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Toque de queda en Valencia | La Generalitat restringe la movilidad de medianoche a 06 horas de manera unilateral ante la falta de acuerdo en Madrid

Puig activa un confinamiento nocturno de seis horas hasta el 9 de diciembre en la Comunitat Valenciana

La entrada en vigor, en manos del TSJ tras la decisión unilateral del Consell por la falta de consenso en Madrid

Francisco Ricós

Valencia

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Jueves, 22 de octubre 2020

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«El virus siempre parece que nos vaya por delante y tenemos que atajarlo». El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, lo tiene claro y ha puesto en marcha el mecanismo para, en 48 horas a contar desde este jueves, presentar ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunitat Valenciana una argumentación jurídica sobre la que basar el toque de queda entre las doce de la noche y las seis de la mañana. Una iniciativa que se aplicará a partir de que el alto tribunal valenciano le dé el visto bueno. Y si no es así, el jefe del Consell está dispuesto a pedir al Gobierno que declare el estado de alarma en tierras valencianas.

Puig espera que el TSJ se pronuncie a principios de la próxima semana con el fin de que esa restricción horaria pueda entrar en vigor «cuanto antes» y hasta después de los próximos puentes festivos, el de noviembre y el de diciembre. El objetivo es poder afrontar unas fiestas navideñas lo más parecidas a la perdida normalidad y que se puedan realizar compras y reuniones familiares.

La decisión de impulsar la aplicación del toque de queda, que por la mañana había comunicado el presidente Puig a los líderes de la patronal, de los dos principales sindicatos y los portavoces de los grupos parlamentarios de Les Corts, la anunció después de que el Consejo Interterritorial de Sanidad no aprobara extender esa restricción horaria a toda España. Madrid y el País Vasco se abstuvieron en la votación presidida por el ministro de Sanidad, Salvador Illa. En el consejo se decidió esperar a que el Gobierno delimite el colchón jurídico que lo permita y aplazarla a la próxima reunión del consejo.

Illa desveló que Castilla y León solicitó por escrito limitaciones a la movilidad nocturna, y que fue secundada por la Comunitat, Castilla-La Mancha y Andalucía. «Hemos discutido esta posibilidad, pero no ha existido un amplio consenso, así que hemos convenido que hacía falta seguir madurando la decisión y seguiremos tratando este asunto en el futuro. Hay que ver muy bien cómo se aplica, dónde se aplica y con qué alcance», afirmó Illa.

Sin embargo, la Junta de Andalucía decretó el toque de queda, desde las 23:00 horas hasta las 6:00 horas, en la ciudad de Granada y en treinta municipios de su área metropolitana, a la espera de la resolución, en este caso, del Tribunal Superior de Justicia andaluz. En la rueda de prensa posterior al Consejo Interterritorial, Illa dio su beneplácito a la medida.

Mientras tanto, Puig indicó que hay que «reaccionar con determinación» porque aunque la situación de la Comunitat en cuanto al coronavirus es la segunda menos mala de todas las autonomías, «no estamos bien». De hecho, Puig indicó que en las últimas semanas la incidencia del coronavirus ha aumentado en un 45%, la hospitalización un 97% en el mes de octubre y un 65% los ingresos en las UCI. Recordó el jefe del Consell que los hospitales valencianos llegaron a tener 2.189 pacientes ingresados, hoy hay 776, y 386 en UCI, hoy hay 117.

El presidente afirmó que en las próximas 48 horas se adoptará la decisión y se enviará al TSJ «para su validación». Puig indicó que no es partidario de dilatar la decisión para evitar tener que tomar decisiones más duras si empeora la situación.

El líder del Consell aseguró que hay «indicios claros» de que la medida tendrá «sustentación» el planteamiento jurídico en la que ya está trabajando la abogacía de la Generalitat y que como muy tarde posiblemente estará listo mañana.

El TSJ deberá adoptar una decisión que según Puig no tiene consecuencias económicas, más allá de las que ya está afectando al ocio nocturno desde el mes de marzo. Pero sí tiene, si no precedentes, cuestiones parecidas. De hecho, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco no ha avalado la prohibición de reuniones de más de seis personas, que incluía la orden del Ejecutivo vasco para limitar la vida social de a autonomía para tratar de frenar la expansión del Covid-19. El alto tribunal considera que esa decisión vulnera derechos fundamentales como es el de reunión. El auto de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal vasco ha resuelto no autorizar esa prohibición ya que una comunidad autónoma no puede limitar un derecho fundamental, en este caso el de reunión, en contra del argumento defendido en su informe por la fiscalía vasca.

Pero el presidente Puig tiene total confianza en que el TSJCV les dará el visto bueno a una iniciativa de restricción horaria, no le gusta lo de toque de queda, que restringe la movilidad nocturna. Eso sí, la medida no afectará a todas aquellas personas que tienen que trabajar en turnos de noche, a las urgencias médicas o para atender a personas dependientes. También puso de manifiesto que «en ningún caso» supondrá el cierre de la restauración y la afección a la economía no será dura en términos económicos, «sino razonable».

El presidente, que estuvo acompañado por la consellera de Sanidad, Ana Barceló, que le rindió cuentas después de participar en el Consejo Interterritorial, indico que en ningún caso la restauración se verá afectada por medidas adicionales que anunciaron anoche pero no las concretaron.

La consellera Barceló reconoció que el repunte de casos de coronavirus se arrastra tras el incremento de movilidad del puente del 9 d'Octubre y el jefe del Consell recordó que cada fin de semana «es una oportunidad para hacer cosas normales y fundamentales para nosotros, como las reuniones entre amigos, pero que ahora hay que restringir» porque «la perspectiva dice que vamos a peor, por lo que debemos tomar decisiones ahora».

El marco jurídico general sobre el que se debe sustentar el toque de queda no fue objeto de discusión en la reunión entre el Gobierno y las comunidades, aseguró el ministro de Sanidad, aunque su departamento ha pedido un informe jurídico para conocer si es necesario declarar el estado de alarma en todo el país a la hora de decretar limitaciones de este tipo o si la administración puede acogerse a otra figura. «El instrumento óptimo es el estado de alarma y los servicios jurídicos del Gobierno llevan valorando esta y otras opciones», opinó Illa.

En su encuentro, el Ministerio de Sanidad y las comunidades sí acordaron limitar la apertura de todos los establecimientos no esenciales, como bares y tiendas, hasta las once de la noche. Además, recomiendan a la población salir de casa «solo lo necesario». En Europa ya están llevando a cabo la medida, y en Francia, Macron ha decretado el toque de queda para 46 millones de ciudadanos en el país galo.

Vídeo. El Gobierno estudia la implantación de un toque de queda a nivel nacional.

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