Cien kilómetros y tres horas de viaje cada día para hacer la selectividad
La AMPA del instituto de Càrcer reclama un cambio de sede para sus alumnos, que se levantan a las cinco de la mañana y vuelven pasadas las ocho al tener que desplazarse en autobús hasta Valencia: «Solo pedimos equidad»
La Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del instituto de Càrcer ha denunciado este lunes la situación a la que se ven abocados ... los alumnos que se presentan a la selectividad: deben recorrer cien kilómetros todos los días y asumir horarios que dificultan la necesaria atención, concentración y el descanso que requieren las pruebas de acceso, lo que lesiona el principio de igualdad de oportunidades. Y la situación tiene visos de continuar, pues la comisión gestora de las PAU, integrada por la Conselleria de Educación y las universidades públicas, ha rechazado su petición de organizar una sede más próxima, como ya se hace con centros de otras comarcas.
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La AMPA, a través de un comunicado facilitado por FAMPA Valencia, recuerda que sus estudiantes deben hacer la selectividad en el campus de Tarongers de la Universitat, situado a más de 50 kilómetros del IES, que además presta servicio a ocho localidades del entorno, por lo que hay alumnos que asumen dos trayectos consecutivos: «de su pueblo al centro y de allí a Valencia con un autobús alquilado», explican desde la comunidad educativa.
«Esta asignación sitúa al alumnado en clara desigualdad respecto a otros centros de comarcas próximas que realizan las pruebas en sedes mucho más cercanas, como Xàtiva o Alzira», se añade, antes de criticar que los días de selectividad «los estudiantes deben levantarse entre las cinco y las cinco y media de la mañana y no vuelven a casa hasta pasadas las ocho de la tarde, después de más de una hora de trayecto de ida y otra de vuelta». Cabe recordar que en la selectividad hay exámenes por la mañana y por la tarde, siendo el jueves, el último día, el que más opciones da de acabar a la hora de comer (depende de las materias de la fase voluntaria o de posibles solapamientos).
«Tenemos casos de jóvenes que llegan a las pruebas literalmente mareados del cansancio«, en palabras de Raquel Sancho, que es la presidenta de la asociación y aporta un ejemplo en este sentido. »El primer día de las PAU del año pasado una alumna entró temblando en el primer examen porque se quedaron atascados cuarenta minutos en la V-30 y pensaba que llegaría tarde. Esas condiciones no son iguales para todos y eso es un agravio evidente«, lamenta.
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Por su parte, la directora del centro, Susanna Boluda, recuerda que el alumnado ya parte de un contexto rural que a menudo implica dificultades añadidas, y que «no se puede pretender que un estudiante que ha invertido tres horas diarias sólo en desplazamientos tenga el mismo rendimiento que quien tarda diez minutos en llegar a la sede de examen«. «El estrés, el cansancio y la falta de horas de estudio reales son factores que inciden directamente en los resultados. Pedimos simplemente equidad», sentencia.
La directora explica además que año tras año el profesorado detecta el mismo patrón: alumnado más nervioso, más cansado y con sensación de inferioridad respecto a los centros vecinos. «No pedimos ningún privilegio. Sólo queremos que nuestros estudiantes tengan las mismas condiciones que el resto de la Comunitat Valenciana», añade.
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Según el comunicado, en la resolución denegatoria la comisión gestora argumentó que las sedes de Xàtiva y Alzira no disponen de más espacio para acoger a alumnado adicional, algo que la comunidad educativa tilda de «argumento inconsistente». «Estamos hablando sólo de 30 alumnos. Es incomprensible que una universidad con cientos de aulas no pueda garantizar un mínimo espacio adicional», afirma Sancho. Además, se defiende que otros años las sedes más próximas han acogido incrementos puntuales de alumnado sin ningún problema logístico.
Por tanto, solicitan a la comisión que organiza la selectividad que reconsidere «de manera inmediata» su decisión atendiendo a criterios de «proximidad, equidad territorial, bienestar emocional e igualdad real de oportunidades». Además, le recuerdan que la propuesta cuenta con el apoyo de todos los ayuntamientos del área de influencia, del consejo escolar, del claustro, de las familias y de los alumnos.
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