Entrada al centro de Alfafar. Irene Marsilla

Más maestros que alumnos en el colegio de Alfafar tras cuestionar el Ayuntamiento su seguridad

Sólo siete de los 241 niños acude al centro, que inaugura barracones con las aulas listas pero trabajos pendientes en los exteriores | La mayoría de familias que necesitaba conciliar ha llevado a sus hijos al polideportivo, donde funciona la alternativa municipal

Joaquín Batista

Valencia

Jueves, 11 de septiembre 2025, 10:10

El inicio del curso 2025-2026 en el colegio Orba de Alfafar, que este jueves ha estrenado barracones tras la devastación causada por la riada ... en su centro original, ha sido del todo atípico: sólo siete de los 241 alumnos matriculados han entrado a las nueve de la mañana, una cifra extremadamente discreta que se explica por la supuesta falta de seguridad que esgrimen las familias y que también ha deslizado el Ayuntamiento que dirige el popular Juan Ramón Adsuara. Extremo que la Conselleria de Educación, responsable de las obras, ha desmentido aludiendo al certificado técnico emitido por la empresa adjudicataria.

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Los niños han entrado por una puerta que no era la prevista -al menos por la que se accedía en días previos, como en la jornada de puertas abiertas organizada el miércoles-, pues en la inicial todavía se trabajaba en la instalación de la valla perimetral. Los operarios han dejado las tareas poco antes del inicio, y en los exteriores de los barracones también se veía a trabajadores tomando medidas en la zona donde irá el patio de Infantil, que está sin acabar. Tampoco funciona, de momento, el servicio de comedor. La mejor noticia es que en el interior de los módulos todas las clases estaban listas, esperando a sus alumnos.

El claustro ha formado un pasillo en el patio de Primaria para recibirlos. Había bastantes más profesionales, una veintena, que niños. Porque si se preveían pocos al final han sido menos, síntoma de que calaron los mensajes de la Ampa, primero, y del Ayuntamiento de Alfafar, después, y no tanto el de la institución responsable de las obras, la conselleria. Tanto es así que este jueves acudieron más niños a las instalaciones del polideportivo, que acoge la ludoteca gratuita impulsada por el Consistorio, que al colegio: 37 frente a siete. Esta alternativa se mantendrá hasta el viernes inclusive, cubriendo el horario escolar.

El Consistorio llegó a desaconsejar el inicio previsto hoy, pidió esperar al lunes para terminar las tareas pendientes y deslizó que las instalaciones no eran seguras. «Por apenas dos días lectivos no merece la pena asumir riesgos innecesarios cuando existe ya una alternativa viable y segura que garantiza la atención y seguridad de los menores durante este breve y transitorio periodo», decía un comunicado que provocó, a última hora del miércoles, la reacción inmediata del departamento autonómico, que alegó que el certificado de la empresa garantizaba la seguridad estructural, eléctrica y de cualquier servicio tanto en espacios interiores como exteriores.

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Varias familias han acudido a la puerta sólo para visibilizar su enfado, a sabiendas de la presencia de medios, por el estado de las instalaciones. A continuación han llevado a sus hijos al polideportivo municipal. Todas han coincidido en que el centro no les trasladaba sensación de tranquilidad. «Ayer (por el miércoles) estuvimos en la jornada de puertas abiertas y vimos trabajadores montando estanterías, tirando grava o arreglando aceras. Faltaban muchas cosas, nos dio inseguridad», ha explicado Elena Cobos, cuya hija cursa 1⁰ de Primaria. En su decisión también ha pesado el hecho de que el patio no tenga ni un sólo centímetro cuadrado de sombra. Llegará próximamente, cuando se instalen los pórticos previstos.

La directora y la jefa de estudios han recibido a las familias, tranquilizando a las que han llevado a los hijos y dialogando con las que no. Les ha dicho que podían hacer lo que consideren, y en relación a la seguridad, ha señalado que disponen del certificado correspondiente, insistiendo en que las aulas estaban preparadas para empezar.

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Ana Belén es una de las madres que no ha dejado a sus dos hijos. Está de vacaciones, lo que ha facilitado su decisión, aunque conocía la existencia de la alternativa municipal. «Las instalaciones no están en condiciones, quedan trabajos por hacer», defendía. Sí lo ha hecho Alicia Castillejo, con un hijo en Primaria y otro en Infantil. Tenía una cita médica y lo ha visto como una oportunidad de que conozca las instalaciones y a su nuevo tutor, aunque no está de acuerdo con que se lo hayan cambiado. Isabel también los ha llevado, pero a regañadientes y para que conozcan al profesorado. «No hay agua (se refería a fuentes), ni sombra ni comedor. Mañana (por el viernes) no los traeré», reflexionaba. El enfado también era palpable en las palabras de Sandra Almendros, que no los ha dejado. Exigía un centro «en condiciones» tras denunciar el incumplimiento de los plazos para la finalización de las obras, y lamentaba que la conselleria «no haya querido retrasar el día de apertura» para dar más margen, como pidió el Ayuntamiento y también el consejo escolar municipal.

Contrastes en Massanassa

También ha sido el primer día del curso en los centros Ausiàs March y Lluís Vives de Massanassa, cuyos barracones se sitúan dentro de las instalaciones del polideportivo. Y la estampa ha sido bien distinta, con centenares de familias y alumnos esperando en las puertas. Ha habido un comité de bienvenida, decoración con globos y sentimientos encontrados entre los asistentes . «Mi hija estaba nerviosa y contenta», ha explicado Yulema Raga, que aunque ha visto el centro «bien» no se quita todos los nervios de encima. «Hemos podido entrar en la parte de Infantil (sus sobrinos están escolarizados en esa etapa) y las clases se veían bonitas, pero no se ha podido en la parte de Primaria, a la que va mi hija. Y se te queda esa inquietud sobre cómo estará el centro por dentro, o cómo será la seguridad», reflexionaba. Desireé Carrión se pronunciaba en términos muy parecidos. «Estoy tranquila a medias», resumía, «al menos hasta que lo podamos ver por dentro». También ha explicado que se les ha trasladado que los detalles que quedan por realizar se acometerán cuando los niños acaben el cole.

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El aspecto del complejo provisional es distinto al Orba. Al menos en los exteriores. No hay zonas cerradas porque aún no se pueden utilizar y los patios parecen más confortables, al contar con espacios del polideportivo añadidos, como unos juegos infantiles y una pinada. También funciona el comedor, aunque este jueves se ha servicio a los alumnos un picnic. Como en las excursiones. No había dado tiempo a montar el equipamiento.

También fue el primer día en la escuela Rabisancho de Alfafar (hubo un retraso en la reconstrucción) y en el Carme Miquel de Algemesí, que ha empezado de manera progresiva.

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