Los profesores llevan al juzgado la pérdida de tres días de permiso

Desde la conselleria, por su parte, defienden que la regulación se deriva de la actualización del Estatuto Básico del Empleado Público, que fija unas pautas generales para todos los funcionarios, y que las cuestiones relacionadas con las vacaciones y los días de asuntos propios tienen que ver con las peculiaridades del servicio que prestan los profesionales. Es decir, con la necesaria atención directa del alumnado durante el horario lectivo.

El nuevo decreto es oficial desde principios de 2023. A nivel formal recoge mejoras que ya se venían aplicando, como el permiso por gestación desde la semana 37, y también regula las licencias por asistencias a congresos y seminarios o por estudios.

En cuanto a los artículos polémicos, el STEPV centra su recurso en los cambios que afectan al permiso por fallecimiento, enfermedad grave, hospitalización o intervención quirúrgica sin ingreso de un familiar y en la modificación referida a la mudanza por cambio de vivienda.

Respecto al primero, la normativa anterior otorgaba 4 días en caso de tratarse de la pareja o parientes de primer grado de consanguinidad (padres e hijos) y 6 si la situación obligaba a desplazarse a más de cien kilómetros. Para familiares de segundo grado (hermanos, abuelos o nietos) la horquilla se movía entre los 3 y los 5.

Con la nueva norma se reducen a 3 o 5 y a 2 o 4 respectivamente, aunque para disponer del mayor permiso ya no media la distancia, sino el hecho de que sean necesario trasladarse a una localidad distinta. Además, se recoge, en el mismo artículo, las situaciones derivadas de un accidente. El cambio en los días a disposición del docente también opera si se produce el fallecimiento de un familiar.

Respecto a la mudanza, se pasa de 2 días para cualquier supuesto a entre 1 o 2. La opción máxima se autoriza siempre que la nueva residencia implique un cambio de localidad. En resumen, la normativa supone la pérdida de hasta tres días, en referencia al acumulado por enfermedad (1), fallecimiento (1) y traslado de domicilio habitual (1).

«Con el nuevo decreto hemos perdido derechos consolidados que llevaban 15 años aplicándose», argumenta el STEPV, en el sentido de que la norma anterior data de 2008. «La administración alega que se ha buscado la homologación con resto de funcionarios en estos casos, pero nada impide una mejora de las condiciones respecto a lo que establece la normativa básica», añade. La organización también pone el acento en que sí existen ventajas de las que disponen los empleados públicos a diferencia de los docentes, como los días de asuntos propios (moscosos).

Desde la Conselleria de Educación matizan que a la hora de redactar el borrador del decreto se valoró, como primera propuesta, el mantenimiento de los tres días citados, coincidiendo con la idea de que se trataba de derechos consolidados. Sin embargo, los informes jurídicos requeridos durante la tramitación alertaron de la necesidad de adaptarse a la nueva regulación de la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público, que se actualizó en 2015. «Por tanto hemos llegado a lo máximo que nos permite la legislación básica», alegan.

Por otro lado, el STEPV también reclama que se respete la posibilidad de disfrutar de las vacaciones con posterioridad si estas coinciden con una baja laboral, algo que sólo se contempla en caso de maternidad. La administración explica que sí se reconoce esta posibilidad, aunque con la limitación de que las vacaciones se programen en periodos no lectivos en los 18 meses posteriores. Por ejemplo, durante el mes de julio.

En cuanto al recurso de ANPE CV, se fundamenta en que no se ha recogido la opción de disponer de días de asuntos propios pese a que lo reclamó durante la negociación. «Consideramos que supone un agravio comparativo respecto del resto de empleados públicos autonómicos, que sí tienen reconocido dicho derecho, y en relación a los docentes de otras comunidades autónomas, como Castilla La Mancha», alega la organización.

Para el sindicato la nueva normativa «no supone ninguna mejora sustancial, por lo que se ha perdido una oportunidad para mejorar las condiciones laborales del profesorado, que en el caso de los moscosos podrían servir para asuntos ineludibles y necesidades sobrevenidas». «También nos llama la atención que para algunas cuestiones sí nos igualan al resto de funcionarios, como sucede con el permiso por traslado de domicilio, quitando un día, y para otras no», sentencia.

Sobre esta cuestión, desde la conselleria señalan que los días moscosos tiene un encaje complicado en la actividad docente y que cualquier permiso debe tener una causa motivada y justificada, añadiendo que en cualquier caso su regulación precisaría de una negociación más extensa y que una hipotética concesión tampoco debería coincidir con los periodos lectivos.