Expertos avalan el proyecto de la presa de Montesa para estudiar su conveniencia

Desde el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Comunitat, su decano, Federico Bonet, entiende que este proyecto debe ser objeto de análisis por las entidades, asociaciones o particulares que se sientan afectados, pero entiende que la redacción del proyecto es necesaria, con los estudios pertinentes sobre afecciones económicas, sociales y ambientales, para conocer los pros y contras.

Recuerda que la administración pública busca soluciones para resolver los problemas. «No es ajena a la defensa de la mayoría de esos mismos intereses y que el desarrollo de su trabajo mediante funcionarios es la primera garantía de que las iniciativas no son arbitrarias y responden a la búsqueda de soluciones para mejorar nuestra vida o resolver problemas», asegura.

Pone en contexto el problema. Las borrascas provenientes del este, episódicas e irregulares, en el curso medio y bajo de la cuenca del Júcar provocan desbordamientos e inundaciones. Los efectos del cambio climático hacen que cada vez la lluvias sean más intensas originando que los caudales naturales excedan a su capacidad, por lo es necesaria su regulación.

De ahí, subraya, la importancia de esos estudios de inundabilidad. «La Comisión del agua del Colegio de Ingenieros no puede sino apoyar la realización de estos estudios, con la mayor extensión que hoy permite el estado de la ingeniería y de las ciencias ambientales, de cuyo conocimiento devendrá la decisión de la construcción de la presa, o de su desistimiento», indica.

Bonet recuerda que la presa de Montesa regularía el caudal del río Canyoles, evitando episodios como la súbita crecida del río Albaida en su desembocadura en el Júcar, con inundaciones como las vistas en los últimos años. «En aquella ocasión y por fortuna no se produjeron simultáneamente lluvias intensas en el río Sellent, que inevitablemente hubieran desbordado la capacidad del Júcar en la Ribera baja», apunta.

Para colectivos como Montesa Territorio Viu no se necesitan estudios y alerta de los múltiples problemas que puede producir la construcción de la presa, viendo la experiencia de lo que ocurre en el entorno de la vecina presa de Bellús sobre el río Albaida, donde destacan continuos problemas de salubridad que generan las aguas estancadas, creando un entorno con ambiente maloliente y lleno de mosquitos que pueden transmitir enfermedades a la población.

Los movimientos por la defensa del territorio como Xúquer Viu, A.E. Agró y Montesa Territorio Viu denuncian que supondrá una «grave agresión» sobre el sistema fluvial de la cuenca, incumpliendo la directiva del agua, ya que «daña un tramo de río en buen estado de conservación natural, altera el en torno a espacios naturales protegidos como el Barranco de La Fosch y perjudica la actividad rural».

También destacan que las tomas de laminación no permiten el aprovechamiento de aguas para riego.