Europa financia proyectos de la UPV sobre telemedicina, el control de la salud mediante el sudor o terapias inmunológicas

Cuatro de los proyectos están además coordinados directamente por la institución valenciana. «Somos un referente en innovación, pues en la UPV hemos cultivado una cultura investigadora en permanente diálogo con las necesidades de la sociedad, lo que nos permite impulsar la transformación del modelo productivo», ha subrayado Salvador Coll, vicerrector de Innovación y Transferencia.

El proyecto NanoBiCar, liderado por Ramón Martínez Máñez, director del Instituto Interuniversitario de Investigación de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico (IDM), se centra en el desarrollo de una inmunoterapia pionera contra las infecciones bacterianas, con un enfoque inicial en la tuberculosis. El objetivo es desarrollar una terapia segura, accesible y eficaz en entornos de bajos recursos, con potencial para su aplicación en una variedad de infecciones bacterianas.

Synfeed, liderado por Juan José Pascual, director del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (ICTA), tiene como objetivo transformar la industria de la alimentación animal a través del desarrollo de proteínas biosintéticas sostenibles, lo que reduciría la dependencia de la soja importada y minimizaría el impacto ambiental.

Otro trabajo destacado es Disrupt, en el que la UPV participa a través del Centro de Tecnología Nanofotónica y el CVBL y que está desarrollando una tecnología de microscopía tomográfica integrada para el diagnóstico médico. Se espera que los dispositivos resultantes, que serán más pequeños y ligeros que los actuales, tengan aplicaciones cruciales en la telemedicina, el diagnóstico del cáncer y otras áreas de la salud.

Además, el proyecto Dam4CO2, en el que participa el Instituto de Tecnología Química (ITQ), busca abordar la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero mediante una tecnología de membranas para la captura y conversión del dióxido de carbono en combustibles renovables.

El resto de innovaciones financiadas por el EIC son: Chiralforce (producción de fármacos a través de la síntesis de moléculas quirales), Quadrature (optimización del diseño y la operación de las plantas solares), Beyond (mejora de la eficiencia energética en edificios y ciudades), Prisma (desarrollo de herramientas para el diagnóstico temprano y la monitorización de enfermedades), SweatPatch (parches que permiten el monitoreo de la salud a través del análisis del sudor), Superval (gestión de residuos industriales) y Zeus (integración de fuentes de energía renovable en las redes eléctricas).

El EIC, con un presupuesto global superior a los 10.000 millones de euros, tiene como objetivo apoyar proyectos que respondan a grandes desafíos sociales y económicos, y abarca desde la investigación básica hasta la creación de empresas innovadoras. La financiación obtenida permitirá a los equipos desarrollar soluciones tecnológicas con potencial de escalado industrial, lo que abre nuevas oportunidades de colaboración con empresas y centros tecnológicos, y fortalece el papel de la universidad como motor de desarrollo sostenible y transformación económica.

«Queremos seguir impulsando programas de apoyo a la innovación y al emprendimiento, con especial énfasis en la formación de talento y en la consolidación de equipos técnicos y de gestión que acompañen a los investigadores en todo este proceso», ha concluido Coll.