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El ya famoso 'iceberg' de cañas y vegetación del tamaño de un campo de fútbol que va camino de cumplir casi medio año flotando ... a la deriva por la Albufera no ha pasado inadvertido para los principales actores del lago que observan su evolución día a día. Este es el caso de la Cofradía de Pescadores de El Palmar que a través de su presidente, José Caballer, reclama soluciones ante el problema generado por el islote. Por ello, su propuesta consiste en destruir la mata empleando la maquinaria de limpieza de residuos provocados por la riada del pasado 29 de octubre que se encuentra realizando este tipo de trabajos al norte del lago. El Ayuntamiento, por su parte, sigue monitorizando su evolución mientras estudia qué medida adoptar y es que cabe recordar que lleva poniendo en jaque el sistema de riego de los arrozales desde finales de marzo, cuando se situó frente al 'tancat' del motor de l'Illa, a unos 120 metros de la orilla.
Caballer puso el asunto en conocimiento de la autoridades de la Albufera durante la última junta rectora del parque natural celebrada el pasado martes y, según su versión el personal del Ayuntamiento de Valencia le dijo que lo tendrían en cuenta. El representante de los pescadores pidió soluciones al Consistorio y propuso que la flota de embarcaciones que se encuentra llevando a cabo actuaciones de limpieza de los efectos de la dana en los puertos de Catarroja y Silla desplace su maquinaria hasta el lugar donde ha encallado el montículo con tal de destrozarlo y poder apartarlo.
De hecho, el presidente de la Cofradía de Pescadores de El Palmar asegura que su propuesta, que consiste en deshacerla y llevársela de su actual enclavamiento, es «lo único que pueden hacer» dado que su actual ubicación en las inmediaciones de la 'Sequiota' supone un «perjuicio» para el gremio al dificultar las corrientes del agua o, incluso, de bloquear el canal en caso de volver a moverse.
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En este sentido, Caballer remarca la necesidad de que la Albufera «se tiene que dragar» para poder limpiar la cantidad de sedimentos y contaminación acumuladas en el fondo del lago. Además, recuerda que los depósitos de la última dana provocaron que la capa de suelo bajo el agua subiera entre cinco y ocho centímetros.
La erosión sedimentaria por parte de las corriente internas propicia la fragmentación de matas vegetales como la que se desprendió de la zona del Brossar, al noroeste de la marjal, hasta posicionarse frente al motor del 'tancat' de l'Illa, en el sureste. Por todo esto, Caballer defiende que la mayoría de las motas «no están agarradas al suelo» por lo que es probable que se suelten y deambulen sin rumbo por el agua, tal y como ha pasado en esta ocasión. El presidente de la Cofradía de Pescadores de El Palmar resume la falta de mantenimiento de los sedimentos del fondo del lago con una metáfora: «Hace 50 años que no se pega una 'palada'».
Otros profesionales de la pesca y regantes de la Albufera, que ya han tenido que lidiar en diversas ocasiones con matas de menor tamaño, plantearon tres alternativas para solucionar el problema tras ser consultados por LAS PROVINCIAS: reventar el islote, anclarlo o remolcarlo a otro enclave. La solución final parece ser que precisará de una mezcla de todas ellas ya que las enormes dimensiones del islote hacen imposible remolcarlo entero.
El profesor titular de Ecología de la Universitat de València y experto que lleva estudiando la Albufera desde hace décadas, Juan Soria, ha realizado un estudio mediante herramientas de teledetección a través de imágenes satelitales del Sentinel-2, perteneciente a la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), para conocer el recorrido seguido por el islote así como la parte y el momento de su desprendimiento.
En el informe se aprecia el hueco dejado por el desprendimiento en la zona del Brossar el día 31 de octubre, es decir, tan sólo dos días después del desastre mientras el lago permanecía anegado por el lodo arrastrado por los barrancos y ramblas que desembocan en la Albufera. Apenas seis días más tarde, el cinco de noviembre, Soria vuelve a encontrar el rastro de la mata en las inmediaciones de la acequia Overa, en la zona sur de la laguna.
Por último, tal y como recoge el estudio, esta mata se queda en el punto del sur y no se observa movimiento hasta mediados de marzo, periodo de tormentas y viento. El día 15 sigue junto a la acequia Overa mientras que el día 25 ya se observa junto a la punta sur del Fangaret, en la zona sureste. Sin embargo, no es hasta el día 30 cuando arriba hasta ubicación actual. En la imagen más reciente, la correspondiente al 14 de abril, sigue allí. Soria apunta a que «posiblemente ha 'encallado' en el cieno, y no parece que se pueda mover hasta la próxima tormenta o subida de nivel de la Albufera». De hecho, algunos pescadores y regantes consultados apuntan a que el sur del Fangaret sería el lugar idóneo para su remolcado y posterior amarre o instan a esperar a invierno para que suba el caudal de la Albufera para poder desplazarla dado que en esta época del año el nivel del agua está bajo mínimos.
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