Los viticultores de la Costera y la Vall d'Albaida esperan una cosecha de gran calidad por la ausencia de lluvia
La vendimia se inicia en Terres dels Alforins el próximo día 10 con una estimación de 10 millones de kilos de uva y con la preocupación de los costes de producción
B. González
La Font de la Figuera
Lunes, 1 de agosto 2022, 17:42
Una cosecha de gran calidad y de cantidad similar a la campaña del año pasado. Así se presenta la vendimia en una de las zonas vitivinícolas de la Comunitat, la de las comarcas de la Costera y la Vall d'Albaida, que en Terres dels Alforins se inicia la próxima semana, el día 10 de agosto.
La ausencia de lluvias en los últimos meses ha sido clave para conseguir que el fruto esté sano, al no haber sido dañado ni por la piedra, como en otras zonas, ni tampoco verse afectada por hongos, como en años anteriores. Así lo explica el secretario comarcal de La Unió de Llauradors en la Vall d'Albaida, Olegario Olivares, quien habla de "calidad extraordinaria" por las lluvias de primavera y el calor de los últimos años.
"No será una cosecha enorme, estará dentro de los baremos de la Denominación de Origen Valencia", indica Olivares que es uno de los pequeños viticultores de la zona de la Vall donde predominan otro tipo de cultivos (Ontinyent, la Pobla del Duc, Benigànim o Castello de Rugat), pero también explica que precisamente intentan controlar la cantidad de kilos por hectárea establecidos por la denominación para mantener los estándares de calidad. "Si hay más producción se descalifica", subraya.
En la zona de Terres dels Alforins, que abarca principalmente los municipios de Fontanars, de la Vall d'Albaida, Moixent y La Font de la Figuera, en la Costera, desde la principal bodega de la zona, la cooperativa La Viña ubicada en este último municipio, indican que el calor no ha hecho que se produzca un adelanto de la vendimia y que el inicio coincidirá con el de 2021, el 10 de agosto.
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"La sequía podría mermar en un porcentaje no muy significativo la cantidad, pero creemos que será similar a la del año pasado, en torno a los 10 millones de kilos", explica José Fita, presidente de la cooperativa, destacando igualmente el grado de sanidad y la buena calidad que se espera si no varían las condiciones meteorológicas.
Y es que, el grueso y la cosecha de las variedades más importantes, las autóctonas como Monastrell y Tempranillo, se iniciará a finales de mes, por lo que también están pendientes de que el tiempo no cambie y frustre las previsiones.
Alza de los precios
Más preocupados están por la situación del alza de los precios y la rentabilidad que los viticultores puedan obtener. Cabe recordar que en su mayoría son pequeños agricultores. "Estamos muy preocupados por cómo repercutirá en nuestro producto final. Primero en nuestro trabajo como agricultores, por el aumento de los combustibles y otros costes. Y luego también por la bodega porque han subido los precios de las botellas, los tapones, el cartón y el propio transporte", lamenta Fita.
El presidente de la principal cooperativa vitivinícola de estas comarcas asegura que hasta que no se termine el ejercicio no pueden saber la repercusión económica que tendrá esta crisis de los precios, lo que tienen claro es que afectará y mucho a los márgenes.
A largo plazo el problema puede ser mayor al hablar del relevo generacional. "En esta cooperativa podemos presumir de tener un plantel de gente joven que ha apostado por continuar con el viñedo, pero ahora, con toda esta crisis, se está frenando", explica.
Y es que temen que la baja rentabilidad que pueda conllevar la situación pueda frenar que las nuevas generaciones apuesten por seguir trabajando las tierras de sus padres.