El boom de las clínicas de estética en Valencia

La tendencia se da en todo Extramurs; a decir verdad, en Valencia y muchos municipios del área metropolitana. Esa proliferación de negocios que ensalzan, con tratamientos menos o más invasivos (la cirugía) la belleza de las personas obedece a un incremento de la demanda que roza el 215%. Así lo refleja un estudio encargado por la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (Secpre) con datos recopilados a finales de 2022. Estos resultados, según los propios expertos, no están para nada desfasados. «Yo creo que no se ha tocado techo y en cuanto a los procedimientos quirúrgicos pienso que la demanda va a seguir creciendo. Contamos en nuestra autonomía con un buen nivel de formación científica», expresa Arantxa Pérez, vocal de márketing y comunicación de Secpre y presidenta de la demarcación de la Comunitat Valenciana.

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«Si hacemos bien los deberes y somos capaces de proyectar a otros países de Europa la gran calidad médica que tenemos y el buen manejo en la técnica, unido a los precios que tenemos en España comparados con otros países por ejemplo del norte de Europa, tenemos mucho camino en el que crecer», abunda Javier De Felipe, propietario de la clínica Hair&Be en Valencia, especializada en medicina capilar, estética y cirugía plástica facial. «Hace años era habitual tener que irse a Turquía por un injerto capilar. Con la democratización de los precios son pocas las personas que escogen subirse a un avión para ponerse pelo. Al tener la clínica en pleno centro son muchos los pacientes que estando aquí de vacaciones vienen solicitando determinados tratamientos. Llega gente de Nueva Zelanda o Estados Unidos», añade.

Cirujana plástica, Arantxa Pérez trabaja en la unidad de quemados de La Fe, pero también en la clínica Sensabel, en el centro de Valencia. «En el Mediterráneo tenemos mejor meteorología y más tiempo de actividades al aire libre. Creo que siempre ha habido un poco más de culto al cuerpo, de sentirme bien, que debes estar más guapa o guapo, porque esto obviamente no es sólo de mujeres», analiza Arantxa Pérez, que constata los datos del estudio de Secpre, donde se percibe un aumento de la demanda entre el público masculino.

Otro factor que influye en ese auge es las redes sociales. «Con el boom de Instagram o de Tik Tok, de hacernos los selfies, le estamos dando mucha más importancia a aparentar, al sentirse bien y hacer que los demás lo vean. Eso hace un aumento en el consumo de la belleza en general», subraya Arantxa Pérez. La tendencia está asentada y en auge en España, pero como muchas hay que situar el inicio al otro lado del Atlántico, en Estados Unidos y en Latinoamérica. «Aquí es muy habitual hacerse tratamientos estéticos a partir de los 12 años. Allá las adolescentes empiezan ahora a hacerse tratamientos de 'skin care', limpiezas... pero antes se consideraba como algo para gente más mayor y con dinero. Acá hay para todas las edades», señala Fiama Saltos, que tiene su negocio en Ecuador, y que se formó en Madrid y Buenos Aires.

También destaca dos aspectos que, del mismo modo, perciben los profesionales en Valencia: que hay clientes que llegan con una foto de un famoso como modelo de lo que quieren y que hay pacientes que prefieren evitar el quirófano. «Ahora es más tendencia buscar una armonía y la gente no quiere cirugía», comenta Fiama Saltos. «Meterte en un quirófano, mucha gente no quiere, por ejemplo, hacerse una liposucción. Por ejemplo, prefieren tratamientos como los que hacemos aquí para mejorar el volumen», señala Noema Gomar, directora de la clínica Sense.

Este establecimiento realiza diferentes tratamientos de estética médica y está especializado en depilación alejandrita. «Es mucho más efectivo que el láser médico. Y luego, yo he visto máquinas instaladas en peluquerías, e incluso en una perfumería», ejemplifica Noema para alertar del intrusismo. «Nosotros nos reunimos con el paciente, le informamos y le damos un presupuesto, queremos que sienta esa cercanía», afirma la profesional, que es titulada en enfermería.

La proliferación de negocios de estética genera ese problema, a pesar de que la legislación en España trata de obstaculizar el intrusismo y garantizar unos estándares de calidad. Cualquier establecimiento debe tener licencia de actividad pero, si se realizan procedimientos médicos es precisa la autorización sanitaria (que ha de ir vinculado a un médico) y el permiso de depósito de medicamentos.

