Los rostros solidarios de Navidad

Compras, regalos, atascos, bullicio, comidas, cenas, abrazos, risas, cientos de mensajes en los grupos de 'whatsapp'... Es la actividad frenética que se desarrolla estos días de Navidad y que envuelve el ambiente en las calles de todas las ciudades. Pero la Navidad tiene también otra cara: la de los miles de voluntarios que mantienen su trabajo desinteresado estos días, a pesar de las vacaciones, para que las sonrisas lleguen también a la gente con menos recursos.

Llego a España hace menos de un año y Vanessa Muñoz, voluntaria de Cruz Roja Juventud, tuvo claro desde el primer momento que quería mantener ese tipo de colaboraciones, que ya hacía en Colombia. Hoy es una de las personas que lleva semanas trabajando intensamente para hacer realidad la campaña 'Juguete educativo' de Cruz Roja, en su caso, en Torrent.

Clasificación de los artículos por edad, entrega a los padres (sin envolver y para que decidan el mejor momento para dárselo a los más pequeños) y vuelta a empezar. Porque la campaña se realiza todo el año pero se intensifica estos días. «Me siento feliz, así que claro que animo a la gente a colaborar, a acercarse y preguntar por la labor de voluntariado. Siempre hay de donde sacar tiempo», cuenta.

Si hoy, a partir de las 17.30 horas, está por el barrio de Monteolivete y oye villancicos, los responsables de la animación navideña serán los miembros del Centro Juniors La Epifanía del Señor, que realizan esta actuación desde hace años para recoger el aguinaldo de vecinos y comercios. Recaudación que, a su vez, entregan a obra social, como explican el jefe de este centro del Movimiento Juniors MD, Pau Albors, y el tesorero, Juan Jiménez.

Este año el dinero que recojan por los villancicos se destinará al economato de Fuente de San Luis, mientras que en años anteriores fue a entidades como Amigos de la Calle o San Juan de Dios. «Toda aportación es importante», apunta Albors, al frente de un centro con 110 niños y adolescentes y 32 educadores. No es la única actividad que realizan, pues durante este mes han desarrollado la 'Campaña del kilo' con la que han recogido alimentos navideños (turrones, polvorones, etc.) para las familias necesitadas del barrio.

Tanto para Pau como para Javi no supone ningún esfuerzo compartir su tiempo en Navidad con los demás. «Con los villancicos, por ejemplo, intentamos que la Navidad llegue a personas que están solas o familias que pasan dificultades», cuentan. «Muchas acciones pequeñas puedan cambiar el mundo. Esta es nuestra forma, la de los jóvenes, para intentarlo, volcándonos en los demás», explican.

Voluntario de Cáritas desde hace veinte años, Victoriano Ruiz de Loizaga participa en el proyecto Simón de esta entidad diocesana, por lo que conoce de cerca cuál es la realidad de la gente que vive en la calle. Su labor es acompañar, ayudar en trámites y, sobre todo, «escuchar». «Un café o una conversación también son de ayuda, especialmente en personas que llevan mucho tiempo en la calle», cuenta.

«El vínculo humano es muy importante y se olvida en muchas ocasiones», añade. Victoriano realiza su labor una vez por semana y reconoce que eso «te hace ser más realista, no pesimista, pero sí conocer esa realidad que a veces no queremos mirar».

«La fuerza que tiene la música no se puede describir. Con ella intentamos transmitir buen rollo a la gente, dar energía porque muchos no atraviesan por su mejor momento». Es el resumen que hace el músico y compositor valenciano Sergio Puchades sobre la colaboración que mantiene desde hace un año con Casa Caridad (en estas fechas aumenta un 3% las atenciones en el comedor ) y que se traduce en la presencia de bandas en los dos locales de la entidad en Valencia.

Una iniciativa en la que se combinan conciertos cada mes y un festival en junio y en Navidad. Red Bolero, Los Walkers, Los Guapos, Los Cigarros, Zippy Zappers, Limbotheke, Corazones eléctricos, De.p.ar, Calaveras, Madame Blues, Ink o Juanele+Son d'ací son algunos de los grupos que participan y forman parte de la plataforma 'Músics per la gent'. «No hacemos esto para recaudar dinero, sino para transmitir energía a la gente que no tiene recursos», cuenta. «La música también es terapia», resalta.