alcalde, Joan Ribó, quiso ensalzar la figura «valenciana y mediterránea» de Berlanga y el homenaje que se le rendirá en La Mostra, donde contará con una parte dedicada íntegramente a su carrera.