El 28% de todas las muertes en la ciudad de Valencia son por el coronavirus

Las estadísticas más fiables hasta el momento son las del Registro Civil de Valencia. El análisis de los datos muestra, por fin, una radiografía fidedigna de las muertes en la ciudad de Valencia al margen del lugar -hospital, residencia o domicilio particular- donde se haya producido el fallecimiento. Todos los decesos del partido judicial de Valencia terminan pasando por este órgano, controlado por tres jueces de la capital.

Las cifras para el periodo analizado, del pasado 14 de marzo con el decreto del estado de alarma hasta el 7 de abril, evidencian la magnitud brutal de la pandemia. En la capital del Turia, se han contabilizado 801 fallecimientos para solicitar la correspondiente licencia de enterramiento (también permite la incineración).

Del total de supuestos, los médicos han constatado el Covid-19 como causa confirmada en 226 decesos. Pero, para otros 65 casos se ha apuntado en el certificado de defunción que serían «sospechosos» o pendientes de analizar, según la información del Registro Civil de Valencia.

El análisis de las estadísticas ofrece algunas conclusiones relevantes. Actualmente, el 28% de todas las muertes en la ciudad tienen su origen en el desarrollo del virus. Más de uno de cada cuatro fallecimientos. Pero, además, este porcentaje aumentaría al 36% si consideramos como probados los casos sospechosos o que no han sido analizados. Al parecer no se tienen muestras de esos cuerpos para, posteriormente, poder hacer la citada prueba. Esto dejará muy probablemente una bolsa oculta de decesos por coronavirus. En las últimas semanas se ha alimentado el temor de que las estadísticas oficiales oculten -no de manera deliberada- un importante número de fallecimientos relacionados con el Covid-19. Si extrapolamos los datos de Valencia ciudad -los más fiables hasta el momento de ese periodo- por cada cinco fallecimientos contabilizados oficialmente habría que sumar aproximadamente una muerte más por coronavirus, o mejor dicho, sospechosa de serlo. De estas ya resultará imposible confirmar con certeza cuántas son realmente por el virus.

Al respecto, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, aseguró ayer que ni el departamento ni Salud Pública disponen todavía de los citados datos del Registro Civil -en circunstancias normales, esta información tarda unos tres meses en llegar de un ámbito al otro- y consideró que «lo oportuno» sería «ser rigurosos en los datos y darlos tal y como conocemos y sabemos». Añadió que en la Comunitat los datos de fallecidos hacen referencia tanto a aquellos a los que se les había sometido a la prueba y habían dado positivo como a los internos en residencias que hubiesen fallecido en instalaciones donde haya algún brote y todavía no contaban con la prueba de verificación: «Esos son los datos que facilitamos», insistió.«. La dirigente indicó que conviene esperar a que los Registros Civiles de toda la Comunitat aporten esa información a Salud Pública »para hacer la valoración correspondiente«.

Los jueces del Registro Civil, entre ellos los de Valencia, ya habían planteado al Tribunal Superior de Justicia (TSJCV) la sospecha de la existencia de una bolsa oculta de muertos por coronavirus que las estadísticas oficiales no reflejan. José María Tomás y Tío, uno de los magistrados encargado del Registro Civil de Valencia, explicó recientemente que se había producido un «importante número de certificaciones de fallecimiento» que recogían la anotación de «posible o sospecha de coronavirus». Hasta la fecha sólo el TSJ de Castilla La Mancha ha facilitado datos de sus registros civiles. Si el análisis de esa autonomía fuera aplicable a la Comunitat, las muertes por coronavirus doblarían los datos oficiales. LAS PROVINCIAS contactó hace ya una semana con el TSJ de la Comunitat que en su día explicó que no podía facilitar esas cifras porque primero se entregaban al INE.

Ahora será el Ministerio de Justicia el que los difunda en los próximos días. El Gobierno ha enviado recientemente una instrucción a los diferentes registros para que comuniquen todos los datos por vía telemática aparte de por el sistema habitual, la aplicación Infored. De esta forma, espera disponer esta misma semana de datos de toda España.

Tomás y Tío añade que la falta de concreción en estas certificaciones no es baladí. Por una parte, afecta a las familias de las víctimas en la fase del duelo. Y, además, existen otros aspectos controvertidos. Por ejemplo, que personas que tienen contratado un seguro de vida con determinadas condiciones y exclusiones relativas a pandemias o supuestos de fuerza de mayor, «van a tener un problema». Porque si no está determinada la causa de la muerte, «¿hay derecho a reclamar?», reflexionó.