El Consell relaja el toque de queda a la 1.30 horas cinco días en las fiestas navideñas

La restricción de circulación horaria, que se prolonga desde el próximo 10 de diciembre hasta el 15 de enero, se mantendrá en términos generales desde las 24 horas a las 6 de la madrugada. Las excepción de retrasar el toque de queda a la 1.30 horas será durante en Nochebuena, el día de Navidad, el segundo día de Navidad, Nochevieja y Año Nuevo. Fuera se mantiene la Noche de Reyes. Se reduce el horario de la restricción horaria «únicamente para permitir el regreso al domicilio. En ningún caso se utilizará esta ampliación horaria para desplazarse a diferentes encuentros sociales», indicó el presidente de la Generalitat en su comparecencia.

La otra medida que se relaja es el del cierre perimetral de la autonomía. Se permitirá tanto la entrada como la salida del territorio valenciano durante los días 23, 24, 25 y 31 de diciembre y el 1 de enero.

«Se autorizan aquellos desplazamientos adecuadamente justificados, así como los desplazamientos a territorios que sean lugar de residencia habitual de familiares o personas allegadas de quienes se desplacen», se indica en el decreto firmado este sábado por el jefe del Consell. ¿Cómo se justificarán esos desplazamientos? ¿Tiene previsto el Ejecutivo autonómico facilitar algún documento a quien tenga previsto salir de la Comunitat en dirección a otro territorio? No. «No tenemos la capacidad», dijo el presidente, aunque indicó que «de alguna manera hay que justificarlo». Por ello apeló a responsabilidad de cada cual tanto en los desplazamientos como a la hora de juntarse la familia en las celebraciones porque «no vamos a poner a un policía en cada casa». Al final serán las fuerzas de seguridad que estén al pie de las carreteras o los andenes las que decidan.

Otra de las excepciones que se va a hacer en estas fiestas es en las reuniones familiares de los días 24, 25, 26, 31 de diciembre y 1 de enero. En lugar de seis personas se permitirán hasta diez parientes con allegados, no amigos, preferentemente de hasta dos núcleos familiares, aunque esto último no es sino una recomendación, no una obligación. «Se recomienda que estos encuentros se compongan de miembros que pertenezcan al mismo grupo de convivencia y que no se superen los dos grupos de convivencia», se indica en el decreto firmado por Puig.

La norma general es que «la permanencia de grupos de personas en espacios de uso privado -y también en los públicos- quedará condicionada a que no se supere el número máximo de seis personas, salvo que se trate de convivientes». Cuando haya convivientes y no convivientes en esas reuniones el número máximo de personas que pueden estar juntas es de seis. También se prorroga la limitación a un 30% del aforo de los templos.