La presión de los pisos turísticos conduce a los primeros episodios de vandalismo contra estos inmuebles
Tres turistas se quedaron en la calle al no poder acceder a su alojamiento en Valencia porque alguien puso silicona en la cerradura
La proliferación de las viviendas turísticas lleva tiempo generando malestar entre los vecinos por varios motivos. Por un lado, por los ruidos de los ... visitantes al entrar y salir con sus maletas a horas intempestivas o bien por las fiestas y la suciedad generada en las calles en algunos casos. Por otro, por el impacto que tiene este modelo de alojamiento sobre el mercado del alquiler convencional, que en el caso de la capital del Turia está contribuyendo a reducir a mínimos históricos la oferta, con el incremento de precios que eso supone. ¿La consecuencia? Que cada vez más residentes se ven obligados a desplazarse fuera de la ciudad o incluso del área metropolitana para poder permitirse una vivienda.
Ante la falta de medidas efectivas para frenar el auge de los pisos turísticos, que en la Comunitat Valenciana superan ya los 100.000, la desesperación empieza a tomar una deriva poco ética pero que, al parecer, algunos ven como una posible solución: el vandalismo contra estos inmuebles. Este pasado martes, un local gastronómico ubicado en Patraix denunciaba en sus redes sociales esta situación. «Es la segunda vez en estos días que tenemos que ayudar a alguien porque le han puesto silicona en la cerradura del Airbnb», explicaba el dueño del establecimiento.
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La imposibilidad de acceder al alojamiento dejó a tres turistas bloqueadas sin saber dónde iban a pasar la noche. «A nosotros tampoco nos gustan las viviendas turísticas pero esto no es una solución. Seguramente todos hemos sido turistas odiados en otra ciudad aunque no queramos serlo», reflexionan desde este restaurante, que alerta también sobre el desplazamiento que sufren los comercios locales por parte de las franquicias. «A los barrios no los mata Airbnb, los dejamos morir entre todos y ahora con los restos otros hacen negocio», lamentan.
En su caso, este restaurante admite también la importancia del turismo para su supervivencia. «Proyectos como el nuestro están en la fina línea que separa los que viven de los vecinos y los que viven de los turistas. Aún no tenemos carta en inglés pero en las últimas semanas por las mañanas tenemos más clientes turistas que locales», cuentan. «Me genera conflicto pensar que los vecinos gastan más dinero en Glovo que en proyectos como el nuestro y que el apoyo que recibimos vine más del visitante foráneo. ¿Cómo gastarán su dinero los que ponen silicona en cerraduras para defender el barrio?», reflexiona.
LAS PROVINCIAS contaba este jueves que la región valenciana ha roto ya el techo de los 100.000 pisos turísticos este año. En concreto, a fecha de 26 de abril, cuenta con 102.796 viviendas registradas, según los datos facilitados por la Conselleria de Turismo. Esto significa que, en menos de cuatro meses, la Comunitat ha sumado 3.081 inmuebles más respecto a la cifra del 31 de diciembre de 2023, cuando el registro contabilizaba 99.715 viviendas.
Con el ritmo de crecimiento de estos primeros cuatro meses, la Comunitat va en camino de sumar más de 9.200 pisos turísticos nuevos este año. En 2023, el aumento fue de 8.568 viviendas turísticas respecto a 2022, por lo que se confirmaría la tendencia al alza de este tipo de alojamiento. Es importante señalar que estas 102.796 viviendas turísticas son legales, motivo por el que se encuentran en el registro oficial de la Comunitat. A esta cifra habría que sumar aquellos inmuebles que no estén dados de alta.
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