Los vecinos de La Coma se concentran en el ambulatorio tras cinco meses sin pediatras
Los padres están desesperados por la falta de personal sanitario tras los episodios de violencia: «Tengo miedo de que el trastorno alimentario de mi hija se agrave»
Elena se concentra junto a sus vecinos frente al ambulatorio de La Coma. Carga con una pancarta en la que se puede leer: «Por una sanidad respetuosa e igualitaria: Cero violencia, buen trato y empatía». En el barrio, llevan cinco meses sin pediatras después de que uno de los residentes amenazara a un médico poniéndole una pistola encima del mostrador para que atendieran a su hijo. Y todos están pagando las consecuencias.
Tampoco hay psiquiatra infantil en el ambulatorio. Los padres están desesperados. «Me da miedo que el trastorno alimentario de mi hija se agrave por esto. Ahora tenemos que ir hasta Paterna y le dan cita cada cuatro meses», lamenta Elena. Antes veían a su niña en el ambulatorio cada 15 días, pero a causa de la espiral de violencia que envuelve al barrio de La Coma el centro cerró. A su reapertura, los profesionales infantiles no se reincorporaron. «Mi hija también tiene problemas de ira y sin un psiquiatra que le controle periódicamente le están dando más ataques», confiesa la mujer.
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La madre teme que la falta de sanitarios en el barrio pueda tener graves consecuencias para su hija. Como muchos vecinos, no dispone de vehículo propio y los viajes en autobús son muy tediosos: «Tardan mucho en llegar hasta aquí», critica. Elena se siente impotente mientras ve cómo cada día la salud de su hija se degrada y no hay fecha para que los pediatras regresen al barrio.
Otra de las pancartas reza: «Los niños no tienen la culpa de los actos de los adultos». María José también tiene dos pequeños de 8 y 1 años. «Estoy harta de que por cuatro personas que no saben comportarse les quiten recursos a nuestros hijos», opina la mujer. Además, tampoco tienen servicios de Urgencias y sólo atienden en horario de mañanas. Incluso hay veces que les remiten al hospital de La Fe en Valencia. También critican que no les contestan al teléfono cuando llaman para solicitar cita.
El presidente de la Asociación de Vecinos de La Coma, Alfredo Muñoz, explica que el incidente se debió a que uno de los pediatras avisó a Servicios Sociales porque un niño tenía lesiones y entonces el padre lo amenazó y pidió que lo atendieran sin avisar a las autoridades. «También estamos haciendo esto en beneficio de los sanitarios para que les alivien de tanta carga de trabajo», explica Muñoz.