Pradas sostiene ante la jueza que la declaración de Polo la exculpa y reitera el archivo de la causa
La exconsellera mantiene que la CHJ no informó sobre el barranco del Poyo y que el fenómeno que se produjo no se podía prever
Una investigada puede solicitar el archivo de la causa cuantas veces considere. Salomé Pradas lo acaba de hacer por segunda vez. La primera fue rechazada por la jueza y confirmada por la Audiencia de Valencia. Pero aquello fue al comienzo de la instrucción con apenas material exculpatorio. Ahora la exdirigente sostiene que las circunstancias han cambiado tras las comparecencias de responsables de Emergencias y, en especial, la del presidente de la CHJ, Miguel Polo. Un testimonio que la defensa considera crucial para apuntalar su estrategia. La petición no reúne grandes expectativas de éxito porque la investigación pese a los diez meses transcurridos está en una fase inicial.
La defensa alega que la CHJ, como organismo responsable de la gestión y monitorización de los caudales, no trasladó información crucial al Cecopi, la reunión clave de las emergencia que comenzó a las 17 horas de aquella fatídica tarde. Se critica la gestión de la información sobre el Barranco del Poyo. Polo llegó a reconocer que menospreció ese dato, el del enorme caudal del barranco a las 18.43 horas, porque era una situación en consonancia con lo que se estaba viviendo en Forata y en otros puntos. Pero se justificó en que con ese dato y en ese momento ya era tarde para adoptar medidas de prevención.
Salomé incide en que la información sobre el caudal del barranco del Poyo, que ya era muy alto a las 18:00 horas, no se envió hasta las 18:43 horas. Además, en lugar de comunicar de forma escalonada y puntual la superación de los niveles de alarma, se envió un único correo con los tres avisos acumulados, una cuestión que extrañó al fiscal, según se desprende de su interrogatorio. De igual modo, según la consellera, Polo reconoció que varios sensores fallaron, pero tampoco comunicó este hecho al Cecopi.
Otra de las afirmaciones de Polo se utiliza para sostener el principal argumento exculpatorio de la Conselleria: desconocían lo que estaba ocurriendo. «Si la situación era imprevisible para un experto en la materia», apunta Pradas en su escrito. Polo admitió que ni él ni nadie pudo prever lo que iba a suceder en el barranco del Poyo y en otros que desembocan en ese trayecto.
La defensa legal de la exconsellera recuerda que este asunto debe dirimirse en la vía administrativa donde se depuren responsabilidades y las correspondientes indemnizaciones. La tesis de la exdirigente del PP es que se produjo una anomalía comunicativa de las agencias participantes (Aemet y CHJ, fundamentalmente) con los miembros de Emergencias que participaban en el operativo y que ella actuó de buena fe con los datos disponibles. Todo el foco informartivo apuntaba a la presa de Forata.