«Es muy importante que cuando vamos a someternos a un tratamiento médico, de estética o cualquiera, nos aseguremos de que el facultativo cuenta con todos los permisos para practicar la medicina en España, que está todo en regla con la Conselleria de Sanidad», subraya Javier De Felipe, que añade: «También es muy importante huir de ofertas y asegurarnos de qué producto nos van a colocar. Para ello debemos pedir la pegatina del producto aplicado, por ley el doctor nos lo debe dar. Al final estamos hablando de un acto médico que puede tener consecuencias para nuestra salud».

Clara Martínez, médico estético en la clínica Hair&Be resalta que el perfil del paciente cambiado mucho en los últimos años, con un descenso significativo en la edad: «Antes lo habitual era que quien quería someterse a un tratamiento lo hacía con 35 años o más. Ahora es normal que perfiles de entre 22- y 25 años ya comiencen a realizarse tratamientos. Por contra, también es cada vez más habitual ver a pacientes, sobre todo mujeres, que ya pasan los 60 años. Son mujeres renovadas, independientes y que cuidan muchos aspectos de su salud y también cuidan su aspecto. El paciente varón también ocupa cada vez más tiempo en las agendas de nuestra clínica. La medicina estética ya no se percibe como algo solo para mujeres», señala la especialista.

«Es importante destacar que el 50% de los pacientes que acuden a consultas médico estéticas lo hacen por cuestiones relacionadas con la piel, y es algo que me encanta, porque debe de existir una relación equilibrada entre una piel bonita y los tratamientos invasivos, así es cuando una persona luce sana y saludable. A partir de los 35 en adelante las pacientes ya demandan tratamientos con rellenos de ácido hialurónico o inductores de colágeno. Los pacientes varones apuestan por los neuromoduladores y la marcación mandibular. Tratamientos como el relleno de labios o la rinomodelación son tratamientos demandados a cualquier edad y por cualquier sexo. Los labios es algo que gusta mucho a la paciente joven», detalla Clara Martínez.

La doctora también alude a las celebridades que marcan tendencia, y opina que se tiene a buscar la naturalidad. «Vemos a grandes actrices que han abusado de la medicina estética en el pasado y ahora están pagando esos excesos. Las que pueden los eliminan de su rostro, luciendo ahora una medicina estética mucho más suave y elegante. El caso que más portadas ha ocupado recientemente es el de Lindsay Lohan. Quizá ella haya recurrido también a la cirugía plástica facial, pero el buen asesoramiento médico y el abordaje de cada caso de forma única y multidisciplinar es algo fundamental para lograr unos resultados excelentes», asegura Clara Martínez, que añade: «Es algo que hacemos en nuestra clínica, cada caso se estudia desde la perspectiva de la medicina estética y la cirugía plástica facial, sin dejar de lado la salud general del paciente y el factor psicológico».

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Patricia Ruiz, paciente: «Te da seguridad, es como ir al psicólogo»

Patricia se somete desde hace cuatro años a tratamientos de estética, que califica como una terapia: «Lo hago por sentirme mejor conmigo misma, me sirve para elevar mi autoestima». Esta valenciana de 40 años se realiza «retoques» de forma periódica, y es algo que comparte con su madre y con su hermana: «Son tratamientos que duran un tiempo y luego tu cuerpo lo reabsorbe. Es más rápido en personas que hacemos deporte, así que me repaso: los labios, las arrugas en los ojos o en la frente…».

Su primera vez con este tipo de terapias fue a través de una amiga de su falla. «Mi hermana tiene una asimetría en los labios, y esta chica trabaja de auxiliar en una clínica. Le propuso que fuese a un tratamiento, le quedó bonito y natural», comenta Patricia.

Después fue ella misma la que se puso por primera vez en manos de Juan Cisneros y ahora acude regularmente. Subraya la importancia de tener confianza con su médico en ese tipo de terapias. «Yo siempre le digo que es algo que me da seguridad, que es como ir al psicólogo», señala Patricia, que resalta la importancia de que el facultativo aconseje bien: «Que el tratamiento te ayude a que te gustes más, que no te pases».

En su caso, admite que tiene un complejo con su nariz: «Que es eso, un complejo, porque igual otra persona me diría que soy una exagerada. Son asimetrías que todas las personas tenemos en la cara». Pero ella es uno de los tratamientos que realiza de forma periódica.

De momento, lo que no se plantea es someterse a una cirugía. «Lo único que me plantearía en un momento dado es la nariz, por lo que digo de que es un complejo que tengo, pero nada más», señala. Porque Patricia tiene claras las prioridades. «Por mi situación económica ahora no me lo puedo permitir, pero me parece perfecto quien tenga posibilidades y eso le vaya a hacerse sentir mejor consigo mismo», indica.