El Ayuntamiento y la Diputación de Valencia, abocados a acordar un uso para el edificio de Hacienda
Los técnicos visitarán el inmueble para conocer el estado en que se encuentra y decidir las actuaciones que requiere para su reactivación
El futuro del antiguo edificio de Hacienda en la calle Guillem de Castro está en manos de la Diputación y del Ayuntamiento de Valencia. Después ... de que el Tribunal Supremo haya inadmitido el recurso de casación que interpuso el Estado, ha quedado claro que la propiedad revertirá a las administraciones locales. El uso que se le dé en el futuro depende de los acuerdos que ambas partes adopten.
La respuesta del Tribunal Supremo abre la puerta a que la aspiración de la Diputación de contar con un espacio para un museo donde mostrar la colección de arte que posee pueda seguir adelante. Como informó LAS PROVINCIAS, entre las aspiraciones de la corporación Provincial para los próximos años se encuentra que esa gran casa que entre 1954 y 1959 levantaron los arquitectos Echenique y Luis Calvo se convierta en el museo que necesita para acoger el tesoro artístico que conserva con el objetivo de que quede a la vista del público. Son más de cuatro mil obras las que componen la colección provincial de la que, además de piezas pictóricas, también cuenta con esculturas de artistas como Benlliure.
El Ayuntamiento también podrá aportar propuestas, algo que por el momento no ha sucedido.
El Ayuntamiento de Valencia y la Diputación están llamados a entenderse. De momento, el primer paso será el acceso al interior del inmueble, una vez dispongan de las llaves. «Los técnicos tienen que estudiar en qué estado se encuentra», según fuentes de la Corporación Provincial. En su momento desde el Ministerio de Hacienda se planteó que la casa que acogió la Agencia Tributaria presentaba daños estructurales, de ahí que se decidieran por cambiar la localización de sus servicios. Ninguna de las dos instancias de la Administración local ha facilitado una fecha posible en la que ya tendrán el edificio a su disposición.
«Vamos a esperar a recibir el edificio y entonces el Ayuntamiento y la Diputación se reunirán para decidir el uso», han apuntado desde el Consistorio, que al igual que la Diputación ha recalcado que «habrá que ver en qué estado se encuentra».
Hace un año este periódico dio a conocer el contenido de los informes municipales que se habían redactado para atender los problemas estructurales de la antigua Delegación de Hacienda. Se cifraba en 22 millones de euros la inversión que requeriría la reestructuración de las instalaciones. El anterior gobierno municipal llegó a plantear la posibilidad de convertir el espacio en una sede para dependencias municipales.
El inmueble de la calle Guillem de Castro se cerró. Desde entonces ha permanecido sin uso. A lo largo de los últimos años se han sucedido los recursos que finalmente han dado la razón a las dos administraciones locales.
Las idas y venidas judiciales encuentran su punto de partida en 2018. Fue entonces cuando la Agencia Tributaria dejó el edificio quedando éste desafectado. Se daba la circunstancia de que el solar sobre el que se levantó la histórica construcción era del Ayuntamiento en un 60% y de la Diputación, en un 40%. Las dos instancias de la Administración en Valencia en su recurso ante el TSJCV mantuvieron que se había dado un enriquecimiento ilícito por parte del Estado, dado que el solar de 1951 tenía un valor inferior al del edificio en 2024.
Una tasación de 2018 le concedió un valor de 16 millones de euros. La Agencia Tributaria dijo que quería quedarse para vendérselo, y ese fue el argumento principal de la sentencia favorable a las instituciones locales de la capital: «La Administración adquirente acuerda la desafectación de los bienes cedidos con la intención expresada de enajenarlos, sin darles un destino que satisfaga un fin público».
A todo ello siguió el recurso que el Estado interpuso el pasado septiembre. ¿Qué motivos explican las diferencias? La respuesta se encuentra en el criterio que cada una de las partes del litigio mantiene con respecto a la posibilidad de revertir el inmueble una vez que ya dejó de tener el uso para el que se había cedido. La Administración estatal se apoya en que superados los treinta años de la cesión ya no cabía la revocación, mientras que las administraciones con sede en Valencia mantuvieron que cabe la reversión del inmueble.Ahora ya están en condiciones de poder recuperar el inmueble y tienen ante sí el compromiso de buscar un uso adecuado que resulte de interés para los valencianos.
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