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Los acusados, durante una sesión del juicio en la Ciudad de la Justicia. I. Marsilla
La Audiencia absuelve a todos los acusados del caso Palau de Les Arts: «No hay prueba del desvío de fondos»

La Audiencia absuelve a todos los acusados del caso Palau de Les Arts: «No hay prueba del desvío de fondos»

La sentencia reduce a meras irregularidades la externalización de patrocinios y descarta que los acusados se enriquecieran

A. Rallo

Valencia

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Viernes, 6 de marzo 2020

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No existió un proyecto delictivo para saquear fondos del Palau de les Arts. Cinco años después de la operación policial en el coliseo, la Justicia ha descartado la existencia de cualquier trama para desviar fondos públicos ni «ilegalidades groseras» en las contrataciones para la captación de patrocinios de la institución ni para la organización del festival de música Viva Europa.

La Audiencia no ve más allá de «posibles» irregularidades -en todo caso administrativas al limitar la publicidad-, si bien insiste que resulta perfectamente probable que los ahora absueltos actuaran en conciencia de que lo que estaban haciendo era «jurídicamente sostenible».El juicio sentó en el banquillo al que fuera responsable de Administración de Les Arts, Ernesto Moreno; al presidente del consejo de administración de Patrocini, José Antonio Noguera Puchol; al consejero delegado de Patrocini Joaquín Maldonado, y al empresario y el excónsul de Francia en Valencia, Pablo Broseta. Entre las defensas se encontraban conocidos penalistas como Jaime Sanz de Bremond, Javier Boix, Vicente Grima y Abraham Castro. La fiscalía reclamó en sus inicios penas de siete y ocho años de prisión. Tras la celebración de la vista las redujo a la mitad al modificar el relato incriminatorio.

El caso se construyó alrededor de dos sospechas. Por un lado, la constitución de Patrocini, una firma encargada de captar esponsores para Les Arts a cambio de una comisión. Por otro, en adjudicaciones artificialmente hinchadas a Radcliffe, la empresa de Pablo Broseta. Respecto a la primera de las cuestiones, los magistrados no aprecian más allá de posibles «irregularidades» administrativas en la contratación, pero no una intención clara de saltarse el ordenamiento jurídico. «No hubo voluntad de causar perjuicio a la Fundación de Les Arts ni conciencia de que se estuviera actuando irregularmente», resuelve el tribunal. «La prueba practicada no avala la existencia de desviación de fondos a fines distintos que a pagar servicios que se habían hecho o se iban a hacer dentro de una relación regulada contractualmente», ahonda el ponente del fallo. Existía controversia respecto a los 300.000 euros que recibió la empresa para la organización del festival Viva Europa y la falta de justificación del gasto. Pero la Audiencia recuerda que la siguiente edición del certamen -se hicieron tres- también se abonó de esa primera transferencia y que resulta posible que se incluyera en esa cantidad parte de los pagos del segundo contrato de búsqueda de patrocinadores. El cierre de este procedimiento judicial no evita que la figura de Helga Schmidt salga ciertamente dañada. La exintendente de Les Arts durante 15 años pasó las últimas temporadas fuera de España, aquejada de una enfermedad, pero defendiendo siempre su inocencia. Sin embargo, nunca declaró a lo largo de toda la instrucción. Y cuando lo solicitó, una vez cerrado el procedimiento, ya no era el posible. Murió antes del juicio.

La sentencia conocida ayer sostiene que tras todo lo analizado era perfectamente posible que Schmidt no supiera que estaba cometiendo una ilegalidad al figurar como consejera de Patrocini. Subraya, además, que se marchó al ser informada de las dudas y que no consta que se beneficiara económicamente de la sociedad. En este sentido, Davide Livermore, sucesor de Schmidt, tildó el proceso judicial de «infame». En un texto que publicó ayer en Facebook, exige a «los genios/responsables de la política valenciana» que rehabiliten el honor de la austriaca tras haber sido «absuelta».El siguiente punto controvertido, más grave por la cantidad de dinero investigada, eran las adjudicaciones a la empresa de Broseta. El tribunal rechaza que el Palau se saltara los procedimientos administrativos en la adjudicación de los bloques relacionados con tareas de marketing y publicidad y que esto fuera por el empeño de la amistad que mantenía el proveedor con Ernesto Moreno. Tampoco ve problema en que la empresa subcontratara las actividades de impresión, ya que esta posibilidad no estaba excluida de las bases de la adjudicación.

El resultado de la prueba, avalada por el tribunal, no puede ser más decepcionante para la acusación. Es cierto que los precios aumentaron, pero dentro de los márgenes del mercado. Y en ningún caso «hubo trato de favor» a la mercantil que para finalmente cobrar tuvo que aceptar una quita del 20%. Respecto a las postales de la Fórmula 1 admite el precio elevado, pero también circunstancias especiales como la premura y el verano para justificar ese aumento del importe.

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