«Tuve suerte que me diera en el brazo, si me dispara al cuello no lo cuento»
José Antonio Camas recibió un balazo en el brazo mientras trabajaba en una obra en Alboraia y asegura que otros compañeros ya habían sufrido otras agresiones sin consecuencias por vecinos descontentos con el ruido
B. González
Alboraia
Lunes, 21 de julio 2025, 11:22
«Sentí como una picadura, pero multiplicada por mil. Me di la vuelta y vi que tenía sangre en el brazo». Así fue el momento ... en el que José Antonio Camas recibió el disparo con un rifle de perdigones. Se encontraba trabajando a una quinta altura de un edificio que desde hacía ocho meses su empresa estaba construyendo en la calle Benimaclet de Alboraya.
«Les dije a mis compañeros, me han disparado con algo y uno que es cazador fue el que me dijo que se trataba de un perdigón. Menos mal que la sangre no me causa aprensión, porque en el lugar en el estaba, si me hubiera mareado hubiera caído al vacío», explica.
Es más, considera que aún tuvo suerte por el hecho de que el impacto fuera al brazo, «si me dispara al cuello y me da en una vena, no lo cuento», asegura.
De hecho, José Antonio, tres días después de los hechos, está trabajando. «Soy de Gandia y estoy a la espera de que me llamen para extraer el perdigón. No tengo mucho dolor ni malestar y me gusta cumplir con mi trabajo y seguiré viniendo a trabajar hasta entonces», manifiesta.
No obstante, psicológicamente se siente mal. «Estoy trabajando y no puedo evitar que los ojos se me vayan para el balcón de donde me dispararon». Aunque, interpuso la denuncia contra su agresor ante la Guardia Civil, por su manera de ser, dice, «me da pena el hombre», manifiesta, aunque no lo ha visto ni se ha cruzado con él. «Eso sí, que no lo vuelva a hacer otra vez».
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José Antonio lleva trabajando en la empresa constructora encargada de esta obra desde hace dos años. A sus 56 años se había podido reenganchar al sector donde trabajó casi toda su vida hasta que llegó la crisis tras el boom de la construcción y asegura que no había vivido nada igual.
De hecho, comenzaron la obra actual hace ocho meses y reconoce que han tenido quejas de los vecinos por el ruido y que incluso han tenido incidentes parecidos. «A otros compañeros también le han tirado cosas, pero he sido yo al final el que peor parado ha salido», indica.
Desde su balcón, a unos 20 metros
Los hechos ocurrieron el pasado martes, sobre las 12.30 horas del mediodía. El presunto agresor disparó desde su balcón, frente a la obra donde trabajaba José Antonio, a unos 15 o 20 metros, y el perdigón impactó en su brazo. El encargado enseguida llamó a la Policía Local, que tras auxiliar al herido y trasladarlo al centro de salud, inició una investigación para saber de dónde procedía el proyectil.
Los agentes acordonaron la zona y comenzaron la búsqueda ayudados incluso con el dron, además de hablar con testigos para ir acotando. Tras consultar la base de datos de personas con licencia de armas pudieron restringir más el área de búsqueda, hasta que dieron con el domicilio de un posible poseedor de dicha licencia.
Según explican fuentes policiales, el hombre al principio negó los hechos pero los agentes le aconsejaron que era mejor que dijera desde un principio la verdad y finalmente lo reconoció, por lo que fue detenido y puesto a disposición judicial.
Este hombre, de unos 60 años, tenía licencia de armas de fuego pero no tenía registrado el rifle de perdigones con el que disparó a José Antonio. No tenía ningún antecedente por actos de este tipo.
Fue puesto a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Moncada, quien acordó su puesta en libertad provisional con medidas cautelares y está investigado por un delito de lesiones, sin perjuicio de ulterior calificación.
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